El PDeCAT pone en marcha un proceso participativo para decidir su futuro
El presidente David Bonvehí defiende el pacto con el PSC en la Diputación pese a algunas criticas internas
La reorganización del espacio neoconvergente —el Partit Demòcrata Català; Junts per Catalunya; la Crida Nacional, el partido del expresidente Carles Puigdemont...— ya está en marcha. El Consejo Nacional del PDeCAT, el máximo órgano entre congresos, aprobó ayer la puesta en marcha de un proceso participativo que se extenderá hasta el 20 de septiembre y en el que, según su líder, David Bonvehí, se buscarán ideas para “hacer evolucionar el partido”.
“Una vez finalizado el ciclo electoral y asumiendo que algunos resultados no han sido del todo satisfactorios, tenemos que hacer una reflexión profunda sobre el futuro de nuestro espacio político”, aseguró Bonvehí. Se hará una serie de asambleas comarcales y sectoriales en las que el líder del partido espera que los afiliados puedan decir la suya. Un relator se encargará de asegurar que todas las voces tengan cabida. La decisión final, que podría ser una fusión, será sometida a votación.
El partido vive tensionado entre los partidarios de darle todo el poder al expresidente Puigdemont, huido de la justicia española en Bélgica, o de mantener la identidad de las siglas y luchar por el independentismo pero de forma más posibilista. La disputa no es solo de forma, sino también de carácter de propuestas ideológicas. Esa lucha interna llevó a que hace un año se defenestrara a la entonces coordinadora, Marta Pascal.
Pacto en la Diputación
Puigdemont y el expresident Artur Mas se reunieron en junio en Bélgica para intentar pactar el espacio político que había representado Convergència. Si bien acordaron dotar de estructura de partido a Junts per Catalunya, dentro del PDeCAT hay voces que no ven claro subsumir el proyecto político. Ayer Bonvehí hizo ejercicio de orgullo PDeCAT pero también hizo un llamamiento a los más veteranos para que que tengan “apertura de miras” y “soluciones viables” a la hora de hacer propuestas.
Bonvehí arrancó los aplausos del auditorio en dos ocasiones: cuando mencionó el triunfo de Puigdemont en las elecciones europeas y cuando defendió el pacto con el PSC en la Diputación de Barcelona, muy criticado por los allegados al expresident. “No podíamos dejarla solo en manos de los unionistas. No hay más que las ganas de gobernar en todos los ámbitos”, dijo. En su intervención en abierto, Bonvehí obvió el debate sobre el voto en la investidura de Pedro Sánchez.
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