Un aniversario sin políticos ni Iglesia

Esta semana, Córdoba ha vuelto a entrar en las quinielas de la Unesco: Medina Azahara retorna a la Lista Indicativa de monumentos candidatos a convertirse en Patrimonio de la Humanidad. Y lo hace justo coincidiendo con las tres décadas que lleva la Mezquita, símbolo de la ciudad, ostentando este reconocimiento. Pero nadie, ni el Ayuntamiento ni la Junta ni el Cabildo recuerdan el hecho.

La decisión de no celebrar la efemérides habría pasado inadvertida si no fuese por dos detalles. Por un lado, el Ayuntamiento sí está recordando con una serie de actos los 20 años del reconocimiento por parte del organismo internacional del entorno urbano de la Mezquita —popularmente conocido como Judería—. Por otro, el Cabildo ha organizado un calendario de celebraciones para conmemorar el 775 aniversario de la consagración de la Mezquita en Catedral de Córdoba. Un hito al que se han sumado todas las Administraciones, incluyendo a la Junta. El Gobierno andaluz, por su parte, centra los años 2014 y 2015 en conmemorar los 700 años de la Sinagoga de Córdoba.

“Lo del Ayuntamiento es el mundo al revés”, se lamenta Miguel Santiago, portavoz de la Plataforma Mezquita-Catedral, Patrimonio de Todos, que defiende una gestión pública del monumento sin excluir el culto católico. “Es el mundo al revés porque el Gobierno municipal está celebrando las dos décadas de la declaración del entorno de la Mezquita por parte de la Unesco sin recordar el ADN de ese reconocimiento: la propia Mezquita-Catedral”, prosigue.

El Cabildo recuerda los 775 años de la consagración en Catedral del edificio

Santiago ve en este gesto del ejecutivo local, del PP, su “sumisión” a los mandatos del Cabildo y el Obispado de una ciudad que, desde hace casi un año, vive el debate acerca del uso que hace la Iglesia del templo, joya del arte andalusí, al que inmatriculó en 2006 y al que casi ha dejado de llamar Mezquita desde 2010. El Ayuntamiento no ha respondido a las consultas realizadas desde este periódico sobre dicha cuestión, si bien en el entorno del Gobierno local se descarta el aspecto ideológico para explicar por qué se ha optado por una efemérides y no por la otra. “Por un lado, se pasó por alto el hecho del aniversario; pero, por otro lado, se vio que era más beneficioso políticamente centrarse en la Judería, sin tener que compartir protagonismo con el Cabildo”, señala esta fuente.

Tampoco la Junta ofrece una respuesta oficial a la cuestión de por qué no ha tomado la iniciativa de celebrar los 30 años de la Mezquita como Patrimonio Mundial. Desde el interior del organismo se enfatiza, en cambio, que el Gobierno regional gasta millones de euros en mantener el templo, como parte del patrimonio andaluz. Entre 1986 y 2006, la Junta invirtió casi 5 millones de euros en actuaciones para mantener el edificio. Unos dos millones se destinaron a restaurar la torre campanario, en el antiguo alminar, cuyo acceso —pagando dos euros— ha sido recientemente reabierto por el Cabildo.

Miguel Santiago lamenta que la Junta no se haya implicado en la celebración de los 30 años de la Unesco. La plataforma a la que él pertenece ha sido la única institución que ha decidido dar el paso y organizar por su cuenta una serie de debates con expertos para reflexionar sobre el camino recorrido en estas tres décadas en la relación del monumento con la ciudad y los organismos públicos con la Iglesia. Entre los invitados a los coloquios figuraron el exdirector general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, quien insistió en que el uso exclusivista que el Cabildo está dando al templo con el beneplácito del Ayuntamiento “pone en riesgo” la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la Mezquita.