El lamento de un inmigrante

Desde que el dramaturgo Bernard-Marie Koltès estrenó en 1977 La noche justo antes de los bosques, el contenido crítico de su texto no ha perdido un ápice de vigencia. La historia de un inmigrante excluido y que se siente solo es una estampa que parece repetirse en cientos de ciudades del siglo XXI. 40 años después de que la obra de Koltès viera la luz en París, el director Fernando Renjifo lleva hoy miércoles y mañana jueves este monólogo dramático a los escenarios de Veranos de la Villa (21.00 en el Parque de las Delicias, calle del Párroco Eusebio Cuenca, 13. Gratis).

“Es de una actualidad enorme. El único signo de antigüedad es que la incorrección política del protagonista está más presente que en las obras de hoy en día. No tiene miramientos en criticar el mal trato que, en ocasiones, se les da a los extranjeros”, explica Renjifo .

El inmigrante, interpretado por el actor Juan Ceacero, es el único personaje de la trama. Su voz se mueve por el escenario cargada de impotencia y vestida con la desesperanza que transmite la soledad en un país extranjero. El director afirma que el argumento “muestra una gran ambivalencia”: mientras que por un lado presenta una realidad dura y crítica, por otro, transmite la compasión hacia quien pide compañía y ser escuchado.

Uno de los aspectos llamativos del personaje es que “su mirada de los otros” —de los ciudadanos del país donde ha emigrado— está llena de un conocimiento muy grande, mientras que la de “esos otros” no lo está tanto.

“Da la sensación de que el mensaje no caduca. Es una historia que puede pasar tanto en las calles de París como en la plaza de Lavapiés. Tiene una magia que no tiene teatralidad”, cuenta Ceacero, que añade que la dureza de la historia “golpea en la cara a los espectadores sin ningún sentimentalismo”.

La noche justo antes de los bosques también podrá verse desde el próximo 20 de septiembre hasta el 12 de octubre en el centro cultural Conde Duque (calle del Conde Duque, 11).