Las huellas de san Ignacio como reclamo turístico
Euskadi y Cataluña promocionan como atractivo para los visitantes la ruta que hizo el santo en 1522 entre Azpeitia y Manresa
Euskadi y Cataluña han decidido dar un impulso al Camino Ignaciano, la ruta que san Ignacio de Loyola realizó en 1522 entre Azpeitia (Gipuzkoa) y Manresa (Barcelona), con su decisión de promocionarlo como un producto de turismo cultural y de naturaleza y una alternativa para los amantes del senderismo.
El Camino Ignaciano no se propone competir con el tirón que tiene el Camino de Santiago, por el que en 2014 transitaron 237.886 peregrinos. Con una aspiración mucho más modesta, las comunidades y ayuntamientos que impulsan esta travesía pretenden ofrecer una alternativa diferente a los amantes del patrimonio cultural, la naturaleza o del recogimiento espiritual.
Discurre desde la casa natal de Ignacio en Loyola, una casa torre junto a la basílica de Loyola, en Azpeitia, hasta lo que se conoce como la Cova de San Ignacio, en la ciudad de Manresa, cerca del Monasterio de Montserrat. Son 650 kilómetros en total repartidos en 27 etapa. Seguir la ruta realizada por san Ignacio hace casi 500 años supone, en algunos tramos de la travesía, caminar en sentido contrario a las flechas amarillas que apuntan a Santiago.
La ruta ignaciana se creó en 2011, año en el que solamente 41 peregrinos completaron toda la caminata. Un año después fueron 91; pasaron a 179 en 2013 y el año pasado fue realizado por 201 personas (114 españoles y 87 del resto del mundo).
La directora de Basquetour, Arantza Madariaga, y el director ejecutivo de la Agencia Catalana de Turisme, Patric Torrent, han presentado un nuevo producto turístico que une ambas comunidades a través del camino Ignaciano, aprovechando que este año se celebra el año jubilar a partir del 31 de julio, festividad de san Ignacio.
En la presentación del nuevo producto turístico han estado presentes, asimismo, la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, los alcaldes por los que transcurre el recorrido a su paso por Euskadi, además de un representante municipal de Manresa, localidad donde finaliza el trayecto, y representantes forales, de la Compañía de Jesús-Universidad de Deusto, y el rector del Santuario de Arantzazu, entre otros.
Tapia considera que el Camino Ignaciano, que pasa por seis comarcas y 15 municipios vascos, servirá para promocionar el turismo interior de Euskadi, que "quizá se ha visto un poco menos promocionado que el resto", a su juicio. Además, permitirá "traer un turismo diferente a Euskadi", porque ofrece "unos valores naturales muy diferentes que pueden captar diferentes tipos de visitantes, desde el que busca una experiencia cultural, el que desea una experiencia de fe y también aquel que busca un contacto con la naturaleza".
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