El Ayuntamiento de Mataró rechaza la intervención del hospital
La mayoría de los grupos municipales firman una declaración para que Salud devuelva la autonomía de gestión al centro
Casi todos los grupos políticos municipales de Mataró, excepto la CUP, se posicionaron ayer en contra de la medida que ha tomado la Generalitat de intervenir el Consorcio Sanitario del Maresme (CSdM), que gestiona el hospital local. El Departamento de Salud y de Economía suspendieron la semana pasada el régimen especial de autonomía de gestión del que gozaba el CSdM por haber hecho un déficit de unos dos millones de euros en el ejercicio anterior. Este régimen especial que tienen todas las empresas sanitarias públicas exime a los centros de aplicar las medidas que afectan a entidades del sector público de la Generalitat (como la retirada de la paga extra a los funcionarios), pero les obliga a cumplir estrictamente con el presupuesto y cerrar sus cuentas anuales con déficit cero.
En Junta de Portavoces, los grupos municipales, incluido CiU, firmaron ayer una declaración institucional de rechazo a la medida y exigieron a la Generalitat que devuelva el régimen especial al CSdM. Trabajadores, usuarios y el consistorio en bloque denuncian que la situación actual del consorcio sanitario de la zona "no es derivada de una mala gestión", sino de un infrafinanciamiento crónico y de las deudas que tiene la Generalitat con la empresa pública, a la que debe, según el comité de empresa del CSdM, 36 millones de euros. En cambio, el déficit del consorcio es inferior al 2% de su presupuesto (105 millones de euros).
A diferencia del hospital de Sant Pau, cuya intervención en 2012 supuso la destitución de la directiva del centro, el CSdM mantendrá su cúpula de gobierno pero tendrá que poner en marcha el plan de reequilibrio y someterse a la fiscalización del Gobierno catalán, que controlará todos sus movimientos económicos. Ese plan de viabilidad ya se puso en marcha el pasado verano con la abstención de los representantes municipales en el Consejo Rector e incluía medidas controvertidas como vaciar una planta del hospital de Mataró y trasladar allí a pacientes de uno de sus centros satélites, el sociosanitario Sant Jaume. Ante las protestas de los trabajadores, el Ayuntamiento y Salud acordaron frenar temporalmente esta medida.
El consistorio ve en el plan de reequilibrio "acciones aprobadas con criterios esencialmente economicistas, sin un análisis definitivo de la repercusión de las medidas sobre las condicones actuales del servicio asistencial". Salud y la dirección del hospital prometieron que no se tocarían los sueldos ni las condiciones laborales de los empleados. Con todo, los trabajadores ya han advertido que, de llevarse a cabo otras medidas como el traslado de pacientes desde el Sant Jaume, en la época de epidemia de gripe el hospital colapsará y no tendrá camas suficientes para atender a toda la demanda de pacientes que llegará. " Todos los grupos municipales, de manera unánime, hemos pedido que se frene el traslado de pacientes del Sant Jaume al hospital de Mataró hasta que no se haya presentado y debatido un plan director sociosanitario", reza la declaración institucional.
El Ayuntamiento pidió además una "solución definitiva" para la situación económica del CSdM "que contemple el resarcimiento de la deuda histórica de la Generalitat con el consorcio, las inversiones necesarias y el incremento de los ingresos a través del contrato programa con el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut)".
"Ha provocado un malestar conjunto por el momento inoportuno en el que llega esta intervención, con un gobierno en funciones", criticó ayer el alcalde de Mataró, David Bote (PSC). El edil insistió en que la situación del consorcio es "una cuestión estricta de la Generalitat" y pidió "que se financie como toque". "El Ayuntamiento y los trabajadores podemos hacer esfuerzos pero no servirán de nada sin la financiación correcta por parte de la Generalitat", indicó. Bote advirtió además que el traslado de pacientes del Sant Jaume al hospital principal "sería una situación intolerable" y se tendrían que tomar todas las medidas de presión a su alcance.
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