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COMER Y BEBER
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El paraíso de los mejillones

Un restaurante en la calle de Orellana está especializado en estos moluscos, servidos al estilo belga

Pablo León
Una de las ollas del restaurante madrileño Mejillón.
Una de las ollas del restaurante madrileño Mejillón.
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La propuesta del Mejillón (Orellana, 1; 20 euros por persona; www.mejillonrestaurants.com) es clara y directa: ollas de mejillones acompañadas de cuidadas salsas que matizan su sabor y de acompañamiento, patatas fritas. En Bélgica, este menú no sería nada original; sus calles están llenas de puestos callejeros (mouleries) donde se anuncian moules et frites (mejillones y patatas fritas). De hecho, la idea de abrir este local cuasi monovarietal viene de las calles de la capital europea: "Este tipo de locales son muy exitosos en Bruselas, pensamos que aquí podría funcionar", cuenta Pablo Caruncho, inspirador del restaurante, que no cierra la cocina en todo el día y que ofrece una variada selección de cervezas del país centroeuropeo.

La experiencia de estos meses les ha dado la razón: "Una tarde tuvimos que ir a buscar mejillones por todo el barrio. Habían arrasado", recuerda Caruncho, que cuida mucho la selección de los mejillones de roca. Con las cazuelas a menos de 10 euros - y rebosantes, con casi tres cuartos de kilo de mejillones en su interior- normal que agoten existencias. Aunque en su carta aparecen entrantes que nada tienen que ver con el molusco (el steak tartar o los platos de pasta son muy recomendables), tras ellos viene la olla acompañada de una ración de patatas fritas y aderezada con diferentes salsas: a la peruana, a la mexicana, al estilo thai, o el sabor belga tradicional. Cada uno de ellos mezcla sutilmente su sabor con el del mejillón. A pesar de la tentación de compartir cazuelas, para probar más variedad, cuando se pide una se quitan las ganas: lo mejor es disfrutarla hasta el final y no mezclar sabores. Si quedan ganas de probar otra salsa, siempre se puede repetir.

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Sobre la firma

Pablo León
Periodista de EL PAÍS desde 2009. Actualmente en Internacional. Durante seis años fue redactor de Madrid, cubriendo política municipal. Antes estuvo en secciones como Reportajes, El País Semanal, El Viajero o Tentaciones. Es licenciado en Ciencias Ambientales y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Vive en Madrid y es experto en movilidad sostenible.

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