Rajoy y PNV escenifican su nulo entendimiento político

El PNV ha perdido la química con el Gobierno central. Después de disponer con el PSOE de una reconocida ascendencia en el mandato de Rodríguez Zapatero para facilitar su suficiencia parlamentaria, la mayoría absoluta del PP ha acabado por ningunear a los nacionalistas. Este desprecio político, además, alcanza al Ejecutivo vasco como se desprende del nulo entendimiento entre Mariano Rajoy e Iñigo Urkullu.

Este miércoles, en el Congreso, dos días después de que el lehendakari se quejara por la falta de respuesta del presidente del Gobierno central a sus peticiones realizadas durante su reunión del pasado mes de septiembre, Rajoy le respondió diciendo que “no se ajusta a la verdad” porque ya ha atendido “a varias de sus cuestiones”. Cuando Aitor Esteban, portavoz parlamentario del PNV en Madrid, lo escuchó advirtió al presidente de que “con su desidia” coloca a Euskadi “fuera de la agenda del Gobierno”.

Rajoy dijo ayer que ha atendido la apuesta por la Y vasca con la licitación del nudo de Bergara, que también ha asegurado “la viabilidad económica del aeropuerto de Foronda” y que “se han cerrado acuerdos” en materia de nuevos tributos, además de colaborar en la reposición de efectivos en la Ertzaintza. Eso sí, el presidente admitió la “dificultad” en “otros asuntos” que no citó como los relativos a la política penitenciaria. Esteban, sorprendido por la respuesta, le reprochó que no sabía si considerarlo dentro de “la mala educación o la desidia”.

Al valorar la respuesta de Rajoy en la sesión de control al Gobierno, Esteban aseguró que no entiende la posición del presidente popular porque las peticiones de Urkullu “eran materias a ras de suelo” como “la financiación, la fiscalidad, la aplicación de la ley del Cupo o los desencuentros jurídicos en materia de Sanidad”, recordó.

A su vez, desde el Gobierno vasco, la consejera Ana Oregi, instó al Gobierno central a que en el primer trimestre de 2015 presente una planificación completa de los trabajos pendientes del trazado de alta velocidad que discurre por Euskadi.

A este evidente nulo entendimiento entre los Ejecutivos central y vasco se unieron desde Euskadi las voces críticas con la posición de Urkullu de la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, y del delegado del Gobierno, Carlos Urquijo.

Quiroga, que prolonga así su línea dura con la gestión del Gobierno vasco y en especial del lehendakari, les pide “que sean responsables en sus funciones, en sus competencias, que son muchas, y dejen de escudarse en si Madrid hace o deja de hacer”. La presidenta del PP vasco no mantiene ninguna línea de contacto con Urkullu y el divorcio entre ambas partes se ha evidenciado con el rechazo de los populares al Presupuesto autonómico, sobre todo tras conocer que el PNV rechazaba el apoyo a las Cuentas de la Diputación de Álava y del Ayuntamiento de Vitoria, instituciones ambas gobernadas por los populares.

A su vez, Urquijo relegó a “un recurso fácil de críticas” las acusaciones de Urkullu por el inmovilismo de Rajoy hacia sus peticiones. Según dijo el delegado del Gobierno en la Cope, el Ejecutivo central “está pendiente de la colaboración y la coordinación” y de “favorecer a los ciudadanos vascos”.