Jardiel Poncela, creador total

Hay figuras de la cultura española que en otros países serían constantemente ensalzadas, con homenajes y referencias a su genialidad. En cambio, el franquismo hizo desaparecer la explosión de creatividad de la II República, bien por vía del silencio bien porque siguieron su carrera durante la dictadura, y por tanto con su creatividad coartada. Algunos de esos nombres que hoy son de nuevo reivindicados, y la obra de artistas totales como Edgar Neville o Enrique Jardiel Poncela obtienen su justo reconocimiento.

Jardiel Poncela —novelista, dibujante, autor de vanguardia, director de cine y teatro, dramaturgo, periodista— fue capaz de dirigir la primera película en verso en Hollywood (Angelina o el honor de un brigadier, en 1935), escribir libros como el soberbio recopilatorio Para leer mientras sube el ascensor (que incluye cinco cuentos escritos cada uno sin una vocal), crear obras como Eloísa está debajo de un almendro o Cuatro corazones con freno y marcha atrás. Algunas se han adaptado al cine, y a ellas les dedica un ciclo hasta el miércoles la SGAE en la sala Berlanga. Merece la pena recordar a un creador que falleció a los 51 años: su humor absurdo, novedoso, que culminó en su nicho con este epitafio: “Si queréis los mayores elogios, moríos”.