Moliner se desmarca de la medida anticorrupción de Ciscar

El presidente del PP de Castellón, Javier Moliner, se ha desvinculado de la propuesta de su homólogo en Alicante, José Ciscar, para que los diputados y altos cargos firmen una declaración jurada para dimitir en el caso de que sean imputados por asuntos vinculados a la corrupción. Moliner se ha apartado de esta postura y, frente a la que fue la medida estrella de la convención celebrada por el partido el pasado fin de semana en Alicante, ha establecido otra variante: la de la “ética política”. El también presidente de la Diputación castellonense afirmó ayer que el partido ha mantenido en la provincia una “clarísima y diáfana” frontera entre “lo permitido y lo no permitido”.

Moliner, que ya anteriormente había manifestado públicamente que él no era rehén de ninguna línea roja, aseguró ayer que no se mueve por procesos judiciales, sino por ética política. Así se pronunció tras ser preguntado por la propuesta del vicepresidente del Consell y presidente del PP de Alicante, José Ciscar. La postura Moliner no es la única discrepante. Otro de los barones, el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, ha sostenido públicamente en varias ocasiones que la línea roja para apartar a alguien de su cargo no debe ser la imputación, sino la condena.

Límite desdibujado

Las declaraciones de Moliner vienen a desdibujar todavía más el límite que los populares quieren fijar para que un cargo pueda seguir en su puesto o acudir en las listas electorales y ha establecido diferencias entre territorios. “Las cosas que se han producido en unos sitios y otros son radicalmente distintos y creo que el PP de Castellón ha mantenido clarísima y diáfana la frontera entre lo permitido y lo no permitido”, dijo Moliner tras ser preguntado por Alicante.

“Mi ética política está en la frontera de lo que está bien y lo que está mal (…) Hay cosas que están bien y pueden tener consecuencias judiciales y cosas que están mal y pueden no tener consecuencias judiciales”, dijo. Según Moliner, sus actuaciones no estarán vinculadas a “ninguna decisión de otros”, sino a que el comportamiento de todos los cargos públicos pueda ser “ejemplar” a tiempo completo. El presidente del PP de Castellón presumió de haber tomado decisiones con personas que ni siquiera estaban imputadas.