Guerra comercial en el cementerio de Leganés
La Comunidad expedienta a la concesionaria del camposanto por no dejar trabajar a otros marmolistas
En el cementerio de Leganés, al sur de esta ciudad de casi 187.000 habitantes, hay dos grandes estanques de unos 25 metros de largo; hay un jardín con árboles anajarandos que estos días van dejando sus hojas por el suelo; y hay, claro, lápidas, cientos de lápidas que no solo recuerdan a las personas que se fueron, sino que además son un negocio del que vive mucha gente y que hoy está inmerso en una disputa comercial. La Comunidad de Madrid ha abierto un expediente sancionador a la empresa Funemadrid, filial de Funespaña y concesionaria que gestiona el camposanto municipal de Leganés, “por posibles prácticas anticompetitivas consistentes en una posible denegación por parte de la concesionaria del acceso a distintas mercantiles de marmolistas para la realización de trabajos dentro del cementerio”.
Francisco Robles, de la Asociación de Empresarios de Madrid de la Piedra y el Mármol, lo explica llanamente: “No nos dejan trabajar porque quieren hacerlo ellos. Cobran más que nosotros [por las lápidas y sus inscripciones] y dicen que tienen derecho porque la concesión les otorga el 100% de la explotación. Nos hemos quejado al Ayuntamiento y allí nos dicen que no pueden hacer nada, que lo denunciemos. Y eso hemos hecho”.
Ahora, la Comunidad de Madrid tiene seis meses para instruir el expediente y, después, el Consejo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, otros seis meses para decidir si realmente se están vulnerado la libre competencia en este caso.
Mientras Funemadrid no ha respondido a los intentos de este periódico para que ofrezca su versión del conflicto, el Ayuntamiento de Leganés admite que ya han tenido dos reuniones con la empresa concesionaria y los marmolistas —hay, según Robles, siete empresas afectadas por la porhibición de trabajar en el cementeterio municipal—. “En la concesión no hay nada que hable de ese tipo de exclusividad. Les hemos pedido [a la compañía concesionaria] una copia de su reglamento de actuación, pero todavía estamos a la espera de que nos lo entreguen”, explican fuentes municipales. Añaden, además, que de ninguna manera se han modificado las condiciones del contrato en el último año y medio.
Fue entonces cuando, asegura Robles, les empezaron a negar a otros marmolistas el paso para desarrollar su trabajo en el cementerio de Leganés. “Estamos sometidos a muchas presiones. Dependemos enormemente de las decisiones de las aseguradoras, y esto que pasa en Leganés también ocurre en más lugares”, se queja.
El sector funerario es, desde su liberalización hace ahora 20 años, uno de los que genera más denuncias ante las autoridades de defensa de la competencia por “acuerdos anticompetitivos (por ejemplo, repartos de mercado) como, más frecuentemente, de abuso de posición dominante (por ejemplo, discriminación de precios)”, explicaban en 2011 en el blog económico Nada es gratis los especialistas Juan Santaló y Francisco Marcos.
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