El secretario de Estado de Medio Ambiente: “Mazón desconoce cuáles son sus competencias o, si las conoce, está mintiendo”
Hugo Morán detalla los datos que tenía la Generalitat y con los que otras instituciones sí tomaron medidas severas. “Con la misma información, ¿cómo es posible que haya administraciones que no activaran un protocolo de emergencia?”
Del área que dirige Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente del Ministerio de Transición Ecológica, dependen dos organismos clave en la gestión de las alertas ante fenómenos extremos: la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Ambos entes deben transmitir la información adecuada para que se puedan adoptar las alertas ante fenómenos extremos, como la devastadora dana que la semana pasada se llevó por delante la vida de más de dos centenares de personas. Atiende a EL PAÍS por teléfono desde la sede de la CHJ, en Valencia capital.
Pregunta. ¿Considera que ambos entes enviaron una información precisa y eficaz sobre este episodio tan extraordinario?
Respuesta. Empecemos por la Aemet. Esta agencia venía advirtiendo desde hacía aproximadamente una semana de que se estaban generando las condiciones que provocan un fenómeno de estas características, y alertando de que se estaba dando en unas condiciones excepcionales por las temperaturas tan elevadas durante todo el verano del Mediterráneo. Unos cinco días antes se empieza a dar información. El jueves de la semana anterior comienzan los primeros avisos con la incertidumbre que supone predecir cuál va a ser el comportamiento de la atmósfera. A medida que van transcurriendo los días se van consolidando esos análisis, que no son solo los de Aemet. Las informaciones que llegan de los servicios europeos vienen a coincidir prácticamente al 100%. El domingo ya se está en condiciones de emitir una primera nota en la que se advierte directamente de que va a ser un fenómeno acompañado de un elevado riesgo y peligro para la ciudadanía. Y se empiezan a localizar cuáles son los puntos más vulnerables y ahí aparece la Comunidad Valenciana y Murcia como los dos puntos más sensibles. El lunes se refuerza de nuevo con otra nota donde ya aparece prácticamente definido cuál va a ser el escenario en el que nos vamos a mover. Ese escenario, por cierto, luego prácticamente se constata al completo en las siguientes horas.
P. ¿Es decir, sostiene que la previsión del lunes de Aemet coincidió luego con la realidad de lo que se produjo el martes?
R. El lunes la agencia estatal ya anticipa que el fenómeno iba a ser una dimensión no habitual. El nivel de riesgo en esos momentos [naranja] ya se considera un nivel considerable. El martes a primera hora de la mañana, sobre las 7.00, la Aemet ya lanza un aviso rojo en la zona cero, con una previsión de que se mantenga una sucesión de lluvias extraordinarias hasta las 18.00. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de previsiones que tienen que responder a comportamientos de la atmósfera. En el caso de una dana, por ejemplo, es un fenómeno que tiene comportamientos en algunos casos de retroalimentación, que complican mucho la capacidad de predicción. Así que por la mañana se dice que hasta las 18.00 se prevé que se mantengan los episodios de fuertes lluvias. Y a medida que va transcurriendo el día se decide ir manteniendo el nivel rojo; es decir, se advierte de que va a continuar después de las 18.00, por lo que se mantiene el nivel rojo. Esa información la tiene en abierto cualquier ciudadano, pero especialmente el servicio de Protección Civil, es decir, el Centro de Coordinación de Emergencias de la de la comunidad autónoma, que es quien tiene que incorporarla al resto de informaciones que le llegan de otros servicios y de otras administraciones para hacer una composición de lugar. Y esa tarea se hace, a mi entender, de forma impecable.
P. Sobre las 7.00 del martes se envía el aviso rojo alertando de que habrá lluvias extraordinarias. ¿Pero qué ocurre durante todo el día? ¿Qué falla para que a la gente le pillara las lluvias en sus trabajos, en sus coches, en cualquier sitio, y no protegidas?
R. Evidentemente, lo que falla es el análisis de esa predicción por parte de quien tiene que declarar la alerta. Pero hay que discriminar aquí: no todo el mundo en el ejercicio de sus competencias actúa igual, y se pueden comparar las actuaciones. La Universidad de Valencia con esa información que tiene a su alcance decide suspender las clases ya la noche del lunes. La Politécnica desaloja su centro a las 14.00. La Diputación de Valencia envía a todo su personal a casa a las 14.00 y algunos ayuntamientos a lo largo de la mañana envían a sus vecinos avisos de alarma para aconsejarles que no salgan de casa. Se cierran también centros escolares y se llama a los padres para que vayan a recoger a sus hijos y prácticamente aconsejan la paralización de la actividad en su término municipal. Entonces la pregunta es: con la misma información y en el mismo territorio, ¿cómo es posible que haya organismos y administraciones que no activaran un protocolo de emergencia? Y quien tiene la responsabilidad sobre la totalidad del territorio valenciano es la Generalitat. Pero esa información no la consideran lo suficientemente relevante para lanzar el aviso de alerta hasta aproximadamente las 20.00, cuando ya había ayuntamientos, instituciones, la Diputación, que lo habían hecho en algunos casos ocho o incluso diez horas antes. Esa es la pregunta, pero yo no tengo la respuesta.
P. ¿Cuándo se debería haber mandado ese mensaje a los teléfonos?
R. Algunas administraciones e instituciones tomaron la decisión de avisar a la población o mandar a la gente a sus casas mucho antes. Cuando la Aemet activa el aviso rojo, el Centro de Emergencias de la Generalitat decreta la alerta hidrológica. Lo hace dos o tres horas después. Sin embargo, decreta la alerta hidrológica, pero se queda ahí y no da el paso siguiente. Sobre las 15.00 aproximadamente decreta una alerta localizada, no de carácter general, de nivel dos. Cuando se decreta un nivel dos por parte del centro de emergencias el protocolo dice que automáticamente debe de convocarse al Cecopi [Centro de Coordinación Operativa Integrado, en el que están representadas todas las administraciones afectadas], que es el que debe lanzar la alarma ciudadana. A las 15.00 se decreta el nivel dos, pero el Cecopi no se reúne hasta las 17.00.
P. ¿Y qué ocurre en esa reunión?
R. A las 17.00 empieza y justo al principio la Confederación Hidrográfica del Júcar advierte de que en esos momentos se está interviniendo en la presa de Forata ante el riesgo de desbordamiento porque los volúmenes de agua que están entrando pueden exceder la capacidad de desagüe de la propia presa. Aguas abajo, si la presa no resiste, hay unos 5.000 vecinos que pueden verse afectados. Automáticamente, con esa información, debería haberse activado esa alerta, y no se hace tampoco. Se sigue esperando y no se lanza la alerta hasta las siete y media u ocho de la tarde. ¿Por qué? No lo sé. La información la tenía todo el mundo, todo el mundo tenía la misma información.
P. ¿Qué pasó con la presa?
R. La gestión que hace la confederación fue absolutamente impecable. Y la presa se comportó como debía comportarse. Fue capaz de laminar unos volúmenes de agua que si no se hubiesen regulado, todavía habrían incrementado más los daños.
P. El presidente de la Generalitat ha cuestionado abiertamente el papel de la Confederación Hidrográfica del Júcar en un caso concreto, el de la Rambla del Poyo. Sostiene que la confederación activó y desactivó unas alertas, ¿es cierto?
R. No, eso es literalmente falso. O el presidente Mazón desconoce cuáles son sus propias competencias o si las conoce, por alguna razón, está mintiendo. La confederación no puede desactivar una alerta porque no las decreta. Lo único que hace es trasladar en tiempo real la información de la que dispone y lo hace de acuerdo con un protocolo. Pero es la Generalitat la que tiene la capacidad de gestionar la declaración de una alerta en este caso.
P. Pero la confederación sí informa en cinco correos a Protección Civil sobre la situación de la Rambla del Poyo. En dos se avisa de que el caudal se está superando el umbral de seguridad. Y en otros tres se informa de que está descendiendo. ¿Se pudo malinterpretar esta información?
R. La razón por la que no se ubica en un organismo u otro la decisión de la declaración de una alerta es porque cada departamento tiene su información y solo su información. Quien tiene la responsabilidad de decretar las alertas es el Centro de Coordinación de Emergencias, que dispone de toda la información de todos los organismos. Aemet envía la suya, la confederación envía la suya, el servicio 112 da los avisos de los municipios… Y es con el conjunto de esa información con la que se evalúa si se reúnen las condiciones para declarar o no la emergencia. ¿Qué ocurre con la información de la confederación? Este organismo no hace predicciones, no está en el mismo papel que la Aemet, que sí las emite. El sistema de mediciones de la Confederación Hidrográfica lo que hace es trasladar en tiempo real los volúmenes de agua que están discurriendo por un determinado punto. Lo único que hace la confederación es decir, a esta hora, está pasando esto. Y lo hace cada cinco minutos. Luego, el Centro de Coordinación de Emergencias es el que tiene que poner esos datos en contexto, con lo que le está diciendo la Aemet, con lo que le dice la cartografía de riesgo de inundaciones…
P. ¿Considera precipitado entrar ya en el debate de las responsabilidades?
R. Se ha provocado un debate en un momento absolutamente inoportuno, esta era una cuestión para evaluar una vez que se hubiese superado el proceso de la atención a la emergencia. En estos momentos hay personas que no saben dónde están sus familiares y vecinos desaparecidos que se están buscando; se están extrayendo cadáveres… Y que desde la presidencia de la Generalitat se haya provocado este debate creo que los ciudadanos no lo entienden en absoluto. Es absolutamente inoportuno. Pero en el momento en el que se empiezan a lanzar acusaciones a diestro y siniestro, sin ningún tipo de fundamento, a lo único que podemos recurrir es a facilitar la información, que está ya en abierto.
P. ¿El cambio climático está detrás de esta dana extraordinaria?
P. Los estudios científicos que se van consolidando por parte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático vienen a decirnos que el cambio climático ha incrementado en promedio un 15% la gravedad de este tipo de fenómenos. Inundaciones e incendios ha habido siempre. Pero lo que nos están diciendo es que son cada vez más recurrentes y que son cada vez más dañinos. ¿Hubiese ocurrido la dana sin el cambio climático? Sí, porque las tormentas de mayor o menor envergadura vienen ocurriendo desde siempre. Ahora bien, ¿hubiese sido con esta envergadura? Pues lo que estamos viendo es que estos fenómenos extremos adquieren una dimensión mucho más difícil de gestionar como consecuencia del cambio climático.
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