Madrid a ritmo de América

Antes de que América Latina bailara a ritmo de cumbias, tangos, rancheras y, más recientemente, reggaetón, la música mestiza (mezcla de sonidos indígenas y españoles) era la que movía a sus habitantes en las fiestas populares. Algunas de esas melodías, con sus respectivas coreografías, podrán verse este 11 y 12 de octubre en el Auditorio 400 del Museo Reina Sofía, donde grupos de asociaciones de inmigrantes latinoamericanos residentes en Madrid mostrarán sus danzas tradicionales en Ritmos de América, el programa que cierra el ciclo América nos une, organizado por la Casa de América de Madrid con motivo del Día de la Hispanidad.

Por eso Giovana Cachi lleva varios días ensayando La Morenada, una danza en honor a los antiguos esclavos negros de las minas bolivianas, y ya tiene listo su traje de cholita que mandó pedir a su ciudad natal, La Paz, y con el que ocupa un lugar destacado en la Asociación Folclórica de Elegantes Bolivianos, fundada hace cinco años. “En el grupo llegamos a ser 70 personas y en agosto hasta 100, porque es nuestra fiesta tradicional, la de la Virgen de Urkupiña, de Cochabamba. Es el 15 de agosto y coincide con el día de la Paloma, que se celebra aquí en Madrid”, explica vestida con una pollera (falda) y un sombrero.

En 'Ritmos de América' participarán más de 200 personas pertenecientes a 12 asociaciones de inmigrantes

Más aparatoso y espectacular es el traje que lleva Diego Fabián Goña Mena, un ecuatoriano de 30 años que vive desde hace 15 en esta capital, donde trabaja como distribuidor independiente de productos nutricionales y dedica los fines de semana a preparar los bailes andinos típicos del país gobernado por Rafael Correa. “Cuando estudiaba la primaria en Quito hacíamos pasacalles en los festivales del día de las madres o de la Patria, pero no fue hasta hace poco cuando decidí tomarme en serio esto de la danza. Será por la nostalgia de la tierra, no sé. Pero me gusta mucho difundir mi cultura originaria”, dice con parsimonia y un gran tocado artesanal sobre la cabeza este integrante del Ballet Quitus.

Mientras Diego habla, Nilda Menidas, de Paraguay, lo mira de reojo y se acomoda su falda amplia. Nilda nació en Asunción, la capital de su país, y vive en Madrid desde hace cinco años. Cada semana procura tener tiempo para ensayar n el Grupo de Danza Jeroky. Trabaja en una empresa ecológica de vehículos y baila polca. “Nuestra polca es diferente a la de Europa. Más alegre y vivaz”, subraya con su acento guaraní. Es lo mismo que le hace ilusión a Georgina Lara, de México, quien ensaya todos los sábados del año con el ballet de la Asociación Cultural Nahui Ollin, cuyo nombre significa “Movimiento del Quinto Sol”, y se moverá en el escenario a ritmo de una jarana, un ritmo de Yucatán muy influenciado por la jota aragonesa, que se baila también con los brazos levantados. “Vivo aquí hace 12 años y siempre he sentido que tengo la responsabilidad de difundir algo de mi cultura tradicional", dice con orgullo.

En Ritmos de América participarán más de 200 personas pertenecientes a 12 asociaciones de inmigrantes y con esta actividad se cierra el ciclo de mesas redondas, conciertos y exposiciones que desde hace dos semanas realiza la Casa de América para destacar los lazos que unen a España con América.