Miguel Gomes: “La realidad solo está completa con el imaginario”
El cineasta portugués de culto, con títulos como 'Tabú' y 'Las mil y una noches', premiado en el festival Cinema Jove
Irónico y solícito, Miguel Gomes (1972, Lisboa) ha explicado este viernes en Valencia la naturalidad con que transita entre la ficción y la realidad y que caracteriza el cine que le ha llevado a ser uno de los realizadores de culto de la crítica y de los festivales, con solo unos pocos largometrajes: A cara que mereces, Tabú, Aquel querido mes de agosto y la trilogía Las mil y una noches. "La realidad solo está completa con el imaginario", del mismo modo que el cine "tiene muchas mentiras, pero tiene que decir muchas verdades", ha dicho horas antes de recibir el Premio Lluna de València del festival Cinema Jove, que se celebra hasta el 28 de junio.
El realizador luso ha explicado que la realidad y la ficción "se mezclan de forma fácil", porque la realidad y el imaginario "es algo con lo que convivimos todos los días". "La realidad solo está completa con el imaginario; hay que tener las dos, no es necesario elegir", ha sostenido. Las interpretaciones de los espectadores son "tan válidas como la intención del director". "Las películas también son de los espectadores, que prolongan el interés con el imaginario y con su propio mundo", ha detallado Gomes.
En cuanto a sus trabajos futuros, Gomes ha dicho que está preparando un nuevo largometraje, Selvajara, una adaptación de la novela Los sertones, de Euclides da Cunha, una idea que ha calificado de "una locura". El filme mezcla la crónica de una guerra que ocurrió en 1897 entre los habitantes de la aldea de Canudos y la armada de la joven República brasileña, que también recogió Mario Vargas Llosa en su novela La guerra del fin del mundo, con un estudio etnológico sobre las personas que vivieron allí, así como con un estudio botánico y climático.
"Hay guerras, hay balas de cañón, hay centenares de caballos y es un poco caro, es un presupuesto más grande que en películas anteriores. Está siendo un poco largo el proceso de financiación, pero espero estar filmando el próximo año. Estoy con muchas ganas de hacer esta película", ha resaltado.
Preguntado por el estado del cine en su país, en el que se ruedan unos 10 largometrajes al año, Gomes ha señalado que hay "un público pequeño para las películas que son más personales". "Hay una tentativa frustrada de hacer un cine comercial. En España es posible hacer dinero con las películas porque hay mercado para eso, pero en Portugal es imposible, no es normal, se hace una vez cada 20 años, por el ecosistema económico", ha puntualizado.
"A la mayoría de portugueses no les importa nada el cine; un gran éxito es cuando tienes 100.000 espectadores, pero no es tan normal. Por ejemplo, mis películas están bien para ser películas que no tienen la visión de ser tan industriales, y hacen como 20.000 espectadores", ha apuntado.
El director estudió en la Escuela Superior de Teatro y Cine de Lisboa, pero ha subrayado que era "muy malo" y nadie le quería contratar para los equipos de rodaje, por lo que ejerció de crítico cinematográfico entre 1996 y 2000, profesión a la que llegó "por accidente".
Tras su paso por el mundo de la crítica, al arrancar el siglo, estrenó una serie de cortos "refrescantes y excéntricos", que fueron seleccionados en festivales como Locarno, Róterdam, Buenos Aires y Viena, que "dieron cuenta de su acercamiento visual, cercano y sensual a relatos que funden el género documental con la ficción pura", además de su inspiración tanto en el cine musical como en el mudo, con un enfoque lúdico único, donde los diálogos resultan "tan relevantes como la música"; así como los relatos fragmentados en dos o más partes.
En este contexto, se ha declarado muy cercano al director francés Alain Resnais, del que ha destacado que hacía "películas como juegos y establecía reglas al principio para luego dejar libertad en el filme". Entre sus películas favoritas ha destacado 'Smoking/No Smoking' (1993) y Muriel (1963).
Cinema Jove ha programado un ciclo completo de los largometrajes que ha dirigido hasta la fecha y dos de sus cortos, seleccionados por él mismo por ser los que más le gustan: Inventário de Natal (2000) y Cántico das Criaturas (2006).
Su paso al formato largo se produjo en 2004, con la comedia musical A cara que mereces, donde se servía de personajes de los cuentos de hadas clásicos para retratar con sarcasmo el paso a la vida adulta. En 2008 estrenó Aquele querido mês de agosto en la Quincena de Realizadores de Cannes, donde sorprendió por su destreza al difuminar las fronteras entre realidad y ficción en un relato veraniego que es tanto un triángulo amoroso como un juguetón ejercicio de cine dentro del cine. También fue reconocida su siguiente película, Tabú (2012), que se alzó con premios Alfred Bauer y FIPRESCI en la Berlinale y los de mejor película en Gante y Cartagena de Indias. Esta vez, el director portugués evocaba el título del clásico de 1923 de Murnau sobre los mares del Sur, para contar una historia de amores imposibles en el contexto de la colonización africana. Ha sido su película más vista.
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