Cinco grados menos en Buitrago
Esta localidad en la sierra norte y con menos de 2.000 habitantes, esconde cultura, naturaleza, judiones y un refresco del calor capitalino
Si a estas alturas no les suena de nada Buitrago del Lozoya es que no son de Madrid. Porque no hay conversación sobre escapadas —o lista de pueblos con encanto que se precie— en la que no aparezca este municipio de la sierra norte. Seguro que han escuchado cosas como que es muy bonito o que se come de maravilla. ¿Y saben qué? A veces los lugares comunes aciertan. Pero en este caso, además, se quedan cortos. Buitrago es, en efecto, muy bonito y se come, desde luego, muy bien. Pero es que también está en un entorno privilegiado. Y ofrece la posibilidad de vivir en la Edad Media, pero con las ventajas de este siglo: wifi, sistema de alcantarillado... Entre otras. ¿Quieren una razón más? Ahí va. En 2005, se planteó recrear aquí una parte de la Tierra Media de El señor de los anillos.
Aquella iniciativa se llamó La pequeña Tierra Media. Y partió de la Asociación Española de Dinamización Regional. Lo que se pretendía era recrear en algunos municipios de la sierra norte madrileña parte del universo ideado por el escritor J. R. R. Tolkien, creador de esta saga. Así, a Buitrago le correspondía ser Bree. El lugar de la novela donde está la posada del Pony Pisador y donde se desarrolla uno de los encuentros más importantes: el de Frodo con Aragorn. La propuesta tuvo su recorrido. E incluso contó con el respaldo de Agustín Ferrer, entonces alcalde de Buitrago. Pero no llegó a fundirse. Tampoco es que hiciera falta.
Este municipio, ubicado en el valle medio del Lozoya y a 75 kilómetros de Madrid, tiene encanto de sobra para atraer a miles de turistas sin necesidad de recrear universos ficticios. Aquí también ha habido héroes de leyenda. Pero eran de verdad y participaron en la Reconquista.
La muralla que protege a este pueblo se levantó a finales del siglo XI. Y ha llegado hasta nuestros días reconstruida, pero conservando el eco de la memoria, de los días en los que el rey Alfonso VI se abría paso a espadazos hasta el reino taifa de Toledo. Este conjunto fortificado, de 800 metros de perímetro y hasta 16 metros de altura, es uno de los mejores conservados de la Comunidad (declarado Monumento Nacional en 1931). Y fue uno de los motivos de que Buitrago fuera declarado Bien de Interés Cultural en 1993.
El recinto amurallado de este pueblo —de 1.952 habitantes— protege también al castillo de los Mendoza; en otro tiempo residencia del marqués de Santillana. Y a la iglesia de Santa María del Castillo y la Torre del Reloj. Todo este conjunto es digno de visita. Aunque el castillo está en obras, pero por dos euros pueden acceder a la parte de arriba de la muralla y contemplar la exposición de máquinas de asedio y armas medievales. También las vistas.
De repente, un Picasso
Buitrago toma su nombre del río Lozoya. Este río forma un meandro alrededor del pueblo, situado a los pies del puerto de Somosierra y con la Sierra de Guadarrama de fondo, que lo dota de un encanto natural con sus encinares, robledales y pinares. Si les gusta la aventura, aquí pueden hacer piragüismo.
Sepan que en esta localidad estarán a cinco grados menos que en la capital, según explica Felipe Rodríguez, vecino de 30 años. Lo cual se agradece. Si quieren darse un chapuzón, no lo hagan en el río que está prohibido. Mejor vayan a las piscinas naturales de Riosequillo situadas en el embalse del mismo nombre. Y si después de todo esto se les despierta el apetito, Felipe recomienda tapear en la zona de la villa. Y para platos más elaborados, el asador La Muralla. Ahí Joaquín Campillo, su gerente, les atenderá encantado. Prueben sus judiones de la sierra o su cordero churro.
El pueblo de 'El señor de los anillos'
La versión serrana de El señor de anillos se pensó muy en serio. En 2005, 22 de los 42 alcaldes de la zona vieron que entre sus pueblos y las tierras imaginadas por Tolkien existía "gran parecido" y se embarcaron en la aventura de crear un parque temático basado en el mundo de este escritor. El proyecto partía de la Asociación Española de Dinamización Regional que, por su devoción por la trilogía, planteó entre los alcaldes de la zona la idea.El exalcalde de Buitrago del Lozoya, Agustín Ferrer fue uno de los que recogió el guante. Pero el proyecto no pasó de ahí. Además, eso hubiera supuesto que a alguno de estos pueblos le hubiese tocado ser Mordor. Y nadie quiso serlo.
“Tenemos río, montaña, patrimonio, historia. Es increíble que un pueblo tan pequeño junte tantos tesoros, yo no he visto algo así en otro municipio”, resume orgulloso Ángel Martínez, su alcalde. Una de esas joyas está, precisamente, dentro del Ayuntamiento. El museo Picasso, al que se accede de forma gratuita y que esconde unas 60 obras que el pintor le regaló a su barbero y amigo, Eugenio Arias.
Las láminas, las cerámicas y los dibujos fueron cedidos por Arias, ilustre buitragueño, a la Comunidad de Madrid y acabaron en su pueblo natal, como explican los lugareños. A este museo, mejor ir entre semana y al pueblo, en general. Y mejor un martes o un jueves. Pero si quieren ver Buitrago del Lozoya en todo su esplendor, sus fiestas patronales son a mediados de agosto. Habrá orquesta, verbena y también, para los más atrevidos, una cucaña. Y un poco después, a comienzos de septiembre, comienza su feria medieval. ¿Es o no es un lugar común digno de visita?
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