Mujeres y personas mayores de 60 años son quienes están más preocupados por la delincuencia en Chile
El desglose de la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) arroja que el 57% de las chilenas cree que el aumento del crimen es el principal problema del país, frente al 44% de los hombres.
La delincuencia, los robos y los asaltos siguen estando entre las principales preocupaciones de los chilenos. Es una inquietud que se mantiene constante desde agosto de 2021, según indican las entregas de los últimos años de la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), uno de los sondeos de opinión pública más influyentes en Chile. En su última versión de octubre y septiembre de este año, dada a conocer el lunes 20, la mayorí...
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La delincuencia, los robos y los asaltos siguen estando entre las principales preocupaciones de los chilenos. Es una inquietud que se mantiene constante desde agosto de 2021, según indican las entregas de los últimos años de la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), uno de los sondeos de opinión pública más influyentes en Chile. En su última versión de octubre y septiembre de este año, dada a conocer el lunes 20, la mayoría de los encuestados (51%) dice que el combate a la delincuencia debería ser la prioridad número uno del actual Gobierno y a la que debería dedicar su mayor esfuerzo para encontrar una solución.
Es una inquietud que concuerda con una mayor percepción de inseguridad en Chile, la que se ubicó en 90%, la más alta en una década según la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana, dada a conocer por el Gobierno del presidente de izquierdas Gabriel Boric el viernes pasado. Y se da además en un contexto de mayor temor al delito, según evidenció hace un mes el Indice Paz Ciudadana 2023, de la fundación homónima, que mostró que la proporción de personas que vive con miedo a ser víctima de un acto criminal subió a 30,5%, el mayor nivel registrado desde 2000 cuando comenzó a realizarse ese estudio.
La entrega de los resultados de la encuesta CEP días después de de varios crímenes violentos que han remecido a la opinión pública, entre ellos el ataque con un granada a una carabinera y tres secuestros que fueron perperteados en menos de una semana. Ambos hechos inusuales en el país sudamericano.
El desglose de la encuesta CEP muestra que, aunque la preocupación sobre la delincuencia se manifiesta de manera transversal, cobra mayor fuerza en ciertos grupos. Las mujeres, por ejemplo, tienden a ver el alza de los delitos de manera mucho más preocupante que los hombres. Un 57% de ellas considera que debe ser el principal foco de la actual Administración, mientras que un 44% de los hombres piensa de esa manera.
Para el investigador del CEP, Aldo Mascareño, este resultado no puede interpretarse en base a datos, sino con las vivencias de las propias mujeres. “Para todos, la calle hasta unos años era un espacio ganado en la mayor parte de zonas urbanas, incluso en Santiago. Se podía transitar en las mañanas temprano, en las noches tarde, sin pensar en un asalto, en que alguien podía abordarte violentamente. Hoy, esa posibilidad ya no es actual. Creo, siendo hombre, que las mujeres pueden sentirse enfrentadas a riesgos más profundos y duraderos, imborrables en muchos casos. Una pérdida material en un asalto no se puede comparar con ultraje”, dice.
Las personas mayores también consideran que lo más urgente de enfrentar en el país es la delincuencia. Según la encuesta, un 56% de las personas sobre 60 años comparte esa apreciación, mientras que el 47% de los entre 18 a 29 años pone entre sus principales prioridades los temas de seguridad. Respecto al nivel socioeconómico, no existen diferencias radicales entre segmentos medios o bajos, aunque los primeros (C2 y C3, que perciben ingresos por entre 1.100 dólares y 1.700 dólares al mes) se muestran más preocupados de la criminalidad (52%) frente a los grupos D y E (entre 415 y 730 dólares de ingreso al mes), donde un 45% ubica este tema entre los prioritarios a enfrentar.
También, quienes viven en ciudades consideran que se trata del principal conflicto del país, con un 53% versus un 42% de quienes viven en zonas rurales. Y, por lejos, los habitantes de la región Metropolitana, donde se ubica Santiago, la capital de Chile, son quienes llevan la delantera en esta percepción: un 56% comparte la inquietud.
Uno de los puntos que llama la atención es que la mayor preocupación frente a la delincuencia prevalece en las personas que se identifican con las derechas. Un 57% de éstas pone en primer lugar a este problema entre las urgencias del país, versus un 43% de quienes se sienten representados por las izquierdas y un 53% de centro. Otro aspecto a destacar es que entre los grupos que consideran la delincuencia como el principal problema de Chile destacan aquellos que tienen una mirada pesimista frente a la economía y el futuro del país. “Solo un 27% de quienes piensan que la situación económica del país es buena o muy buena creen que la delincuencia es el principal problema. Sin embargo, entre quienes opinan que la situación del país es mala o mediocre este porcentaje es de 52%. Puesto así, la preocupación por la delincuencia no es una cuestión de estratos socioeconómicos, sino percepción sobre el estado del país: mientras peor es la percepción del país en general, la delincuencia emerge como una de las razones principales”, explica Mascareño.
Asimismo, entre quienes tienen una percepción negativa sobre el desempeño del Gobierno de Gabriel Boric prevalece una mayor inquietud frente a la delincuencia: un 53% de los que desaprueba a la actual Administración pone a este problema como una de las principales urgencias al que debería abocarse el Ejecutivo.
La salud, la segunda preocupación
El segundo problema al que los chilenos consideran que el Gobierno debe poner prioridad es a la salud. Es una preocupación que ha ido subiendo de temperatura en los últimos años en Chile, como se refleja en las últimas entregas de la encuesta CEP, que muestran cómo ha ido escalando posiciones entre las principales preocupaciones del país, sobrepasando incluso a pensiones.
Para Mascareño, la preocupación por la salud “se ha hecho más visible desde el Covid en adelante. Todos estamos más atentos a ese tipo de problemas”. Pero también destaca los contextos de incertidumbre que atraviesa Chile especialmente por la crisis del sistema privado de salud.
“Hay condiciones institucionales que la han hecho más incierta, como la crisis de las isapres (las aseguradoras privadas de salud). Esto no solo afecta la incertidumbre de los afiliados a estas instituciones, sino también a quienes están de Fonasa (el sistema estatal), en tanto piensen que, si hay una crisis final de las isapres, el sistema público se verá más sobrecargado, y los problemas de atención que hoy tienen esas personas se incrementarán. Por ello, esta es una preocupación central especialmente en los últimos años”, explica el investigador.
Al mirar los grupos que creen que enfrentar los problemas de la salud es una de las principales urgencias de Chile, las mujeres aparecen nuevamente dentro de las más preocupadas. Un 53% de ellas pone esta temática entre los primeros tres lugares, a diferencia de los hombres donde un 44% considera que está entre las prioridades. Las personas de zonas rurales consideran que es más urgente poner foco este conflicto que la que vive en ciudades: un 45% la ubica entre los principales focos a los que debe abocarse el Ejecutivo, versus un 39%. En ese aspecto, destacan aquellos que viven en el extremo sur del país, donde el acceso a la salud es más complejo, existen menos centros asistenciales, hospitales y médicos. El 48% de los habitantes de esa zona geográfica ponen a salud entre los primeros lugares de temas a combatir.
Otra lectura interesante, es que, a diferencia de lo que podría pensarse, no son las personas mayores quienes más preocupadas están sobre este tema, sino aquellos entre 45 y 59 años (43%). Y esta inquietud es más fuerte en aquellos que no completaron la educación media y se ubican en los segmentos de menores ingresos de la sociedad.
Respecto a la posición política, la urgencia de solucionar problemas de salud es más fuerte en sectores de izquierdas, centro y en aquellos que no se identifican políticamente con ningún sector, mientras que las derechas no lo tienen dentro de sus prioridades principales: solo un 33% lo ubica en esa posición.