Javier de Lucas: “Los perdedores de la crisis de los refugiados son los ideales de los europeos”
El director del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Valencia advierte de que el Derecho Humanitario está siendo amenazado
“Europa no ha sido el agente de paz y cooperación que prometió ser tras la Segunda Guerra Mundial”. Así lo ha afirmado este martes el director del Instituto de Derechos Humanos, Javier de Lucas, en la XX Jornadas de Derecho Internacional Humanitario organizadas por la Universidad de Valencia para abordar cuestiones como la preservación de los bienes culturales, las leyes de amnistía, los procesos de posconflicto o la seguridad internacional. De Lucas ha criticado la actuación de la Unión Europea y de los gobiernos en la crisis de los refugiados. “La respuesta que hemos dado es una traición para los ideales de los europeos”, ha declarado el catedrático de la Universidad de Valencia a EL PAÍS.
“El Derecho Humanitario está siendo seriamente amenazado”, ha declarado De Lucas antes de explicar que sigue habiendo numerosos actos de guerra y violaciones de los bienes jurídicos en gran parte del mundo que acaban impunes. El catedrático ha criticado que los actores de este escenario se hayan situado fuera del Derecho Humanitario y que “ni EE UU ni Rusia sean sometidos al Derecho Internacional más allá de firmar tratados como el de Ginebra para prohibir la tortura de prisioneros”. En su perspectiva de la resolución de conflictos, el director del Instituto de Derechos Humanos hace hincapié en la necesidad de “persistir trasladando el Derecho a la guerra aunque numerosos gobiernos se salten sus normas”.
De Lucas ha valorado la actuación de la sociedad civil y de las estructuras de poder menores como las ciudades a la hora de hacer frente a desafíos como la crisis de refugiados, donde ha elogiado el papel de la Comunidad Valenciana. “El Aquarius no es una acción de Estado, sino una voluntad de las comunidades que se pone en marcha por un espíritu de leyes humanitarias y de solidaridad”, ha explicado el catedrático, que también ha mencionado “la dignidad y lealtad” de la Generalitat en el intento de mediar con un buque de Baleària para proteger y traer a nuestras costas refugiados del Mediterráneo. “Es en este tipo de acciones donde se ve que hay un respaldo de la ciudadanía, con la actuación de ONGs, asociaciones o ayuntamientos. Es importante que Europa siga teniendo ese activo”, ha concluido De Lucas.
En esta edición, se celebra también el vigésimo aniversario de las jornadas, en las que se ha dedicado gran parte de su contenido a temas actuales como la memoria histórica, el papel de la mujer en los conflictos armados y la justicia transicional. “Ha cambiado todo desde hace 20 años”, comenta Consuelo Ramón Chornet, directora de las jornadas y Premio Nacional de Defensa 2018 en la modalidad de docencia universitaria. “Cuando empezamos venían militares de la base de la OTAN de Bétera y no sabían qué normas les protegían en el terreno”, cuenta Ramón Chornet, que valora la positiva respuesta que ha habido “no solo de la comunidad universitaria”. En las jornadas —que han coincidido con el aniversario de los fallecimientos de los dictadores José Antonio Primo de Rivera y Francisco Franco— ha cobrado especial importancia la cuestión de la memoria histórica. “Es una año en el que reivindicar una memoria de recuperación que no se ha cumplido y dar cuenta a la sociedad civil de que no está bien contada gran parte de nuestra historia”, explica la directora.
En las jornadas también han participado investigadores como Carlos Fernández Liesa, catedrático de Derecho Internacional Público en la Universidad Carlos III de Madrid, que ha puesto de manifiesto la existencia de “una desmemoria de cómo la sociedad de las naciones ha fracasado y de las violaciones de los derechos humanos a lo largo de los conflictos históricos”. Fernández Liesa ha analizado aspectos de la guerra civil como los crímenes de guerra y el papel de las víctimas. “No se puede cambiar la historia a partir de la memoria”, ha subrayado. “La justicia en el caso de las desapariciones no es desenterrar fosas”. En una dura crítica a los partidos políticos, el investigador ha declarado que la solución del posconflicto pasa por el espíritu de reconciliación y cooperación. “Hay que cerrar las heridas y no continuar abriéndolas”, ha concluido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Más información
Archivado En
- Comunidad Valenciana
- Derechos humanos
- Política migratoria
- Víctimas guerra
- Catástrofes
- Relaciones internacionales
- Política exterior
- Migración
- Unión Europea
- Delitos
- Justicia universal
- Sucesos
- Organizaciones internacionales
- España
- Relaciones exteriores
- Sociedad
- Justicia
- Crisis refugiados Europa
- Genocidio
- Crisis migratoria
- Ordenamiento jurídico
- Delitos contra Humanidad
- Crisis humanitaria
- Refugiados
- Problemas demográficos