Cuatro detenidos por un pufo de 4,2 millones en la construcción de un pabellón de la candidatura olímpica de Madrid

La Policía Nacional detuvo ayer a cuatro responsables de la dirección facultativa de las obras de construcción del polideportivo Andrés Torrejón y pertenecientes al Instituto Municipal del Suelo de Móstoles (IMS), según confirmaron fuentes de la investigación. El arresto se produjo en los domicilios de los supuestos implicados.

La investigación la realizó la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid a raíz de que el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento, formado por PSOE y Ganemos Móstoles, acudiese el pasado septiembre a la Fiscalía Anticorrupción con un informe de auditoria en el que se apuntaba a la existencia de supuestas irregularidades al haber una diferencia cercana a los 4,2 millones de euros entre la obra realizada y la realmente certificada.

Entre los cuatro arrestados está el máximo responsable del IMS. Se les acusa de los delitos de malversación, delito urbanístico y falsificación de documentos, según fuentes policiales. También está citado para comparecer hoy en la sede policial un concejal del PP que dirigió el urbanismo en la localidad en el anterior mandato.

La policía realizó un registro en la sede del Instituto del Suelo durante más de cinco horas en las que recogió gran cantidad de documentación.

El proyecto, adjudicación e inicio de las obras fue acordada por el equipo de Gobierno que entonces encabezaba el popular Esteban Parro, aunque los retrasos de la misma hicieron que fuera continuados por su sucesor, Daniel Ortiz, también del PP, y a quien su posterior imputado en el caso Púnica por las supuestas irregularidades en la contratación de la empresa de eficiencia energética Cofely le forzaron a dimitir como diputado autonómico. Ortiz llegó a ofrecer la instalación -con una capacidad prevista para 9.500 personas, el tercero más grande la Comunidad solo por detrás del Palacio de Deporte de Vistalegre y la Caja Mágica- como parte de la candidatura de Madrid para albergar los Juegos Olímpicos de 2020.

Sin embargo, el fracaso de ésta y la crisis económica provocaron nuevos retrasos e, inclusos, el replanteo del proyecto. Finalmente, el pabellón nunca se terminó. Tras las elecciones municipales de junio de 2015, el nuevo equipo de Gobierno de PSOE y Ganemos Madrid se negó a seguir invirtiendo en la obra sin antes realizar una auditoria y la constructora terminó solicitando la rescisión del contrato.