Jon, Miren y Unai ahora sí quieren pagar impuestos

El fraude fiscal, tiene todavía en el País Vasco, una cierta aceptación social. ¿Te lo puedo pagar sin el IVA? Eludir ingresos en el caso de profesionales y autónomos y trampear las declaraciones en el Impuesto de Sociedades, o el negocio de las facturas falsas, -todo eso que se conoce de forma eufemística como "ingeniería tributaria"-, está a la orden del día. Una vez estimado que el fraude fiscal puede ascender a los 2.500 millones de euros en Euskadi, el 25% del Presupuesto del Gobierno vasco y que la bolsa de fraude aflorada en 2014 en Euskadi equivale a unos mil millones de euros, no llega al 10% de los 11.000 millones del presupuesto del Gobierno vasco, el 1,5% del PIB, parecía lógico que había que tomar algún tipo de medida más allá de perfeccionar los sistemas de lucha y el número de inspectores. Jon, Miren y Unai, como el resto de miles de alumnos vascos, querrán pagar sus impuestos en el futuro, porque entenderán que de ellos va a depender la educación de sus futuros hijos y la sanidad de sus padres, en un modelo de Estado del Bienestar cuya calidad está íntimamente vinculada a la solidaridad fiscal.

La Comisión de Lucha contra el Fraude, que nació tras el pacto tributario firmado entre PNV y PSE en 2013, hizo pública la idea de llevar la fiscalidad a las aulas como una manera de acabar con esa percepción social, el pasado mes de junio. Dos meses después ya se ha materialzado en los currículos para el próximo curso. La consejera de Educación, Cristina Uriarte, ha explicado, a través de una respuesta parlamentaria al PSE-EE, que los contenidos se introducirán en las materias de 'Valores sociales y cívicos', en Educación Primaria, y en un nuevo bloque de contenidos sobre 'Valores éticos', en la ESO. Los centros educativos "contarán con toda la información necesaria" para introducir estas materias "al comienzo" del curso 2015-2016.

Al formar parte de una asignatura específica, los contenidos "serán definitivos desde el momento de su publicación", aunque podrán ser "adaptados" por los centros a sus propios proyectos curriculares. En el caso de Educación Primaria, la formación sobre "educación tributaria" y "conciencia fiscal" se incluirá en el criterio de evaluación titulado 'Conocer y expresar las notas características de la democracia y la importancia de los valores cívicos en la sociedad democrática vasca', del segundo ciclo de esta etapa educativa. En la ESO se ha incluido un bloque de contenidos nuevo, por sugerencia del Departamento de Hacienda y Finanzas, titulado 'Los valores éticos y su relación con el estado de bienestar'.

El tributo como parte

Este bloque de contenidos introduce conceptos relacionados con el sistema de bienestar social (estructura y principales servicios); cuál es el papel que desempeñan las administraciones públicas, los servicios que prestan al conjunto de individuos, y su financiación. También se realizará "una reflexión sobre los impuestos, relacionándolos directamente con los servicios prestados por las administraciones y su efecto redistribuidor, la solidaridad y el cumplimiento de las obligaciones fiscales".

Estos contenidos forman parte de una asignatura específica que tendrá la dedicación horaria establecida por cada centro en su proyecto curricular. La introducción de estas materias en Primaria y Secundaria se ha decidido "a sugerencia" del Departamento de Hacienda y Finanzas del Gobierno vasco, según explica la responsable autonómica de Educación. En la elaboración de los contenidos han participado redactores de las asignaturas correspondientes a la competencia social, así como otros docentes.