La vanguardia de Casado en Madrid: banderas de España, menos impuestos y ayudas a las familias
Los alcaldes de Boadilla, Torrejón y Las Rozas, que coincidieron con el líder en las juventudes del PP, avanzan su receta
"Somos rebeldes con causa". Pablo Casado arenga a las nuevas generaciones del PP de Madrid para celebrar que le han elegido como su presidente. Es 2005, y el líder reclama a las juventudes que se conviertan en la punta de lanza del partido. Los afiliados responden saliendo a las calles. Se manifiestan frente a la embajada de Venezuela. Acampan en La Castellana. Y Casado se tapa la boca para protestar contra el Gobierno de Zapatero ("ZP nos calla"). Trece años después, él es el presidente nacional y tres de sus compañeros de entonces ocupan alcaldías clave para el PP: Torrejón (Ignacio Vázquez), Las Rozas (José de la Uz) y Boadilla (Antonio González Terol). La coincidencia generacional no es el único vínculo que une al cuarteto. Los tres regidores llevan años aplicando en sus municipios las ideas que usó Casado para presentar su proyecto: "Libertad, unidad de España, familia, seguridad y gestión".
Ignacio Vázquez
Alcalde de Torrejón de Ardoz, 126.000 habitantes. 41 años. Soltero. Licenciado en derecho, ha cursado un máster en derecho tributario y asesoría fiscal. Fue presidente de las Nuevas Generaciones de Torrejón. Accedió al poder en 2015, sustituyendo al ganador de las elecciones, Pedro Rollán, que se integró en el Gobierno autonómico de Cristina Cifuentes (48,8% de los votos, mayoría absoluta).
"El alcalde de Las Rozas sigue el mismo esquema de giro a la derecha que propone Casado: pone una bandera española gigante en cada esquina, se atribuye el patriotismo...", señala Miguel Ángel Sánchez de Mora, el portavoz rozeño de Ciudadanos, que en 2015 permitió la investidura de De la Uz tras la renuncia del número uno de la lista del PP, en su momento investigado por la justicia. "Están haciendo obra pública a lo bestia para vender gestión", continúa. Y remata: "En esa política electoralista está incluida la bajada de impuestos, centrada en las familias, lo que también forma parte del discurso de Casado".
José de la Uz
Alcalde de Las Rozas, 95.000 habitantes. 40 años. Casado y con un hijo. Licenciado en derecho. Máster en Administración y Dirección de Empresas y en Asesoría Jurídica de Empresas. Accedió a la alcaldía tras condicionar Ciudadanos su abstención en la investidura a la renuncia del número uno de la lista del PP, investigado por la justicia (había logrado el 38,03% de los votos).
"Aquí también hacen bandera del nacionalismo porque saben que eso les da rentabilidad electoral", dice Javier Castillo, el portavoz del PSOE en Torrejón, donde el PP acumula tres mayorías absolutas seguidas. "Todos los años hacen un homenaje a la bandera, para el que vienen las fuerzas armadas", sigue. "Y en las fiestas patronales piden que se engalanen los balcones con banderas de España", añade sobre el alcalde Vázquez, que accedió al poder tras la marcha al gobierno autonómico de su mentor, Pedro Rollán, que mantiene un gran ascendiente en el municipio y se mostró cercano a María Dolores de Cospedal en las primarias del PP. "Hay paralelismos con lo que está proponiendo Casado", remata el socialista Castillo.
Antonio González Terol
Alcalde de Boadilla del Monte, 50.000 habitantes. 40 años. Casado y con tres hijos. Ingeniero Superior Industrial. Lideró las juventudes del PP en Moncloa-Aravaca, es diputado nacional y en 2015 fue el segundo alcalde más votado de España (54,7% de los votos, mayoría absoluta) en municipios de más de 47.000 habitantes (le superó José María García en Estepona).
"Tienen un marketing salvaje y usan los símbolos nacionales de forma partidista", retrata Ricardo Díaz, portavoz de Ciudadanos en Boadilla del Monte, que apunta a que el gobierno local donó vehículos a la Guardia Civil y monopolizó una iniciativa de la oposición al inaugurar un parque dedicado a Miguel Ángel Blanco. "Lo que hay aquí es un fuerte olor a naftalina", añade sobre el municipio, donde el PP dedicó el domingo pasado a regalar 1.000 banderas de España con un acto en el parque víctimas del terrorismo. "Boadilla está muy vinculada al voto de derecha de siempre: por aquí ha pasado la Gürtel y el PP ha vuelto a sacar mayoría absoluta".
Torrejón de Ardoz tiene más de 125.000 habitantes. Las Rozas, 95.000. Y Boadilla del Monte, más de 50.000. En el inicio de sus carreras, sus alcaldes comparten con Casado encuentros con José María Aznar, Esperanza Aguirre o Ignacio González. Organizan coloquios y asisten a fiestas en las que hacen contactos fundamentales para ascender luego en las filas populares. Y durante el congreso regional de 2008, escuchan cuál es el camino que marca el líder.
"¡En 1989 los jóvenes nos pusimos delante de un tanque en Tiananmen parando al comunismo! ¡Tiramos con nuestras manos el muro de Berlín! ¡Ese es nuestro credo!", clama Casado contra la izquierda.
Diez años después de aquello, los tres alcaldes se aprestan ahora a apoyar a su nuevo presidente para evitar una debacle electoral en las elecciones de 2019, a las que el PP acude acosado por los casos de corrupción, la aparición de Ciudadanos y la falta de líderes regionales reconocibles tras las dimisiones de Aguirre y Cristina Cifuentes.
La cabeza visible
"De la época de nuevas generaciones recuerdo las ganas de Pablo por romper la inercia a la que veníamos abocados", cuenta De la Uz, el alcalde de Las Rozas, que ha llevado a la práctica la política fiscal que pregona el líder nacional: tras bajar al mínimo legal el IBI, ha planteado reducir en 2019 los impuestos de plusvalías, vehículos, actividades económicas y el de la construcción. "Nos pidió que no nos resignáramos", añade este abogado de 40 años, que hizo carrera en la Comunidad con Ignacio González.
"Aunque no sea candidato a nada, Pablo va a ser la cabeza visible del PP en Madrid para las elecciones", le sigue Vázquez, el alcalde de Torrejón, de 41 años, que heredó de su predecesor popular un ayuntamiento endeudado y acogido al plan de pago de proveedores. "Rajoy no era lo mejor para aportar votos, aunque sus decisiones salvaran al país. Pablo va a aportar claridad ideológica", apuesta el regidor de esta ciudad, obligada por la justicia a retirar casi un centenar de referencias a la dictadura franquista situadas mayoritariamente en fachadas de edificios privados.
"A Pablo le afilié yo al PP en 2003 y los tres hemos coincidido con él en el meollo de las nuevas generaciones", finaliza González Terol, diputado nacional y alcalde de Boadilla, de 40 años, que presume de haber acabado con la deuda de su municipio sin renunciar a la construcción de nuevas infraestructuras. "En la política municipal, la gente quiere gestión, limpieza y seguridad", receta el político, al que Casado ha nombrado secretario de política local.
El PP se la juega en las elecciones de 2019. Que el presidente de la Comunidad (Ángel Garrido) y el portavoz capitalino (José Luis Martínez Almeida) opten a protagonizar unas candidaturas muy codiciadas ha provocado tensiones internas. Casado, además, aún puede reforzar a sus afines, entre los que también se encuentran las diputadas autonómicas Ana Camins e Isabel García Ayuso; la regidora de Pozuelo, Susana Pérez Quislant; la de Collado Villalba, Mariola Vargas; o el portavoz de Fuenlabrada, Sergio López. Repitiendo su estrategia de hace 15 años, el nuevo líder exige unidad. Rebeldía. Y salir a la calle. Entonces lo hizo para apoyar a Aguirre. Ahora, para defender la supervivencia del PP en Madrid.
Una juventud de protestas
En marzo de 2007, la policía obliga a Pablo Casado y el resto de sus compañeros de Nuevas Generaciones a recoger sus tiendas de campaña. Las han puesto en plena Castellana para protestar contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Y acaban teniendo que ir a recogerlas al día siguiente a una comisaría.
“Era invierno total. Recuerdo que me dejaron en mitad de la Castellana”, explica Ana Camins, que era entonces la secretaria general de las juventudes madrileñas y hoy es diputada autonómica en la Comunidad de Madrid. “También íbamos a la Embajada de Venezuela, aunque fuéramos cuatro y el del tambor”, sigue, reivindicando la capacidad de Casado para movilizar a los suyos. “Es un líder natural, una persona constante que siempre dice que se delega todo menos la supervisión”, añade sobre el nuevo líder del PP. Y remata: “En las nuevas generaciones empezó a renovar y logró que nos dejaran hablar de política, pero de todo, y no solo de política de jóvenes. Por eso es de esperar que ahora en el PP empiece a salir gente [nueva]”.
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