Los barcos regresan a Marruecos con muchas dudas
Los gastos ponen en riesgo la rentabilidad de la pesca
Los barcos de cerco volvieron ayer al caladero de Marruecos, donde desde el 1 de abril se puede pescar al terminarse la parada biológica decretada por el país norteafricano. Sólo tres de los 20 barcos que tienen licencia la han utilizado en una muestra del recelo que sigue generado en la flota andaluza este acuerdo. La última obligación de montar en cada buque una emisora de comunicación marítima ha lastrado la intención de renovar permisos de algunos armadores. No obstante, esta alternativa es fundamental para dejar espacio en el Golfo de Cádiz, repleto de barcos y pendiente de la decisión del Gobierno sobre cómo se debe distribuir la cuota de sardina en este año.
La flota de cerco regresó este lunes a Marruecos tras aguardar al fin de la Semana Santa, aunque, en realidad, lo podía haber hecho desde primeros de mes. El país norteafricano había fijado dos meses de parada biológica que vencía el 1 de abril. De los 20 barcos con licencia en el puerto de Barbate (Cádiz) sólo tres decidieron hacer uso de ella. “En el Golfo de Cádiz hace mucho levante y era una buena opción”, ha explicado el presidente de la Asociación de Empresas Pesqueras de Barbate, Tomás Pacheco.
El caladero presenta un buen estado, con abundancia de pesca, especialmente de boquerones, y de buen tamaño tras dos meses sin faena. Pero la preocupación del sector no disminuye. La gran mayoría no ha renovado aún los permisos porque considera que los gastos incorporados a los viajes, como la obligación de comprar una nueva emisora de comunicación, no garantiza la rentabilidad de estos viajes, más productivos, pero más caros. “Las licencias son caras, también el combustible es alto y, si encima hay que comprar una emisora, no salen las cuentas", se ha quejado Pacheco.
Los pescadores de Huelva sí quieren que el acuerdo con Marruecos funcione bien, aunque la mayoría de licencias sean de Barbate. Es “beneficioso”, según Mariano García, el vicepresidente de la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores, porque “se eliminan barcos del Golfo de Cádiz y hay más cuota que repartir de las distintas especies”.
Una especialmente conflictiva es la sardina. Ayer en una reunión con el Gobierno, el sector andaluz reclamó que el reparto de cuota se establezca al 70% por criterios históricos y que el otro 30% se distribuya de manera lineal. Pero esta medida no convence a todos, de ahí que el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, recele de una postura definitiva, para no perjudicar a unos y beneficiar a otros en plena precamapaña electoral. La indefinición del Gobierno está provocando, según el sector, que los pescadores salgan a pescar de manera irresponsable, capturando todo lo posible. "Necesitamos pescar garantizándonos un volumen de captura que dé suficientes ingresos", ha explicado Mariano García.
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