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Conde Duque, epicentro del jazz más creativo

Nombres nada ortodoxos del género, de Melanie de Biasio a Chassol o Kokoroko, confluyen en el centro cultural durante JazzMadrid 19

La cantante bilbaína Noa Lur con algunos colaboradores.
La cantante bilbaína Noa Lur con algunos colaboradores.

Además de las características inclemencias meteorológicas y esa explosión vegetal de colores tan propios de la estación, el otoño madrileño trae consigo desde hace seis años los sonidos del que dicen es el género musical más libre concebido por el ser humano. Entre los diferentes escenarios que dan cabida durante todo noviembre a JazzMadrid 19, uno de ellos ejerce como epicentro de la creación más heterodoxa, desprejuiciada y ajena a cualquier molde al que los aficionados pudieran haberse familiarizado con antelación. Hablamos del Centro Cultural Conde Duque, paradigma de programación diversa para públicos diferentes: habrá ocupantes en las butacas embelesados por el hip hop o la más radical de las libertades compositivas, al igual que finos buscadores de nuevos talentos. Y sin olvidar a los más jovenzuelos, a los que por una vez —tomen nota los papás concienciados— se les ha reservado expresamente una fecha.

La primera en aparecer en escena será una joven mujer británica de ascendencia caribeña y apellido muy castellano, Nubya García (día 7), que desarrolla su trabajo como saxofonista y compositora en la capital inglesa. Sin haber alcanzado aún la treintena, a buen seguro brindará el repertorio de su álbum de debut, Nubya's 5ive (2017), que ya ha conocido prolongación con un EP, When We Are, en el que coquetea más abiertamente con la electrónica. Y de la vecina Francia nos llega un pianista y compositor de origen antillano, convertido en el abanderado de la técnica ultrascore, que conjuga música, imágenes y sonidos de la vida real. La cita con el audaz y aventurero Christophe Chassol, que se atreve con las sonoridades de India, el Caribe o Nueva Orleans, será este sábado 9, a modo de bálsamo en plena jornada de reflexión electoral.

Nubya Garcia desarrolla su trabajo como saxofonista y compositora con un jazz que coquetea con la electrónica.
Nubya Garcia desarrolla su trabajo como saxofonista y compositora con un jazz que coquetea con la electrónica.Fabrice Bourgelle

La tercera propuesta de Conde Duque es también europea, la belga Melanie de Biasio (viernes 15), que gusta de convertir sus actuaciones en vívidas experiencias sensoriales, algo tan propia de la estación otoñal. Entre su nutrida nómina de admiradores destaca un nombre siempre tan impactante como el de Philip Selway, batería de Radiohead que acredita una encantadora trayectoria paralela como cantautor. Por segundo año acude en horario matinal la cantante bilbaína Noa Lur (domingo 17), quien ha encontrado ascendente entre el público infantil gracias a su espectáculo Jazz for Children, en el que, en tono divulgativo, trata de que los pequeñajos se familiaricen con el jazz. Y para ello no duda en echar mano de temas populares y televisivos, piezas de swing, filigranas vocales o clásicos de Disney.

Este JazzMadrid reúne en su enclave cuartelero nada menos que a tres pianistas cubanos. Uno de ellos es el precoz David Virelles (viernes 22), dueño de un currículo incontestable y una sólida carrera discográfica después de haber comenzado los estudios musicales con siete años. Competirá en el cartel, en el mejor de los talantes y acepciones, con sus compatriotas Omar Sosa y Roberto Fonseca.

Y por mucho frío que a esas alturas de mes se nos quiera meter en los tuétanos, parece seguro que el día 23 registremos un incremento súbito de temperatura con el advenimiento de los jaraneros integrantes de Kokoroko, un grupo londinense que mezcla en su marmita sonora el jazz con la electrónica, el afrobeat a la manera del maestro Fela Kuti y un pellizco de funk. Su jefe de operaciones es el joven guitarrista Oscar Jerome (27 años), colaborador del maliense Salif Keita, y que este mismo octubre había debutado en Madrid al frente de su cuarteto de jazz contemporáneo en nombre propio.

La última propuesta internacional de Conde Duque está protagonizada por uno de los máximos representantes del free jazz europeo, uno de esos apóstoles de la improvisación libre al que algunos críticos prefieren situar ya fuera de las fronteras jazzísticas. Esta vez, el alemán Peter Brötzmann, compositor e intérprete de saxo y clarinete, se hará acompañar por la cantante y guitarrista Heather Leigh en una velada prevista para el día 29. Una voz contestataria para unos tiempos tan políticamente correctos.

Aquellos nombres que aún suenan poco para el público tienen cabida un año más a través de las Residencias musicales, una oportunidad para darse a conocer. Si la pasada edición se pudo ver en acción a Monodrama y AgusFulka, ahora se han abierto las puertas para dos nombres que empiezan a despuntar en el panorama jazzístico local: Lucía Rey (27) y Láser Kids (30).

El antiguo cuartel también acogerá clases magistrales a cargo de Chassol, Virelles y Brötzmann/Leigh, así como un breve ciclo de proyecciones cinematográficas vinculadas al género y que, como las clases magistrales, cuentan con entrada libre hasta completar aforo.

Clamores: enjundia y travesura

De entre las 13 salas de La Noche en Vivo que se han sumado al amplio y variado cartel de conciertos de JazzMadrid 19 destaca con creces, por su enjundia, la oferta que sugiere la Sala Clamores.

El club de la calle de Alburquerque dará la bienvenida el sábado 16 a una de las leyendas del género, el prolífico y sutil contrabajista Ron Carter, ya octogenario. Antes comparecerán en el mismo escenario la embrujada voz de Lizz Wright (5); la pianista y cantante Karrin Allyson (domingo 10), en quienes muchos ven a una heredera de Carole King o Joni Mitchell; la renovadora trompeta del elegante Wallace Rooney (12) y la agitadora veteranía de la Dirty Dozen Brass Band (14).

Y tras el paso del exquisito Carter, aún restará la contagiosa y entusiasta juventud de Naughty Professor, de Nueva Orleans, que comparece el 22, o el eclecticismo sonoro del trío The Bad Plus (26), los más traviesos de todos, habituados como están a atreverse con el grunge, el pop, el rock y los estándares del jazz. Además, Clamores colabora en el ciclo Jazz Con Sabor A Club con otras siete noches musicales.

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