El MNAC denuncia que trabaja con el presupuesto más bajo de su historia
El director del museo reclama a las Administraciones que se impliquen más en el centro
El panorama financiero actual del Museo Nacional de Arte de Cataluña, MNAC, se comió literalmente la presentación de la nueva temporada del museo. La situación es la que es y el director Pepe Serra explicó que su museo está soportando la peor situación económica inimaginable. Y eso pese al buen momento que vive tras la nueva presentación del arte del siglo XIX que ha doblado el número de visitas con respecto al mismo mes del año anterior y que acabará 2014 con más de 700.000 visitantes.
“Si en el año 2008 el presupuesto era de 20 millones de euros, ahora, seis después, tan solo es de 13 millones, el mínimo histórico. Y solo para abrir las puertas son necesarios 12 millones”, argumentó Serra junto a su gerente y vicedirector Josep Maria Carreté y el jefe de colecciones del MNAC Juan José Lahuerta. “Este museo paga de luz al año 1,5 millones y otro tanto en seguridad. Para programación y actividades solo nos queda un millón, y una exposición que se precie cuesta alrededor de 900.000 euros”, se lamenta Serra.
Serra, locuaz como siempre pero prudente, no quiere señalar a nadie en particular, pero deja ver que la implicación de las Administraciones que forman parte del consorcio, Ministerio de Cultura, Generalitat y Ayuntamiento, no es la que necesita un equipamiento de las características del MNAC, el primer museo catalán. “¿Es este el museo nacional que queremos? No podemos jugar en la Champions con un presupuesto de regional. Estamos muy al límite”, dejó caer Serra tras comentar que su museo ha recibido una invitación del Metropolitan de Nueva York para participar en primavera en un encuentro con los 15 mejores museos del mundo.
Desde 2012, año en el que Serra tomó el mando de este transatlántico cultural, el museo ha hecho frente a la situación reduciendo año tras año el número de exposiciones y actividades a la vez que conseguía aumentar los ingresos propios. “Hemos demostrado que tenemos iniciativas como la presentación del siglo XIX, que demuestra el gran potencial del MNAC. Este museo tendría que tener un estatus especial como tienen otros centros como el Reina Sofía o el Prado, con presupuestos muy superiores”, asegura, mientras reclama que las Administraciones aclaren cuáles son las prioridades y que acaben con la política de repartirse la titularidad de los centros. Pese a que la mayoría de colecciones del museo son municipales, la autoridad que siempre aparece en actos e inauguraciones es la Generalitat.
Serra confía en que la ampliación prevista del MNAC en los pabellones Victoria Eugenia y Alfonso XIII de Fira de Barcelona para poder organizar exposiciones temporales sea el detonante para cambiar el modelo de gestión. El MNAC tampoco tiene recursos para llevar a cabo su próxima gran aventura: la remodelación de las colecciones de Arte del Renacimiento y del Barroco, las últimas grandes áreas que quedan por releer, un trabajo que llevaría consigo integrar dos de las colecciones que hoy en día aparecen desligadas del resto de las obras del fondo: la colección Cambó y la colección Thyssen con la idea de aumentar los atractivos de este gran museo. “En 2015 se llevará a cabo el proyecto, pero no comenzaremos a reformar las salas hasta 2016. Se trata de una colección no muy extensa pero exquisita”, prosigue Serra.
Para hacer boca, la próxima temporada, reducida a cuatro exposiciones, se podrá ver una muestra sobre bodegones del siglo XVII donde brillará una importante colección de 20 obras cedidas por un coleccionista extranjero anónimo, con una relación especial con Barcelona, que luego las cederá durante cinco años al MNAC y que se integrarán en la nueva presentación del Renacimiento. Antes se podrá ver otra exposición sobre las prácticas artísticas en Cataluña entre 1950 y 1977, la continuación natural del arte moderno, prevista en primera instancia para esta temporada pero que se retrasará; otra dedicada al fotógrafo Gabriel Casas, uno de los más brillantes de entreguerras, mientras que cierra el programa una muestra en la que se reivindica el pintor Xavier Gosé en el centenario de su muerte.
Si 2015 no se presenta como un buen año, los años siguientes la cosa cambiará: Serra anunció que en 2016 y 2017 están preparando dos proyectos, una gran exposición con el Prado y otra con la fundación Gala Salvador Dalí de Figueres, para la que sí se necesitarán grandes cantidades de dinero. Esperemos que ya se hayan resuelto los problemas económicos para entonces.
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