Achatz, estrella de rock

La llegada del chef estadounidense Grant Achatz a la ciudad ha levantado una expectación que confirma que la cocina es el nuevo rock'n'roll. En un tiempo, cuando la locura gastronómica actual se haya moderado, alguien contará que en 2016 la versión pop up del Restaurante Alinea de Chicago en Madrid se llenó sin problemas durante casi un mes (del 12 de enero al 6 de febrero) a pesar del precio. Durante la primera semana de apertura, que acabó el sábado, el cubierto salía por 500 euros más el 10% de IVA. A eso habría que sumar otros 125 o 250 si se apostaba por una de las dos opciones de maridaje con vinos.

Acabado este periodo inicial, al que se ha llamado La experiencia, por ser un menú a medias con Dabiz Muñoz, que tiene un restaurante en el mismo edificio, el Hotel NH Collection Eurobuilding (Padre Damián, 23. Madrid), el precio por comensal, 275 euros más IVA, suena hasta razonable. Es todo tan estelar que lo único que diferencia esto de un concierto de The Rolling Stones es que de momento no hay reventa, que se sepa.

La gira de Achatz, un cocinero que considera fundamental su paso por elBulli de Ferran Adrià, fuera de Chicago coincide con la “reconceptualización” de su sede original para preparar el décimo aniversario de su fundación. Esto implica su cierre por un tiempo, que aprovechará para emprender este tour con Alinea.

Achatz y su equipo de cocina y sala, suman 39 personas, y ofrecen dos turnos de cenas por día para un total de 80 comensales, de martes a sábado, con un menú único de 17 a 20 platos diseñado casi en su totalidad para la ocasión. El cocinero ha señalado que la carta, aunque reflejará su cocina, emplearán productos españoles. Aunque no todos su clientes son locales. Aproximadamente la mitad de las reservas corresponden a comensales españoles y el resto provienen en su mayoría de Reino Unido, Alemania y Bélgica.