Las alcaldesas metropolitanas del PSC se afianzan como valores al alza
Las alcaldesas del PSC han cosechado mayorías absolutas o han reforzado las que tenían en el Baix Llobregat y Santa Coloma de Gramenet
Mucha calle, contacto con la ciudadanía, trabajo bien hecho y viento a favor de la victoria de Pedro Sánchez en las elecciones generales. Es la receta que han aplicado las alcaldesas socialistas que han cosechado mayorías absolutas o han reforzado las que tenían en el Baix Llobregat y Santa Coloma de Gramenet. Unos resultados que las confirman como políticas al alza en la estructura del PSC. Nuevas capitanas que han logrado unos registros que los socialistas habían dejado atrás en el cinturón rojo de Barcelona y que han colaborado al “fin de la travesía del desierto”, como lo definió el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta.
No es que solo sean las alcaldesas las que mejoran resultados, porque en los 200.000 votos que ganaron los socialistas en la provincia de Barcelona están también implicados alcaldes como Antonio Balmón (Cornellà de Llobregat), que recuperó la mayoría absoluta, o el de Mataró, David Bote, que ha doblado los resultados de hace cuatro años y se ha quedado a uno de la mayoría absoluta.
“La realidad es que hay buenos alcaldes y alcaldesas porque hay una escuela de hacer política municipal que se centra en gobernar para todos, anteponer los intereses de la ciudad, dibujar un proyecto y buscar un marco de estabilidad lo más transversal posible”, explica Salvador Illa, secretario de organización del PSC. “Se ha trabajado bien y por la convivencia”, subraya.
Núria Marín, alcaldesa de L’Hospitalet desde 2008 que ha conseguido la mayoría absoluta en las pasadas elecciones, añade un elemento más a la ecuación de la subida socialista: “Se ha demostrado que las alcaldías del cambio no podían dar lecciones y el PSC ha sabido superar una época que le afectó muy negativamente tras el 15M y la crisis política”. Marín está convencida de que el esfuerzo que se hace desde los ayuntamientos por poner en el centro a todos los ciudadanos, sin distinción ideológica, en medio de la tormenta del procés, también ha sido recompensado y se ha traducido en votos.
Pero, por encima de esas circunstancias, Marín cree que de lo que se trata es de hacer calle, calle y más calle: “Una campaña no se hace en 15 días, yo tengo reuniones con vecinos y entidades cada semana. Encuentros pequeños, primero escucho y luego contesto”. Y ser mujer es un aspecto a tener en cuenta: “No se puede decir que es cuestión de sexos pero sí que es cierto que las mujeres tenemos más empatía y nos cuesta menos ponernos en la piel del otro”.
“Això va de Esplugues”. El lema de la campaña de Pilar Díaz, alcaldesa de esa población desde 2006 y con mayoría absoluta desde el domingo pasado, no dejaba lugar a dudas del sentido de su programa: “Esplugues, Esplugues... y más Esplugues”, resume. Díaz, una ingeniera de telecomunicaciones que dejó la universidad para dedicarse a la cosa pública, sí que afirma que en la proximidad las mujeres se desenvuelven mejor que los hombres: “Es que se impone la radicalidad doméstica”.
Rostros de mujer tienen otras mayorías absolutas socialistas; el de Lluïsa Moret en Sant Boi de Llobregat; Raquel Sánchez en Gavà o Lourdes Borrell en Sant Feliu de Llobregat. Una capitalización de votos por parte del PSC que también se ha nutrido del electorado que hace cuatro años optó por las confluencias del universo de los comunes y Podemos y que ahora ha “vuelto”.
En ciudades como Sabadell, los socialistas han doblado electores, de los 13.000 de 2015 a 29.000 del 26-M. Una subida que ha protagonizado Marta Farrés, la cabeza de lista —colocada en una óptima situación para ser la alcaldesa de esa ciudad con 10 ediles, cuatro menos de la mayoría absoluta— que ya fue regidora en la convulsa época de Manuel Bustos. Su equipo está formado, en su mayoría, por menores de 40 años: “Es muy importante el cambio de generación y también que el liderazgo sea de mujeres porque ya nos toca y porque nuestra política es distinta, la del pacto y la negociación. La de no tener miedo a no saber de algo y aprender, algo que cuesta más en los liderazgos masculinos”.
El récord de batirse a sí misma lo tiene Núria Parlón, la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet desde 2009, que ya partía de la mayoría absoluta de 2015, con 14 regidores, y que ha ampliado a 17. “Me tomo los buenos resultados a una política de cumplimiento del programa municipal y también a una recuperación del voto socialista generalizada”, explica.
Parlón cree que las mujeres están “contaminando” de forma positiva una manera de hacer política: “Más capacidad de tejer redes informales, de estar más en la calle y de propiciar la participación directa, algo que facilita la tecnología”. Y también introducir la pedagogía en la política: “En todos los ayuntamientos de cualquier ciudad hay que priorizar los proyectos y las inversiones y eso también se tiene que explicar”.
La Generalitat, ¿más cerca?
“Ya empieza a tocar que una mujer presida la Generalitat. Si se ha normalizado la paridad en la confección de listas, es un proceso natural llegar a la presidencia”, afirma Núria Parlón muy satisfecha de que las urnas se hayan encargado de rebatir el discurso involucionista de formaciones de la derecha que pretenden laminar conquistas de las mujeres. La forma de hacer de la política local con impronta femenina también puede trasladarse a la Generalitat “aunque sea más complejo”, sostiene la alcaldesa de Santa Coloma. Núria Marín, alcaldesa de L’Hospitalet, comparte que “ya sería hora” de que las mujeres que se dedican a la política aspiren a presidir “la Generalitat u otras instituciones”.
Las dos hacen gala de haber picado piedra desde hace años y comparten el sentimiento de que, como mujeres, han tenido que hacer un sobreesfuerzo para “demostrar que nos lo hemos ganado”, en palabras de la alcaldesa de Santa Coloma. Ninguna de las dos vislumbra otra posibilidad que la de seguir trabajando los próximos cuatro años en sus ayuntamientos. Una política municipal en la que se bregaron los dos presidentes de la Generalitat socialistas: Pasqual Maragall y José Montilla.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.