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El Tribunal de Justicia europeo veta la caza del lobo mientras su estado de conservación sea desfavorable

El pronunciamiento de los jueces sobre un caso en Austria coincide con los intentos en algunos países de la UE y desde la derecha en España por rebajar la protección de la especie

Un ejemplar de lobo en Austria.
Un ejemplar de lobo en Austria.DE92 (Getty Images/iStockphoto)
Manuel Planelles

No se puede autorizar la caza de ejemplares de lobo (Canis lupus) aunque sea para el control de la población y evitar daños económicos mientras el estado de conservación de la especie sea desfavorable. Es la conclusión a la que ha llegado el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en un caso referido al permiso que dio el Gobierno del Estado Federado del Tirol, en Austria, para el sacrificio de un lobo. Ese ejemplar concreto, según la Administración regional, había supuestamente matado a 20 corderos. Pero el TJUE establece que si esta especie está protegida y su caza está vetada “solo puede concederse una excepción a esta prohibición con el fin de evitar daños económicos si la población de lobos se encuentra en un estado de conservación favorable, lo que no ocurre en Austria”, explica en una nota este tribunal.

Tras la autorización para abatir a este ejemplar —que nunca llegó a materializarse—, los ecologistas impugnaron la decisión ante el Tribunal Regional de lo Contencioso-Administrativo del Tirol. En principio, al estar protegida la especie, las normas europeas prohíben su caza. Pero también se establecen algunas excepciones sobre el control de población en las mismas normas comunitarias. Por ello, el tribunal austriaco elevó una consulta al TJUE para que le ayudara a dirimir este caso. Y a eso es a lo que responden ahora los magistrados europeos.

Lo que hace el TJUE es establecer las condiciones en las que las autoridades austriacas podrían “conceder una excepción a la prohibición de la caza del lobo para evitar daños graves, por ejemplo, a la ganadería”, explica el tribunal en una nota. El primer requisito es que la población de lobos se encuentre en un estado de conservación favorable tanto en el ámbito local, en el Tirol, como nacional (Austria), algo que no ocurre en este caso. En segundo lugar, el tribunal aclara que la excepción no deberá perjudicar el mantenimiento del estado de conservación favorable. Además, los magistrados explican que los daños graves deben, “al menos en gran medida, ser imputables al ejemplar de que se trate”. Por último, recalcan que para dar el visto bueno a la muerte del ejemplar no debe existir otra “solución satisfactoria”.

Esta sentencia llega en un momento de tensión en el contexto europeo respecto a la protección del lobo, que cuenta con unos 20.000 ejemplares en la UE. Porque a finales del pasado año la Comisión Europea propuso rebajar la protección de la especie, a pesar de que en 2022 la mayoría de los Veintisiete habían dicho no. Pero el empuje de la ultraderecha en la UE está haciendo que se ponga al depredador en el punto de mira. “Esta sentencia pone de manifiesto que hay que dejar la persecución política del lobo”, opina Laura Moreno, de WWF, la organización que recurrió contra la autorización para cazar al ejemplar austriaco.

“La solución no es rebajar la protección del lobo, sino aprender a convivir con él”, opina Carlos Javier Durá, investigador del Centro Internacional de Estudios en Derecho Ambiental, del Ciemat. Este experto aboga por poner en marcha medidas preventivas para evitar los daños que pueda causar, como el uso de perros pastores y que el ganado esté a resguardo por las noches. En España, explica Durá, hay ayudas económicas disponibles para esos fines que muchas comunidades autónomas no usan.

Tanto Durá como Moreno apuntan a que este nuevo pronunciamiento sigue la línea marcada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea respecto a la defensa del lobo. Así ocurrió, por ejemplo, con otro pronunciamiento que afectaba a Finlandia, donde se había autorizado la caza también de varios ejemplares y que el tribunal censuró en 2019. De nuevo, los jueces aclaraban que para poder recurrir a la eliminación de un ejemplar se tenía que acreditar y justificar un estado de conservación favorable y que, en último caso y solo excepcionalmente, podrían autorizarse medidas de control selectivas para no deteriorar el estado de conservación de la especie. “No puede ser que la única medida de control sea la muerte de los animales”, lamenta Durá.

España

España, donde el lobo está en situación desfavorable y protegido, tampoco es ajena a las polémicas sobre esta especie. Para Ignacio Martínez, presidente de la Asociación de Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (Ascel), esta nueva sentencia es alentadora y “está perfectamente alineada con los criterios” que se están aplicando en España. “Esto ratifica que la protección del lobo no es sorteable”, añade Martínez, quien también advierte de que su organización ya ha “bloqueado” varios intentos que buscaban permitir la caza de este depredador en algunas comunidades autónomas.

De hecho, en abril pasado, casi dos años y medio después de que el lobo se incluyera en un listado de especies protegidas, el Congreso abrió la puerta a rebajar su protección con la toma en consideración de una proposición de ley presentada por el PP. La iniciativa salió adelante con el apoyo de Vox, PNV y Junts. Votaron en contra PSOE y Sumar, y Bildu se abstuvo. Esa proposición, de momento, solo se está tramitando, pero los grupos ecologistas y defensores de esta especie están preocupados con lo que pueda ocurrir en las Cortes. “Un hecho científico [que la especie está amenazada en España] no se puede cambiar con los votos”, critica Pedro Brufao, profesor de Derecho Administrativo en la Universidad de Extremadura y autor del libro El lobo en España. Regímenes territoriales de protección.

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.
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