Condena por herir a un ‘mosso’ en los incidentes de Can Vies
Muchos de los detenidos durante las jornadas de disturbios han acabado absueltos
Los graves incidentes ocurridos en Barcelona en la primavera de 2014, tras el desalojo de un centro okupa, siguen llegando a los juzgados. Muchos de los detenidos durante las jornadas de disturbios han acabado absueltos, la mayoría por falta de pruebas. Una juez, sin embargo, ha condenado ahora a uno de ellos a dos años de prisión por lesionar a un agente de los Mossos d’Esquadra de una pedrada. El policía sufrió una contusión en un codo.
La sentencia considera probado que, la noche del 20 de mayo de hace dos años, Albert E. participó en una marcha para protestar por el desalojo de Can Vies, un histórico centro social okupado en el barrio de Sants. El joven, recoge la sentencia, lanzó una piedra a un furgón de los antidisturbios y alcanzó a un agente que había bajado del vehículo. La juez ha impuesto a Albert E. 15 meses de cárcel por atentado a la autoridad y nueve meses más por desórdenes públicos.
La juez condena también, aunque a penas bastante inferiores —entre nueve meses de cárcel y una pena de multa— a otros tres jóvenes que formaban parte del mismo grupo. Todos ellos arrojaron piedras y jardineras contra la línea policial y montaron barricadas con contenedores de basura y motocicletas para impedir el avance de las furgonetas de la Brigada Móvil (antidisturbios de los Mossos).
Mayoría de absoluciones
La Fiscalía pedía una pena aún mayor (tres años y medio para Albert E.), mientras que los jóvenes defendieron en el juicio su inocencia. Afirmaron que habían sido detenidos de forma arbitraria y aseguraron que toparon con la policía cuando estaban buscando una forma de regresar a casa.
Los procesos judiciales por los disturbios de Can Vies han tenido una suerte dispar. En muchos casos, los jueces han considerado que los Mossos no han aportado indicios suficientes para dictar una condena. El caso más sonado fue el de Sergi Rubia, un auxiliar de enfermería que llegó a permanecer 22 días en prisión provisional por haber colocado, presuntamente, un contenedor ardiendo en medio de la calle.
En el juicio, los testigos desmontaron la versión de la policía y corroboraron que Rubia estuvo hablando en la calle hasta que fue detenido. El joven afrontaba una petición de casi cinco meses de cárcel. Fue absuelto.
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