La Guardia Civil de Madrid homenajea a sus jubilados y a los hijos del cuerpo
El coronel Pérez de los Cobos recuerda "la neutralidad" mostrada en los 175 años de la existencia del cuerpo
La Comandancia de Madrid ha celebrado hoy el 175 aniversario de la Guardia Civil, que se cumplió el pasado lunes, con un homenaje a los agentes que ya se han jubilado y a los hijos del cuerpo en un acto celebrado en su sede de Tres Cantos. El coronel jefe de la comandancia, el coronel Diego Pérez de los Cobos, ha destacado "la neutralidad" mostrada por el instituto armado durante toda su historia.
El sencillo acto se ha desarrollado en la explanada interior de la comandancia, en la que han estado formados agentes de seguridad ciudadana, del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), de tráfico y de la unidad de seguridad (USECIC), entre otras unidades. El coronel ha resaltado que la Guardia Civil ha sido capaz "de mantenerse fiel a los principios y valores de los decretos fundacionales". Pérez de los Cobos ha recordado las palabras que escribió Benito Pérez Galdós sobre el instituto armado, que lo definió como "grande, eficaz y de robusta vida". Además, ha tenido "un toque de atención" a los nuevos guardias para que mantengan esos valores.
El coronel ha condecorado a los agentes que han pasado a la situación de reserva o retirado en lo que va de 2019 "tras toda una vida dedicada a la Guardia Civil". Les ha agradecido su dedicación.
Entre los homenajeados estaba Rubén, un chaval de 14 años, cuyo padre, el guardia civil Francisco Javier Cavia Ramos, murió al ser atropellado por un camionero que se durmió. El agente perdió la vida junto a otros cinco compañeros, mientras desmontaban un control antiterrorista en la autovía de Burgos (A-1), en el municipio de Buitrago de Lozoya. Ha recogido una placa conmemorativa junto con su madre. El periodista de Antena 3 Roberto Brasero ha sido también galardonado por ser hijo del cuerpo. En el acto ha estado su progenitor.
El acto también ha contado con un homenaje a todos los caídos en acto de servicio, en el que se ha cantado la canción La muerte no es el final y se ha depositado una corona de laurel en el monolito de la comandancia. También ha habido un pequeño desfile de las unidades que estaban formadas.
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