_
_
_
_

Medea también pudo matar al niño Gabriel

Lluís Pasqual lleva a escena la tragedia griega con Emma Vilarasau de protagonista

Jacinto Antón
Emma Vilarasau como Medea en el montaje del mismo nombre de Lluís Pasqual.
Emma Vilarasau como Medea en el montaje del mismo nombre de Lluís Pasqual.ROS RIBAS

Gran semana trágica en los escenarios catalanes: tras arrancar el miércoles las representaciones del Èdip de Oriol Broggi y Julio Manrique (encomendados a Sófocles) es el turno de la Medea de Lluís Pasqual y Emma Vilarasau (bajo la égida de Eurípides). Medea, la mujer de una tierra salvaje que por despecho y celos mata a sus hijos para vengarse del padre, el hombre que la ha abandonado por otra, llega al Teatre Lliure en la piel de la Vilarasau —con el cabello muy corto— en un montaje dirigido por Pasqual y que se estrena el próximo miércoles. El director, que ya había hecho una Medea en 1979 con Núria Espert, es también autor, junto con Alberto Conejero de la versión en la que mezclan la tragedia de Eurípides con la que sobre el mismo tema, con algunas variaciones del mito, escribió Séneca.

Medea es una mujer de armas tomar que se ve arrastrada a una serie de traiciones y crímenes espeluznantes a causa de la pasión que le inspira el héroe Jasón. Princesa y sacerdotisa con ribetes de hechicera en la Cólquide donde reina su padre, en la leyenda Medea ayuda a Jasón a robar el mágico Vellocino de Oro que ella custodia y huyen juntos, con los argonautas, el grupo estilo Patrulla X que acompañaba a Jasón. Para desanimar a los perseguidores, Medea comete un primer asesinato: mata a su hermano, lo descuartiza y arroja los trozos al mar. Empezamos bien. Todo eso es background de la tragedia en la que encontramos ya a la pareja, con dos hijos, refugiados en Corinto donde el rey Creón le propone a Jasón repudiar a Medea y casarse con su hija Creusa. Él accede y es por eso por lo que Medea, ante la nueva boda se convierte en una furia (leona y Escila a la vez): mata al rey y a la princesa (prometida) y luego a sus propios hijos.

¿Por qué hacer Medea hoy? "En principio porque tienes a la actriz para hacerla", responde Pasqual. "Como con Hamlet no es una obra en la que un director se levanta un día y dice: voy a hacer Medea. Te dices voy a hacer Medea con.... Luego, al ir trabajando te das cuenta también de porqué has escogido hoy esa tragedia: estamos en un momento de desesperanza. Ir a Medea es ir a los mitos fundacionales, a que nos cuenten el porqué de la irracionalidad llevada al extremo. Porque estamos en un mundo irracional, perdemos la luz y la razón, el pensamiento que produce el lenguaje y el lenguaje que produce el diálogo”. ¿Estamos hablando de las consecuencias del procés? "Y del Daesh (el ISIS) y de tantos movimientos irracionales que sin duda tienen todos una explicación y que han surgido por algo, pero la irracionalidad me da mucho miedo".

Pasqual añade que la obra contiene por supuesto temas como el feminismo, la violencia de género o la suspicacia ante el Otro. "Medea es mujer y es una extranjera, una refugiada que no entiende las leyes de su nueva patria. La obra está llena de referencias contemporáneas, no hace falta ni buscarlas. Resuenan por todos lados".

La tragedia en sí, "es muy de manual, un ataque de celos incontrolable. Medea mata para hacer daño a su marido. Medea ataca donde más le duele a Jasón". Pasqual señala que no hay diferencia entre el comportamiento de Medea y el de Ana Julia Quezada, la asesina confesa del niño Gabriel en Hortichuelas, que demuestra qué distancia tan corta media entre Málaga y Corinto.

De la comparación entre Èdip y Medea, Sófocles y Eurípides, dice que el segundo es más melodramático, y Sófocles más seco, más árido. "Pero los dos hablan de lo mismo, de la ira, de la irracionalidad, que era el pecado más grande para los griegos, la reacción solo de cintura para abajo. Y Edipo en Colona habla también de los refugiados, claro”.

Pasqual elimina el coro, al que cree que el espectador contemporáneo sustituye con sus propias reflexiones, reduce el reparto a la Vilarasau, tres actores (Andreu Benito, Roger Coma y Joan Sureda) y dos niños y deja la tragedia en una hora pelada, reducido el mito "al hueso".

El espectáculo está apoyado por unos vídeos y una banda sonora en la que destaca El lamento de Dido de Dido y Eneas de Purcell —Dido, abandonada por otro héroe, tiene mucho en común con Medea— en la voz de Jeff Buckley y que cantan también los niños, así como fragmentos de Radiohead, Metallica y Queen.

La propaganda de Corinto y la Medea nazi

"Mientras ensayábamos, todos los días la televisión contaba historias que parecían la nuestra", explica Pasqual. "Aunque, como con Roberto Zucco o Bodas de sangre, los hechos periodísticos adquieren otra dimensión cuando los toma un poeta". ¿Surgió Medea quizá, como esas obras, de un suceso verdadero? "Creo que sí, el mito de la extranjera que mata a sus hijos por celos tiene una sonoridad real. Y no olvidemos que Eurípides escribe la obra como un encargo político: se la piden las autoridades de Corinto para conjurar la mala fama de la ciudad en el mito. En una variante que parece la original, los hijos de Medea y Jasón son asesinados por los habitantes de Corinto tras haber ella matado al rey y a su hija. Eurípides habría cambiado eso para librarles del sambenito y la maldición. Fue un encargo de propaganda política, lo que también tiene sus connotaciones contemporáneas".

A Magda Goebbels, la mujer del ministro de Propaganda de Hitler, que asesinó a sus seis hijos (cuyos nombres empezaban todos por H) se la ha denominado la Medea nazi. “Los mató con pastillas, pero sí, nos hemos acordado de ella haciendo la tragedia, inevitablemente”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_