Albiol brinda su apoyo al PSC y aúpa a Pastor a la alcaldía de Badalona

El socialista Álex Pastor se ha convertido en el nuevo alcalde de Badalona tras prosperar la moción de censura contra Dolors Sabater, la alcaldesa de Guanyem Badalona. El PSC cuenta solo con tres ediles sobre 27, pero el relevo se consumó gracias al voto de los 10 concejales del PP y al de Ciudadanos. El popular Xavier García Albiol realizó una crítica feroz contra Pastor y envolvió su decisión en un suspense pidiendo incluso un receso para meditar su voto final. El paréntesis no alteró el guión y Pastor logró la alcaldía con 12 votos a favor, 10 en contra y la abstención del edil de Units per Avançar, socio del PSC en el Parlament.

"Ha sido una humillación muy grande que el PP haya pedido suspender el Pleno para decidir el voto. Ha quedado claro quien manda", afirma Sabater

Con su sobreactuación, Albiol visualizó quién tendrá en el fondo el poder en Badalona, que aspira a volver a gobernar. El popular ganó las elecciones de 2015 pero todas las fuerzas de izquierda, incluido los socialistas, le desbancaron de la alcaldía al repudiar sus políticas antiinmigración que tildan de xenófobas y que quedaron reflejadas en su lema electoral Limpiando Badalona. Albiol nunca perdonó al PSC que se alineara con la que denomina “alcaldesa de la CUP” —es independiente aunque forma parte de la confluencia Guanyem— y se lo hizo pagar. “Tenemos un dilema. O el desgobierno de la CUP o la moción. Vamos a hacer un gran sacrificio pero seremos responsables”, dijo recalcando que el PP estará “vigilante” y que seguirá en la oposición.

El Ayuntamiento de Badalona queda ahora en una situación de extrema incertidumbre porque el PSC dispone solo de tres concejales para dirigir la cuarta ciudad de Cataluña. Guanyem lo hacía con 10. El propio Albiol recriminó a Pastor haber hecho un discurso “vacío de contenido” y que no aclarara cómo piensa gobernar. “Badalona no puede dirigirse con infantilismo y ocurrencias”, le espetó recordando que con tres ediles deberá asumir 18 concejalías, seis distritos, seis empresas municipales y cuatro organismos públicos. “Cuantos más seamos en el Gobierno, mejor; nos dejaremos la piel”, alegó Pastor en el debate.

Con la clamorosa ausencia de la dirección del PSC —había pleno en el Parlament y Miquel Iceta no pasó por Badalona—, Pastor soportó estoicamente el chaparrón de los portavoces de los diferentes grupos, estupefactos aún de que pudiese aceptar el “regalo envenenado” de uno de los políticos considerados más xenófobos de Europa —la frase la dijo Sabater parafraseando el informe del Consejo de Europa— justo cuando el PSOE acaba de expulsar a Mariano Rajoy con el apoyo de otras fuerzas progresistas. “Albiol será el alcalde en la sombra”, vaticinó Oriol Lladó (ERC).

Pastor justificó la moción contra Sabater por el mismo sentido de la responsabilidad con la que hace tres años desbancó a Albiol por una alianza de izquierdas, aunque omitió que uno de los factores determinantes fue la política antiinmigración del alcalde. En su discurso, afeó a su antecesora su falta de “lealtad” y “mala gestión”. Y le transmitió que sus acciones “unilaterales” con el procés —Sabater tomó el micrófono en el Parlament el día que se proclamó la república al final fallida— han forzado su salida. Sus primeras medidas serán hablar con todos los grupos, los trabajadores —reveló que su madre fue empleada de la limpieza del Consistorio— e impulsar inversiones.

Sabater, no obstante, negó esta última medida cuando el Presupuesto de 2018, que implicaba un aumento del 4% en el gasto público, queda ahora en el aire. La exalcaldesa achacó la operación a una estrategia electoral —“Este Pleno parece un plató”— y se planteó cómo piensa Pastor gobernar. Sabater lo acusó de traicionar su propio programa electoral pactando con un PP que busca la “segregación y la exclusión”. “Quedan pocas dudas de quién va a mandar con la humillación de Albiol”, dijo en alusión al receso. No quedó claro por qué el PSC da ahora el paso. Conxita Botey, exedil del PSC, ahora no adscrita, se preguntó qué dirían los exalcaldes del PSC Maite Arqué y Jordi Serra con lo sucedido: “Pido perdón a los 12.000 votantes del PSC de 2015. El PSC ha escogido un mal compañero de viaje”. El Pleno acabó con Pastor sentado ya en el sillón del alcalde, en silencio, y casi un debate final entre Albiol y Sabater, preludio del pulso en la campaña que viene.