Los 65 animales de la perrera de Parla se libran del desalojo
El Ayuntamiento negocia a contrarreloj con la empresa Recolte para que siga al frente con un contrato de urgencia tres meses más
Los 65 animales del Centro de Protección Animal de Parla se han salvado de un desahucio casi en el tiempo de descuento. Recolte, la empresa que gestiona la perrera, dio la sorpresa hace una semana y anunció que dejaba de hacerlo por una cuestión presupuestaria. Tras una reunión con la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento ha anunciado un contrato de urgencia de 60.000 euros para los próximos tres meses.
Al gobierno parleño todavía le queda solucionar un fleco —que espera solventarlo a lo largo de este miércoles—, y es saber si Recolte firmará el nuevo contrato y seguirá a cargo de la perrera, o si tendrá que buscar otra empresa en cuestión de horas. Aquí es donde entra en juego la Comunidad, que se ha comprometido a ayudar a encontrar una alternativa si Recolte decide no continuar. “Lo ideal es que los animales se queden donde están para garantizar su bienestar”, ha expresado el viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Pablo Altozano, en un comunicado.
Tras este contrato de urgencia, la intención del consistorio es abrir, a principios de 2019, un nuevo concurso para la gestión del centro, al que podrá presentarse Recolte u otra empresa diferente.
La polémica gira en torno al presupuesto. El centro de protección animal está gestionado por Recolte, una empresa externa, a través de un contrato de 48.000 euros más IVA, una cuantía insuficiente, según la propia empresa y las asociaciones animalistas, para que el servicio pueda prestarse en condiciones óptimas. La Concejalía de Sanidad y Salud Pública redactó hace meses un nuevo pliego por un importe de 193.000 euros más IVA para cumplir con todas las condiciones que exige la nueva ley de protección animal, según ha explicado ayer el Ayuntamiento. Sin embargo, el nuevo contrato lleva paralizado desde junio en la Intervención Municipal debido a la deuda acumulada del Ayuntamiento.
Recolte ya anunció en noviembre de 2017 su voluntad de no continuar al mando del centro al considerar insuficiente el presupuesto. Después, la empresa se comprometió a continuar hasta que se produjera la nueva adjudicación. Y así ha sido hasta que hace una semana dio marcha atrás y anunció que este 31 de octubre abandonaba la gestión del centro. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Parla asegura que ha estudiado todas las vías posibles para atender a los 65 animales (unos 45 perros y 20 gatos), un número que ha disminuido considerablemente desde que saltó la noticia -hace un mes había unos 100 animales- gracias a la ayuda de las protectoras de la zona y el aumento de adopciones en el centro.
PACMA, por su parte, ha criticado la forma en que el Ayuntamiento ha gestionado la situación durante este tiempo, teniendo en cuenta que sabía desde hace meses que Recolte quería abandonar la gestión, y ha censurado que en un primer momento pidiera a la Comunidad que le ayudara a realojar a los animales, ya que la Ley 4/2016 de Protección de los Animales de Compañía de la Comunidad de Madrid (conocida como ley de sacrificio cero), en sus títulos V y VIII, deja claro que son los Ayuntamientos los que tienen que hacerse cargo, tanto de la existencia de centros de animales de compañía, como de recoger a aquellos animales que estén extraviados, abandonados y vagabundos.. “La ley explicita que los municipios deben contar con un servicio de 24 horas de urgencia para la recogida y atención veterinaria, ya sea propio, mancomunado o convenido”, explican.
“El hecho de que la Comunidad de Madrid llegase a realojar a los animales en algún otro lugar no sería una razón suficiente como para que el Ayuntamiento parleño se desentendiera de esos animales”, han explicado desde el partido animalista. La ley explicita que los municipios deben contar con un servicio de 24 horas de urgencia para la recogida y atención veterinaria de estos animales, ya sea propio, mancomunado o convenido, y también que tendrán que recoger y hacerse cargo de los animales internados en residencias de animales que no hubieran sido retirados por sus propietarios en el plazo acordado. Además, el partido animalista denuncia que la excusa del Ayuntamiento es la falta de dinero, "aunque no ha tenido problemas a la hora de sacar un concurso para los festejos taurinos por una cuantía cercana a los 60.000 euros". Desde el Ayuntamiento asegura que este año no ha habido festejos taurinos en Parla, ya que ninguna empresa aceptó la partida de los 60.000 euros que le correspondían. Además, "la intención del Ayuntamiento es no proporcionar ni un euro más a los toros, y sí cuadriplicar la partida para la protección animal".
Asociaciones como Justicia Animal van más allá para explicar el problema de la gestión del centro de Parla. “Solo empresas como Recolte se presentan a estos concursos por tan poco dinero. Pero, por supuesto, es imposible atender a los animales correctamente y además ganar dinero. De ahí la situación en la que lamentablemente están los animales. Hay que recordar que el responsable de los contratos de recogida de animales de Recolte, Javier Birlanga, está actualmente imputado por un presunto delito de maltrato animal, tras una investigación de Seprona solicitada por la Fiscalía de Medio Ambiente, a raíz de una denuncia de la Federación de Asociaciones Protectoras y de Defensa Animal de la Comunidad de Madrid”, asegura Matilde Cubilllo.
Según Justicia Animal, en el centro de Parla no solo se ha dado entrada a los animales abandonados del municipio, sino que lo ha utilizado para meter a animales de otros municipios con los que tiene contrato. De ahí que le fuera rentable el contrato con Parla. “Y todo ello, con el conocimiento del Ayuntamiento que ha permitido que unas dependencias municipales sean utilizadas por una empresa privada para sus negocios. Eso ha creado una saturación que ha llevado al Ayuntamiento a cerrar las entradas, dejando a los animales abandonados de Parla desamparados en la calle y vulnerando la ley”, explica Cubillo. Desde el Ayuntamiento desmienten que en el centro hayan entrado animales de otros municipios -algo que además se prohibió por escrito- y aseguran que no tienen conocimiento de que el responsable de la recogida de animales de Recolte esté imputado por maltrato animal.
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