Esquerra exhibe músculo en su objetivo de ser la fuerza hegemónica
Un acto multitudinario en Barcelona vaticina que ERC está en condiciones de dar el 'sorpasso' sobre la antigua Convergència
Esquerra Republicana ha visualizado este sábado por la tarde en un acto multitudinario en Barcelona la fuerza que le adjudican todas las encuestas y que vaticinan que está en condiciones de dar el sorpasso en el Parlament y convertirse en la fuerza hegemónica en Cataluña en detrimento de la antigua Convergència. Con independencia del desenlace final del referéndum prometido –se celebre o no–, los independentistas saben que el proceso culminará antes o después con unas elecciones que aspiran a ganar con suficiencia.
Bajo el lema Guayem la República; Fem-ho (Ganemos la República; Hagámoslo), los republicanos exhibieron músculo reuniendo en el Centro de Convenciones Internacionales a más de 5.000 personas. El acto ha sido el pistoletazo de salida para pedir el “sí” en una eventual campaña ofreciendo en favor del referéndum, además, un mensaje de fortaleza sus socios del Partit Demòcrata Europeo heredero de la exConvergència y muy en horas bajas por sus casos de corrupción. Los dos últimos sondeos son elocuentes: uno de diciembre, de GESOP, pronosticaba que ERC obtendría hoy entre 48 y 50 escaños frente a los 15 o 17 de los nacionalistas, que serían cuartos. Otra de GAD3, de enero, apuntaba que vencerían a los exconvergentes por 10 diputados.
El mitin ha querido asentar la idea de que Esquerra se inspira en las máximas de la diversidad, la centralidad y en la máxima de que todos los catalanes configuran un solo pueblo. Y que el referéndum es la pieza clave del engranaje para lograr el cambio social. Tras desfilar por el escenario una decena de dirigentes, Oriol Junqueras, presidente del partido, ha asegurado que el referéndum se celebrará. “Nunca renunciaremos a la democracia. Nunca renunciaremos a las urnas y a las papeletas”, ha dicho asegurando que la votación “es también una oportunidad de cambio para España”. El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, ha asegurado minutos antes que Cataluña conseguirá celebrar la votación para culminar el proceso soberanista: “Ganaremos cívicamente, pacíficamente y, si es necesario, insumisamente”, ha deslizado.
“Nunca renunciaremos a la democracia. Nunca renunciaremos a las urnas y a las papeletas", afirma Oriol Junqueras
Esquerra ha puesto el pie el acelerador en busca de afianzar esa hegemonía que ya se insinuó en las elecciones europeas de 2014 cuando dieron el sorpasso derrotando al partido de Artur Mas. Fue su primera victoria desde la Segunda República. Tras la irrupción de las confluencias de izquierda, las municipales de 2015 supusieron un brusco frenazo a su proyección pero Esquerra emergió en las dos elecciones generales del 20-D y el 26-J quedando en segunda posición por detrás de En Comú Podem. Convergència fue en esas dos citas cuarta y tercera, respectivamente.
Desde la explosión del soberanismo, en 2012, ERC ha ocupado como una mancha de aceite la centralidad política. Con la bandera de estar limpia de corrupción, ha roto costuras y se ha granjeado el apoyo de electores soberanistas de todos los sectores. Su baza es que es un partido independentista de toda la vida y no sobrevenido. Y con habilidad, Oriol Junqueras, ya como socio parlamentario o como miembro del Gobierno, ha sabido librarse del desgaste de los recortes, pagados por los nacionalistas, o de sus dudas en apoyar el 9-N ideado por Mas. Les falta la reválida final: ganar unas autonómicas. Sus rivales, desde los comunes a la CUP, les miran de reojo. Esquerra ya se resignó a tener que asumir la lista unitaria que alentó Mas para las elecciones del 27-S. No hay duda de que eso no se repetirá.
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