‘Caso Factop’: prisión preventiva para Daniel y Ariel Sauer y arresto domiciliario nocturno para Rodrigo Topelberg
Los implicados en el escándalo financiero arriesgan hasta 15 años de cárcel. En la formalización se conoce que en las oficinas de la empresa se encontró una moneda de oro de 21,6 quilates acuñada en 1925, además de diamantes y otras gemas
Han sido tres días intensos en el Centro de Justicia de Santiago. La opinión pública chilena ha seguido las extensas jornadas en las que se ha desarrollado la audiencia de formalización del caso Factop, la empresa de factoring de los hermanos Daniel y Ariel Sauer y Rodrigo Topelberg. Es una causa que ha provocado conmoción por las ramificaciones que ha abierto hacia otros hechos delictivos.
Tras la audiencia, los dos hermanos Sauer han quedado en prisión preventiva en el anexo Capitán Yáber, donde ya estaban detenidos desde comienzos de semana. Rodrigo Topelberg, en tanto, quedó con arresto domiciliario nocturno y prohibición de abandonar el país, mientras que Luis Flores, exgerente general de la corredora de bolsa STF, también propiedad de los empresarios, quedó con arresto domiciliario total y arraigo. De esta manera, la jueza desestimó la petición de la Fiscalía que pedía prisión preventiva para los cuatro imputados.
El lunes, la Policía de Investigaciones detuvo a seis implicados en el caso: las cuatro personas formalizadas esta tarde, además de Alberto Sauer Rosenwasser y el abogado Darío Cuadra. Ambos fueron formalizados el mismo día por la tarde y quedaron con arresto domiciliario. “Rico para quedarme en la casa”, fueron las irónicas palabras de Alberto Sauer al salir del tribunal. El patriarca es descrito por la Fiscalía como uno de los principales captadores de clientes para las empresas que manejaban sus hijos.
En su alegato, el fiscal adjunto de la Fiscalía de Las Condes, Juan Pablo Araya, acusó a los hermanos Sauer y a Topelberg de “crear un esquema en torno a la emisión de facturas falsas que permitió obtener cuantiosos ingresos”. Según la querella criminal presentada a fines de noviembre de 2023 por el Servicio de Impuestos Internos (SII) de Chile en contra de los hermanos Ariel y Daniel Sauer, su padre, Alberto, y el abogado Cuadra habrían emitido un total de 9.970 facturas tributarias falsas entre enero de 2021 y julio de 2023 a las de 100 empresas distintas, las que alcanzarían sumas superiores a los 13.000 millones de pesos (unos 13,7 millones de dólares).
Como prueba, el fiscal Araya presentó nueve hechos constitutivos de delito. Entre ellos, estafa reiterada, uso malicioso de instrumento privado mercantil falso, delitos tributarios, entrega de información falsa al mercado, apropiación indebida, ejercicio ilegal de la actividad bancaria y lavado de activos. Este último delito, detalló el Ministerio Público, se basa en un informe de 40 páginas del 2 de febrero de este año entregado por la Unidad de Análisis Financiero (UAF), el organismo que en Chile encargado de prevenir el blanqueo de dinero a través de las instituciones bancarias, en el que se reportan operaciones sospechosas realizadas por los imputados.
La magistrada determinó un plazo de 180 días para la investigación y, según adelantaron tanto la Fiscalía como los abogados querellantes, los acusados arriesgan una pena que podría llegar hasta los 15 años de cárcel.
Un escándalo que se ramificó
Las primeras irregularidades en las empresas de los Sauer y Topelberg salieron a la luz en marzo de 2023 cuando la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), el organismo que en Chile supervisa la actividad de bancos, compañías de seguros, emisores de valores y corredoras de bolsa, informó la suspensión provisional de las operaciones de STF, la firma de corretaje creada por los empresarios en 2015, por no entregar a tiempo sus estados de resultados. Tras investigar, el regulador decidió cancelar definitivamente a la corredora el 8 de agosto y multar a sus socios. En forma paralela empezaron a aparecer querellas de clientes de Factop en contra los Sauer –muchos de ellos familiares y amigos de la colonia judía– por el no pago de fondos invertidos.
La caja de Pandora se abrió el 3 de agosto cuando Topelberg decidió romper con sus socios y amigos de toda la vida y querellarse en su contra. En la acción judicial, acusa a los Sauer de crear un mecanismo de emisión de facturas ideológicamente falsas para obtener dinero del mercado de valores y de operar como prestamistas informales para favorecer a ciertos grupos empresariales. Entre ellos, menciona a la familia Jalaff, en ese entonces principales accionistas de la compañía inmobiliaria Patio, quienes vendieron su propiedad hace unas semanas.
Pero el caso definitivamente explotó el 14 de noviembre, cuando se filtró un audio en el que el influyente y reconocido abogado, Luis Hermosilla, quien representaba a la familia Sauer, reconoce un supuesto pago de coimas a funcionarios del Servicio de Impuestos Internos (SII) y la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), el organismo que en Chile supervisa el mercado de valores. Ambas aristas son hoy investigadas por la Fiscalía Metropolitana Oriente.
Como parte de esa investigación y luego de pesquisar los mensajes de Whatsapp de Luis Hermosilla, los fiscales encontraron evidencia que comprometía al que era director de la Policía de Investigaciones, PDI, Sergio Muñoz. Habría filtrado información judicial secreta al abogado referida a diversas causas. Luego de que explotara el escándalo, Muñoz renunció a su cargo y, luego de la formalización de la investigación, se encuentra en prisión preventiva.
El contenido del expediente del caso Factop era, hasta esta semana, desconocido por la opinión pública y los querellados por tratarse de una investigación reservada. Recién este lunes, el Ministerio Público dio a conocer los detalles de las 15.000 páginas que incluye el documento.
Ahí se relata, por ejemplo, que cuando el 22 de febrero pasado fueron allanadas las oficinas de Factop en la calle Alonso de Córdova, una de las avenidas más exclusivas de Santiago, se encontraron joyas avaluadas en unos 17,4 millones de pesos (poco más de 18.000 dólares), entre ellas una moneda de oro de 21,6 quilates acuñada en 1925, además de diamantes y otras gemas. Al momento de la incautación, reveló el fiscal Araya, no había computadores en la oficina, los que posteriormente fueron encontrados en el allanamiento en la casa de Luis Flores realizado este lunes.
Asimismo, detalla cómo en el domicilio de Daniel Sauer se habría encontrado un grabado embalado de Guayasamín. Es el nombre de una de las principales sociedades del empresario, con la cual, según detalló la Fiscalía, habría hechado a andar su máquina de facturas falsas.
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