La avispa asiática coloniza Cataluña
Los Agentes Rurales apuestan por medidas de contención ante la imparable expansión de la especie, cuya erradicación consideran “imposible”
La avispa asiática sigue su imparable expansión por Cataluña. Los Agentes Rurales ya habían localizado y destruido en toda Catalunya a principios de octubre 31 nidos de esta especie invasora, más del doble que durante todo 2014. Las previsiones, además, son malas: los técnicos auguran que esta cifra seguirá creciendo durante este otoño ya que han sido avistados muchos ejemplares de avispa velutina en zonas de la Garrotxa y el Alt Empordà. Para 2016, las previsiones son que los nidos destruidos superen los 100.
El Jefe del Cuerpo de Agentes Rurales de la provincia de Girona y miembro de la Comisión de Seguimiento de la Avispa velutina, Ignasi de Dalmases, considera que la especie en Cataluña “no se podrá erradicar, pero si frenar” e insiste en la necesidad de coordinación entre organismos públicos y el sector privado. De Dalmases considera que hasta el momento la Generalitat ha hecho un buen trabajo al investigar la progresión de la especie, formar a los agentes y dotarles con trampas para atraer avispas y destruir sus nidos. Pero llegará un momento que la lucha caso a caso será inviable. “En Francia la situación es tal que ya sólo destruyen los nidos que causan molestias”, explica. En Galicia, donde la velutina llegó hace tres años, los nidos identificados son más de 1.000 este año.
De los 31 nidos destruidos este año, 30 lo han sido en la provincia de Girona y uno en Lleida. Por comarcas, la más afectada es la Garrotxa (ocho nidos), seguida por el Alt Empordà, el Gironès y el Ripollès y la Selva. En 2014, la especie también fue localizada en el Vallès y la Vall d'Aran.
La destrucción de nidos se lleva a cabo con cualquiera de los tres métodos que han resultado eficaces. Los ataques se llevan a cabo por la noche, cuando todos los ejemplares están en el nido y su actividad es menor. Si el nido está en una zona accesible, los agentes lo retiran manualmente equipados con un traje parecido al de los apicultores, lo rocían con insecticida y lo congelan para matar a todos los insectos. Si el nido está en la copa de un árbol de imposible acceso, utilizan unas perchas que a modo de jeringuilla o con varios disparos.
Aunque inofensivas para el ser humano —más allá de una molesta picadura—, la avispa asiática daña seriamente la población de abejas y causa graves daños al equilibrio de los ecosistemas. El principal peligro de la avispa asiática es su voracidad. Su alimentación está basada en la ingesta de proteínas e hidratos de carbono. Las primeras las consigue con todo tipo de insectos, especialmente abejas —que suponen más de un 80% de su alimento— y los segundos en la fruta. Otro gran problema es que su fácil adaptación a entornos naturales que le son favorables y la ausencia de depredadores, lo que le da una gran capacidad para expandirse.
“Aunque todavía no hayamos encontrado una gran cantidad de nidos, no significa que no estén ahí”, mantiene el Jefe de los Agentes Rurales. En principio, se pensaba que este insecto avanzaría principalmente por donde las características le eran más propicias “en masas forestales y húmedas”. Sin embargo, dos nidos han sido localizados en el litoral (Roses), lo que pone un poco en duda esta teoría. “A partir de otoño, cuando los árboles pierden sus hojas es previsible que la localización de nidos sea considerable, fácilmente el doble de los que tenemos ahora, porqué serán más fáciles de ver” indica. Aunque la mayoría han aparecido en copas de árboles, también se han localizado bajo aleros de tejados o en una pared de piedra. Por el momento, la única comarca gerundense donde todavía no se ha detectado la especia es el Baix Empordà.
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