Quince años de cárcel por matar a un empresario de Roses en 2005
El acusado consiguió eludir la Justicia hasta que, tras un robo en Castellón, introdujeron su ADN en la base de datos y saltó la alerta
Costel Roman, el boxeador profesional de origen rumano que en noviembre de 2005 entró a robar en casa de un empresario francés en Roses (Alt Empordà) y lo mató a golpes, este martes ha reconocido los hechos en la Audiencia de Girona y ha aceptado 15 años de cárcel. Consiguió esquivar a la justicia hasta mayo de 2016, cuando protagonizó un asalto violento en Castellón de la Plana, la Policía Nacional lo detuvo, le tomó el ADN y, al introducirlo en la base de datos, se descubrió que lo buscaban los Mossos por un crimen no resuelto. El reguero de sangre que dejó le delató.
El fiscal pedía inicialmente para él dos años de cárcel por un delito de allanamiento de morada en concurso con una tentativa de robo con violencia y otros 20 por un asesinato. Una vez ha reconocido los hechos, el fiscal le ha apreciado una atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas, por el tiempo transcurrido, y ha rebajado la pena hasta los 15 años. La defensa se ha adherido a la petición.
En la vista oral celebrada este martes en la Audiencia de Girona, Roman ha reconocido que sobre las 02.00 horas del 12 de noviembre entró en casa del empresario francés Henri F. en la urbanización Santa Margarida, rompiendo el cristal de una puerta trasera corredera con una piedra. Se cortó en una mano, sangró y su rastro quedó en diversas habitaciones. Tras entrar en la vivienda fue a la habitación y se peleó con la víctima, de 62 años, que se acaba de despertar y no se pudo defender. Los golpes recibidos le causaron una oclusión de las vías respiratorias que le provocó la muerte por sofocación. El acusado, solo o junto a terceras personas de identidad desconocida, huyó sin conseguir ningún botín.
Esa misma noche hubo un robo en una casa próxima a la del fallecido y también se encontró un cristal roto. Los Mossos no pudieron identificar al autor, pero sí hallaron restos de sangre en unos pantalones, en la correa de una persiana y en una pared. Más de una década después, aquella sangre permitió resolver el crimen. Cuando el CNP introdujo su ADN, el perfil también coincidió con otros tres perfiles hallados en dos robos con violencia e intimidación en Onda (Castellón) y Jávea (Alicante) en 2010 y con otro en 2001 en Utrech (Holanda). El 13 de julio de 2016, dos meses después de ser detenido, pasó a disposición del Juzgado de Instrucción 2 de Figueres. El juez ordenó prisión provisional para el detenido, quien tiene numerosos antecedentes por robos, amenazas, lesiones y detención ilegal.
En su último turno de palabra Roman se ha definido como “un chico muy bueno” y el primer rumano en salir en “Eurosport”. Ha dicho no haber abusado nunca de una mujer, ni practicado la prostitución. Ha pedido disculpas a la familia de la víctima, y ha afirmado que nunca había querido llegar a este extremo, fue su “destino”.
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