Feijóo lanza ya a Hernández como candidato a las municipales de 2015

La mayor crisis política que ha debido afrontar Alberto Núñez Feijóo en sus cinco años de presidente no ha tenido como escenario la Xunta sino la capital de Galicia. El incesante vodevil de imputaciones y disputas internas en el gobierno de Santiago amenazaba con socavar la imagen del PP gallego y de Feijóo, que extrajo de las elecciones europeas el mensaje, explicitado por él públicamente, de que los casos de corrupción están haciendo mella en sus votantes. Y el presidente ha decidido apostar al máximo, sacrificando al número tres del partido y de la Xunta para situarlo al frente de la alcaldía compostelana no solo con el propósito de reconducir la situación actual en el Ayuntamiento sino de dar la batalla en las elecciones municipales de 2015.

 Feijóo lo expresó ayer con claridad, en sus primeras y breves declaraciones tras la defenestración del alcalde, Ángel Currás, y el anuncio de su relevo por Agustín Hernández. El aún conselleiro de Medio Ambiente e Infraestruturas tiene como misión “formar un gobierno estable” para el año que resta hasta las elecciones y abrir “una nueva etapa larga” que abarcaría también la “próxima legislatura municipal”, subrayó el presidente. Hernández, en cualquier caso, dispondrá de apenas 11 meses —las elecciones están previstas para mayo de 2015— en su tarea de enderezar el rumbo del Ayuntamiento y salvar la reputación del PP en la capital de Galicia. El todavía alcalde Currás calculaba ayer que el relevo, previa consulta a la Junta Electoral y convocatoria de un pleno, tardará unos 20 días. Luego el nuevo regidor tendría que formar su ejecutivo y, en caso de que recurra, como pretendía Currás, a concejales no electos para cubrir las vacantes de los nueve dimisionarios, completar los trámites para que ingresen en la corporación. Los dirigentes populares, incluso en privado, muestran tanta confianza en Hernández que aseguran que todavía hay tiempo para que el PP remonte. Destacan además que su desembarco ha devuelto el ánimo a una militancia local desmoralizada tras ver cómo han caído dos alcaldes y 11 concejales en tres años, y que ahora ha recibido el mensaje de que su líder no da Santiago por perdido.

Aunque la crisis venía de muy atrás, el desenlace se fraguó de manera bastante precipitada. Feijóo destacó ayer que, tras la inhabilitación de los siete ediles condenados por prevaricar, Santiago “necesitaba abrir una nueva etapa”. Pero lo cierto es que él mismo y la dirección del PP tardaron una semana, desde que se conoció la sentencia condenatoria, en tomar la decisión más drástica. Pemitieron que, mientras tanto, Currás reclutase concejales no electos y esperaron al último momento, cuando el alcalde ya se disponía, el pasado lunes, a anunciar su nuevo gobierno. El propio Hernández —que hasta ahora siempre se había descartado como posible recambio en Santiago— asegura que Feijóo no le comunicó hasta el mismo lunes su nuevo destino político.

El futuro alcalde se escudó en esa circunstancia para no dar ninguna pista sobre sus planes para el gobierno local. No ha confirmado, de momento, si contará con concejales no electos, entre ellos algunos de los nombres ya comprometidos por Currás. Y tampoco ha aclarado si el exregidor seguirá como concejal. El propio Currás, que arrastra dos imputaciones judiciales, mantiene también la incógnita. “Aún no he tenido tiempo de consultarlo con mi esposa”, se excusó en declaraciones a la Cadena SER. Hernández se ha limitado a explicar que su propósito es que el Ayuntamiento de la capital de Galicia “recupere la normalidad” y a admitir que el PP local ha cometido “muchísimos errores”.

La posibilidad de que el futuro gobierno cuente con una mayoría de miembros que no se presentaron a las últimas elecciones va a ser a partir de ahora el caballo de batalla de la oposición. Es más, tanto AGE como BNG defienden que Hernández tampoco tiene legitimidad para ser alcalde ya que figuró en el último lugar de las listas del PP. “Los ciudadanos no son imbéciles, y llegado el momento les darán el castigo que merecen”, vaticinó el líder de AGE, Xosé Manuel Beiras. El secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, sin cuestionar la legitimidad del futuro alcalde, destacó que el PP ha conducido a Santiago a una “situación esperpéntica”.