Comín rechaza delegar el voto y debilita al frente soberanista
La decisión tensa las relaciones del exconsejero con ERC y acaba con la mayoría simple en el Parlament
El exconsejero de Salud y diputado de Esquerra Republicana, Toni Comín, ha renunciado este martes a delegar su voto desde Bruselas, donde se encuentra huido desde el pasado 30 de octubre, aunque mantendrá su escaño. La decisión altera la ajustada aritmética parlamentaria, de manera que Junts per Catalunya y Esquerra, que tenían mayoría simple (34 y 32 escaños, respectivamente), sumarán a partir de ahora 65 de los 135 diputados mientras Comín no renuncie a su escaño.
Las dos formaciones que firmaron un pacto de gobierno quedan más debilitadas y estarán aún más a expensas de los cuatro diputados de la CUP para que prosperen las votaciones en la Cámara catalana.
El otro escenario para que cuadren los números sería que Esquerra obligase a Comín a renunciar a su acta de diputado, hecho que no descarta este partido, que desde hace semanas mantiene una relación cada vez más fría con el exconsejero. En este sentido, la portavoz de ERC en el Parlament, Anna Caula, aseguró que valorarán “paso a paso” la situación y dejó abierta la puerta a que Comín vuelva a pedir el voto delegado.
La renuncia de Comín sitúa a Esquerra en una tesitura de provisionalidad que será difícil de mantener en cuanto arranque definitivamente la legislatura y se empiece a desarrollar el pacto independentista del “proceso constituyente” y la “república catalana” que anunció en su discurso de investidura Quim Torra.
Después de que la justicia belga rechazase el pasado día 16 la entrega a España de los exconsejeros huidos en Bruselas Toni Comín, Meritxell Serret y Lluís Puig, el diputado de Esquerra había quedado en una situación de alegalidad, porque nada le impide ya regresar a España para votar, excepto el convencimiento de que será detenido, ya que está procesado por rebelión y malversación.
La Mesa del Parlament aplazó la semana pasada la petición de Ciudadanos para que no se permitiera la delegación de voto, pero fue ayer el exconsejero el que se adelantó y presentó un escrito en el que comunica que “deja sin efecto” su delegación de voto. La formación de Rivera y los socialistas volvieron a reclamar que deje su escaño. “Renuncia a votar y a venir, pero no a cobrar”, clamó el portavoz de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, mientras que la portavoz del PSC, Eva Granados, afirmó que “hay diputados de Esquerra a los que les gustaría que Comín dejase el acta”.
Desde hace unas semanas, Comín está más alineado con la estrategia de enfrentamiento que propugna Carles Puigdemont que con la de su partido, ERC. Ninguno de los diputados presos o huidos de esta formación, excepto Comín, aceptó formar parte del Gobierno de Torra, y se distanció así del criterio del líder del ERC, Oriol Junqueras, quien defiende empezar a gobernar y acabar ya con los gestos simbólicos.
Después del anuncio de Torra de la remodelación del Govern, Comín no será consejero y, por tanto, se quedará sin ese sueldo. Mientras mantenga la suspensión de la delegación de voto seguirá cobrando de diputado pero todo hace prever que renunciará.
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