Rusia anuncia que la nave de rescate llegará a la Estación Espacial Internacional el 26 de febrero
La agencia espacial rusa, Roscosmos, ha revelado varias imágenes de los daños sufridos por el transporte Progress MS-21
Quedan pocos días para que comience la operación de rescate de los astronautas atrapados en la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés). Está previsto que el próximo 26 de febrero se acople a la plataforma orbital la nave Soyuz MS-23, que sustituirá a la cápsula dañada que originalmente iba a traerles de vuelta a la Tierra. La agencia espacial rusa Roscosmos ha informado de que su despegue se producirá el próximo 24 de febrero a las 2.01 de la mañana, hora peninsular española, desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán. Además, el organismo ruso ha mostrado los daños sufridos por otra nave incorporada a la ISS, el transporte Progress MS-21.
“Continúa el análisis de las situaciones de emergencia ocurridas con la Progress MS-21 y la Soyuz MS-22″, ha explicado Roscosmos a través de un comunicado. Según sus datos preliminares, la nave de carga también fue golpeada por un agente externo como sucediera con la de transporte de personal en diciembre. En ambos casos se detectó una caída de la presión en sus sistemas de refrigeración, y la posterior revisión con el brazo mecánico del segmento estadounidense reveló la presencia de fugas y fisuras de varios milímetros en sus cubiertas.
“Estas alteraciones incluyen los paneles solares y el sistema de regulación térmica de la nave”, ha señalado la agencia espacial, que descartó un defecto de fábrica tras revisar el historial de su sistema de control de temperatura durante los últimos 15 años.
Las imágenes difundidas por Roscosmos muestran una fisura de 12 milímetros de diámetro en el radiador de la Progress. La pesquisa de ambos incidentes continuará en la Tierra, donde se realizarán más pruebas una vez regrese la Soyuz MS-22. Según planea la agencia espacial, su vuelta en modo automático se producirá a finales de marzo.
Los cosmonautas rusos Dmitri Petelin y Serguéi Prokopiev, y el astronauta estadounidense Frank Rubio aguardan en la Estación Espacial Internacional a la llegada de la Soyuz MS-23 vacía. Su misión se prolongará unos meses más, lo que ha retrasado también el envío de la siguiente misión a la estación orbital. Debido a estos percances, Roscosmos anunció este martes que la primera cosmonauta en la historia de la República de Bielorrusia despegará en la primavera de 2024 y no en otoño de 2023, como estaba previsto inicialmente.
Pese a la guerra de Ucrania, la colaboración entre EE UU y Rusia continúa en el espacio al menos de momento. El Consejo Científico-Técnico de Roscosmos ha dado su aprobación a ampliar hasta 2028 la vida útil del segmento ruso en la Estación Espacial Internacional. En la reunión del comité se discutieron las medidas a tomar para garantizar su buen estado y el programa de proyectos científicos a realizar en la plataforma orbital durante los próximos años. “Con esos informes, Roscosmos preparará los documentos para solicitar al Gobierno ruso la extensión de la vida útil de su segmento en la ISS”, anunció la agencia.
La aprobación del Kremlin es factible. El viceprimer ministro y máximo responsable del Ministerio de Industria ruso, Denís Manturov, afirmó en octubre que su país se plantea mantener su actividad en la ISS mientras no disponga de su propia estación espacial orbital, y ello no tendría lugar como mínimo antes de 2028, según sus cálculos.
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