El pleno municipal no quiere que la basura vaya a Valdemingómez
Más Madrid, Psoe y Ciudadanos votaron a favor de ratificar el rechazo del traslado de residuos de 31 municipios de la Mancomunidad del Este hasta la zona sur de Madrid
Alfredo González, del Grupo Municipal socialista, preguntaba ayer en el primer pleno del año: “¿Qué hacemos aquí un viernes a las 15.20 de la tarde?”. Y se contestaba a sí mismo: “Porque se han sucedido una serie de despropósitos e incumplimientos”. Se refería a la situación del Parque Tecnológico de Valdemingómez, convertida desde el 28 de diciembre en receptora de más basura: la de 31 municipios de la Mancomunidad del Este, a pesar de que el pleno había votado en contra en octubre.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Martínez-Almeida aceptó en el último momento, el 27 de diciembre, la petición por escrito de la Comunidad para que los residuos de 700.000 vecinos fueron hasta allí una vez que ya no quedaba espacio en el vertedero de Alcalá de Henares. Esa fue la razón de Más Madrid para proponer ese pleno extraordinario en el que volvió a ratificarse la decisión plenaria de octubre, aunque esa posición política no vaya a tener ninguna consecuencia de facto.
“Factible y viable” eran otras opciones, “como la planta de Loeches”, aludió González, que también recordó cómo la vicealcaldesa Begoña Villacís, de Ciudadanos, había prometido varias veces que los residuos no irían a Valdemingómez y, sin embargo, allí llegan desde el sábado 28 de diciembre. Paco Pérez, concejal de Más Madrid en Vallecas, fue tajante: “Nos tratan como el vertedero de la región. Para que el resto de Madrid duerma a pierna suelta, Vallecas tiene que no dormir en verano por los olores de Valdemingómez”. Para Pérez, esto ha sucedido por “la dejadez de la Consejería de Medio Ambiente y la incapacidad de gestionar un fondo regional de residuos”. E interpeló al alcalde Martínez-Almeida: “Si este pleno vuelve a a ratificar la negativa a que Vallecas recoja esos residuos, ¿tiene pensado dimitar?”. El edil se rio y encogió los hombros mientras verbalizaba un “¿yo?, no”.
Con Martínez-Almeida también entró en pugna Villacís, que aseguró que desde Ciudadanos han “pedido un informe a la Consejería de Medio Ambiente de los vertederos que están a punto de colmatar y una reunión con la Comunidad y la Consejería para que no nos vuelva a ocurrir esto”.
Algo que sucedió por la falta de previsión institucional de buscar una alternativa para cuando el vertedero de Alcalá quedara colmado. A quienes les importa menos el futuro y más el presente es a los vecinos de Vallecas, que llenaron los balcones que rodean el salón de plenos pegando carteles sobre las cristaleras cada vez que hablaba algún miembro del equipo de Gobierno. “No más basura para Vallecas”, se leía en los folios.
Algo que, aunque sea “de forma temporal”, como aseguró el responsable de Medio Ambiente de Vox Fernando Martínez, va a seguir ocurriendo. El delegado de Movilidad y Medio Ambiente, Borja Carabante, del PP, afirmó que no podían hacer otra cosa que “ratificar” lo que ya votaron antes, y el alcalde —que un mes antes de tomar la decisión de que Valdemingómez acogiera más basura, renunció a continuar con el contrato para reducir los malos olores de la planta de por estar “obsoleto”— continuó ese discurso: “Es absurdo ratificar un acuerdo que ya ha sido superado”. En la práctica, así es. Nada de lo que se discutió en el pleno extraordinario conllevará cambios.
“Lo que sí hay que cambiar es el modelo territorial del Partido Popular, que maltrata el sur de la región y desprecia la salud de sus vecinos”, opinó Esther Gómez, de Más Madrid. “Nos saca de la senda que Europa marca y nos hace retroceder a los años noventa en estos temas, ocasionando además un importante perjuicio económico para la ciudad de Madrid porque va a provocar un déficit para el Ayuntamiento de un millón de euros en 12 meses. Y todo ello para tapar las vergüenzas de un gobierno de la Comunidad que sabiendo desde hace tiempo la situación a la que iba a llegar la planta de Alcalá ha practicado la más absoluta desidia en la planificación en materia de residuos como es su competencia”, explicó Gómez, que dijo que irían a los tribunales para conseguir la paralización de este traslado de residuos.
Los reproches no empezarón ahí. Antes del debate sobre Valdemingómez también los hubo. Tras la toma de posesión de María del Mar Barberán en lugar de Inés Sabanés, de Más Madrid, que se ha marchado al Congreso, se discutieron las dinámicas de las Juntas Municipales de Distrito. Más Madrid y PSOE denuncian un enrarecimiento de los debates vecinales ante la pasividad del PP y Ciudadanos.
Muchos “y tú más”, muchos “no me dé lecciones”, mucho historicismo e incluso un recuerdo a 19 días y 500 noches. “Parafraseando a Sabina”, dijo la concejal de Ciudadanos Silvia Saavedra, “ustedes [dirigiéndose a Más Madrid] tenían la frente muy alta, la lengua muy larga y la piel muy corta”. Saavedra hacía alusión a la petición de 18 concejales del grupo de MM para que el equipo de Gobierno tomase medidas para restablecer “el correcto funcionamiento de las Juntas Municipales de Distrito”, por lo que ocurrió en Chamberí el pasado otoño cuando personas entre el público comenzaron a gritar a miembros del PSOE y MM con insultos como “asesinos”, “ladrones”, “terroristas” y “colaboradores de Bildu”, mientras, el presidente de la Junta Javier Ramírez (PP) decidió continuar con la sesión. Así lo contó Estrella Sánchez, de Más Madrid, quien también recordó lo ocurrido con Javier Ortega Smith, de Vox, a finales de noviembre. Llegó tarde a un pleno de la Junta Municipal y varias mujeres lo increparon; entonces, Ramírez pidió que cesaran los gritos y llamó a la Policía para que “desalojara a las que llevaban cosas moradas”.
Para Sánchez, lo más grave es el “uso partidista” que se está haciendo de las Juntas de Distrito y el “deterioro democrático” que ello supone; algo a lo que también aludió el socialista Ramón Silva, que hizo hincapié en “la bajada de la participación vecinal en los plenos”. Mar Espinar, también del Grupo Municipal Socialista, instó al presidente de la Junta de Distrito de Chamberí Javier Ramírez a “abandonar la chulería bizarra” por la que “permitió el comportamiento agresivo por parte de un grupo hacia MM y PSOE y decidió observar la escena y por el contrario llamó a la Policía cuando una docena de mujeres increparon a Ortega Smith”. Todo es cuestión, sentenció Espinar, “de tener clase política”.
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