El día en el que el peatón adelantó al coche en Madrid
El pleno del Ayuntamiento de Madrid aprueba la ordenanza de movilidad que limita el acceso al centro de la ciudad
El concejal de Ahora Madrid, Guillermo Zapata, llegó a la plaza de Cibeles esta mañana al galope en una bicicleta eléctrica de BiciMad. La aparcó frente al Ayuntamiento, se fue a por un café y, diez minutos antes de que comenzase el pleno que ha aprobado esta mañana la ordenanza que limita el acceso de coches al centro de Madrid, ya estaba sentado en su escaño. Fue uno de los primeros concejales en llegar. A las 8.30, cuando arrancó la sesión, había más de 25 sillas vacías en el salón de plenos. Se daba por hecho que los atascos de Madrid a hora punta eran los causantes de buena parte de los retrasos.
El de esta mañana ha sido un debate entre dos modelos de movilidad en la ciudad (tres, según Begoña Villacís, portavoz de Ciudadanos). El que ha ganado, con el acuerdo de Ahora Madrid y el PSOE, es "una apuesta decidida por modos sostenibles y por la preeminencia del peatón y la extensión de sus espacios, como la promoción ciclista y el transporte público", como ha defendido Inés Sabanés, delegada del Área de Gobierno de Medioambiente y Movilidad.
Para el PP, la ordenanza -que limita a 30 kilómetros por hora la velocidad en el 80% de las calles de la ciudad, restringe el acceso a la almendra central y prohíbe entrar a vehículos en función de su eficiencia medioambiental- es un ataque a la "libertad de elección de las personas". Según Inmaculada Sanz, el gobierno municipal convierte Madrid en un "búnker de experimentos sociológicos" y a los madrileños, en "cobayas".
Los populares aseguran que si ganan las elecciones de 2019 "modificarán la ordenanza de cabo a rabo", avanzó Sanz. El portavoz municipal, José Luis Martínez-Almeida, concretó después. Si gobiernan, eliminarán "la imposibilidad de circular con vehículo privado por un área que tiene más población que 23 capitales de provincia" y terminarán con lo que consideran un "intervencionismo absolutamente excesivo" del Ayuntamiento: "Nos parece un auténtico exceso que, en un área de 5,4 kilómetros cuadrados, para hacer cualquier gestión el madrileño le tenga que decir al Ayuntamiento qué matrículas y qué personas vienen a verle". Es, en su opinión, "el modelo de la izquierda, de limitaciones y prohibiciones", frente al que antepone el de su partido: "Incentivar y dar alternativas de movilidad a los madrileños".
Tanto los populares como Ciudadanos han denunciado "el rodillo de la izquierda", porque Ahora Madrid y PSOE han rechazado sus enmiendas. "Ustedes y nosotros es imposible que nos entendamos", replicó Sabanés a la oposición. "Usted hace el discurso del lobby del coche", añadió en respuesta a la concejala del PP. La ordenanza intenta garantizar "la convivencia vial para que puedan convivir diferentes modos de transporte" y elimina el enfoque de que "tenga prioridad el vehículo más fuerte [coche] y el resto sea subsidiario". La concejala ha insistido en que también es una cuestión de salud, para reducir la contaminación.
El PSOE se suma al enfoque de Ahora Madrid. El concejal socialista José María Dávila ha celebrado este viernes como "un hito" y un "día muy importante" para la movilidad madrileña, frente a "la amenaza de las siete plagas de Egipto de la derecha". No entiende, según ha manifestado, "que tanto Ciudadanos como PP, que no conocen qué es la movilidad sostenible, no se hayan sumado a un debate en el que la derecha europea sí está concienciada".
La izquierda enarbola la bandera de la modernidad y la vanguardia, a la que creen que Madrid se ha sumado con las nuevas normas de movilidad. "Cuando oigo a un comunista llamarme antigua no se si reír o llorar. Se les cayó el muro de Berlín encima y no se han recuperado", respondió Sanz a Sabanés durante el debate en el pleno. Cuando estuvo en el gobierno, el PP desarrolló "una red de tráfico puntera" y promovió el uso del transporte público con el Metro, aseguró. Si vuelven al poder, promete poner en marcha "un sistema de incentivos potentes con desgravaciones en los vehículos híbridos y eléctricos".
Para Villacís ha ganado "un modelo que pone por delante prejuicios ideológicos frente al bienestar de los ciudadano". La mayoría de los madrileños, opina, no quiere las posturas "extremas" de la izquierda y el Partido Popular. La del Ayuntamiento, "prohíbe y prohíbe". La del PP, desde su punto de vista, "es negacionista" respecto a la contaminación. La que se ha aprobado hoy es, para su partido, una normativa que no tiene en cuenta a todos los sectores, no contempla alternativas y no se coordina con las ciudades de la periferia para desarrollar aparcamientos disuasorios. "Es una ordenanza creada para ser modificada", ha criticado. Hasta que eso ocurra, si ocurre, los peatones le habrán ganado terreno al coche. Sabanés salió aliviada de un pleno que sella uno de los mayores -y más polémicos- proyectos de esta legislatura.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.