Poeta urbano a ritmo de 'reggaeton'

La fusión afroantillana, la exaltación de la negritud, el amor por los ritmos latinos y el compromiso social moran en la base musical de Tego Calderón, "el poeta de la calle" que ha encontrado en el reggaeton el compás adecuado para llegar hasta el gran público. Hip hopero por vocación y caribeño y africano por nacimiento, el percusionista integra en sus piezas su gusto por elblues y el jazz, legado de su herencia paterna, y las notas jamaiquinas y sandungueras que "transmiten alegría a su gente".

El abayarde, su primer álbum, rompió moldes en 2002. Con una propuesta "difícil de digerir", que alzaba la voz "para hablar con orgullo de ser negro", Tego se ganó el cariño de la audiencia y el respeto de la crítica. Tras, The Underdog / El subestimado (2006), un segundo disco "muy personal y fuera del sistema", el músico puertorriqueño regresa a partir del 11 de septiembre con El abayarde contra-ataca, una vuelta a la "buena vibra y la jocosidad" que lo situó en la cúspide de las tendencias caribeñas.

"El abayarde es un insecto bien molestoso, bien pequeñito. En Puerto Rico se llama así a los niños inquietos y mi abuela siempre me lo llamaba", asegura Calderón, sin ocultar su pretensión de golpear conciencias y de punzar almas con un argot urbano que pronuncia "lo que nadie se atreve a decir".

Un lenguaje moderno y metropolitano que no reniega de las raíces. No en vano, el primer sencillo de su nuevo trabajo lleva por título Tradicional a lo bravo porque "por más que lo tratemos de mejorar, lo tradicional es inmejorable", es el origen de nuestra esencia actual.

Pero la esencia carece de sentido sin el eterno sabor latino que planea sobre sus nuevas 13 canciones. Ni fu ni fa, Los míos, El que lucha no avanza o Quiéreme como soy fusionan la métrica de África con acordes latinos que reúnen notas colombianas, venezolanas y por supuesto, caribeñas. De ahí, que las colaboraciones en sus propios álbumes sean casi exclusiva de otros artistas de habla hispana, como Calle 13 o Yaviah: "Respeto el trabajo de los grandes del hip hop estadounidense y cuento con la amistad de muchos de ellos pero me gusta mantener mi disco latino y por eso prefiero no incluir a artistas norteamericanos", reconoce el puertorriqueño.

Consciente de las connotaciones comerciales que acompañan al reggaeton, el intérprete no es apóstata del género que le ha valido su salto a los circuitos de la gran industria discográfica. "No puedo negar que el reggaeton me ha dado mucho éxito en la vida y me ha llevado hasta donde estoy. Tengo una relación muy rara con él", defiende Tego, que no pierde la ocasión de denunciar el tinte pop que ha adquirido en los últimos tiempos: "Se nos fue de las manos. Me da risa escuchar a RBD haciendo reggaeton. Hasta Pimpinela lo hace", se lamenta el músico y se aventura a dejar una confesión firmada: "Lo que a mí me gusta es expresarme y tocar temas fuertes: lo que me llena en realidad es el hip-hop".