Los Juegos Olímpicos de la música
Tras el éxito de la inauguración, queda el cierre, donde se volverá a apostar por las actuaciones La organización programa durante la competición 2.012 canciones, en su mayoría británicas Paralelamente, Hyde Park acogerá el regreso de Blur, dentro de la programación del cierre
La ceremonia inaugural de unos Juegos Olímpicos es un escaparate hacia el mundo. La gala de Pekín 2008 dejó el listón muy alto en cuanto a medios -80 millones de euros- y recursos humanos; gran parte de su espectacularidad residió en las coreografías ejecutadas por miles de personas simultáneamente dentro de la pista. A los organizadores de la ceremonia de Londres, con el oscarizado Danny Boyle a los mandos, les tocó la difícil papeleta de conseguir volver a sorprender al mundo con un presupuesto que ni siquiera alcanzaba la mitad del de su predecesor: 33 millones.
Podrían haber optado por recrearse en la industria cinematográfica del Reino Unido (por eso de que Boyle pertenece al gremio). Pero si bien es cierto que el séptimo arte tuvo su huequecito en el espectáculo, el verdadero protagonismo se lo llevó, con permiso de los atletas, la música.
Mientras en la ceremonia inaugural se escuchaban temas de New Order, Happy Mondays o Underworld, en Hyde Park se aprovechaba para hacer un trasunto de festival alimentado por las actuaciones de Paolo Nutini, Snow Patrol y sobre todo Duran Duran. Este portal paralelo al deporte tomaba sentido gracias a las pantallas gigantes colocadas en el parque y que permitían seguir lo que pasaba en el estadio olímpico.
Los organizadores han escogido una lista de 2.012 canciones, en su mayoría británicas, que amenizan las competiciones; y no sin cierta polémica. Para algunos el bombardeo constante de música en los estadios desvirtúa el sentido original de los Juegos, y hasta el primer ministro, David Cameron, ha bromeado con que tantas horas escuchando ‘We will rock you’ no le deja dormir por las noches, ya que el campo de volley playa está muy cerca del número 10 de Downing Street.
El final de fiesta promete ser más de lo mismo pero elevado a la enésima potencia. Si en la ceremonia inaugural las presentaciones en vivo corrieron a cargo de Mike Oldfield, Arctic Monkeys o Paul McCartney, en la clausura la importancia de la música promete ser mayor de la mano del relevo de Danny Boyle, Kim Gavin, conocido por aquéllos lares por haber dirigido el concierto en memoria de Lady Di de 2007. De nuevo el secretismo pretende ser absoluto, aunque poco a poco se van desvelando cosas. Hasta el momento se tiene conocimiento de que la Orquesta Sinfónica de Londres ha preparado una pieza especial para la ocasión. Entre los pocos detalles conocidos está el nombre: ‘A Symphony of british music’.
La organización no ha querido dar nombres de los artistas que participarán en el acto, pero las redes sociales son traicioneras y muchos medios británicos tampoco han podido resistir la tentación de ir filtrando algunos nombres. George Michael parece un valor seguro después de haber confirmado él mismo su presencia en su cuenta de twitter. Los revividos The Who y Take That, salvo contratiempo de última hora, también estarán allí. A partir de este punto todo son especulaciones, a cada cual más fantasiosa.
A una de las revelaciones de la pasada temporada, Ed Sheeran, se le escapó hace unos días en una radio australiana que aparecería sobre el escenario nada menos que junto a Pink Floyd; cosa que los representantes del grupo ya se han apresurado a desmentir. Otra posibilidad más realista sería que las declaraciones fueran una verdad a medias e interprete ‘Wish you Were Here’ junto al batería del grupo, Nick Mason.
Uno de los nombres que no debería extrañar ver en la clausura es el de Muse. Suyo es el himno de estos juegos y tras esperarse su aparición en la inauguración sin éxito, esta es la última oportunidad. Ray Davies, Queen, Kate Bush e incluso las Spice Girls han sonado en las quinielas, que hasta hace unos meses aún apostaban fuerte por ver a los Rolling Stones, cuando salieron al paso reconociendo que no estaban preparados para tocar.
Fuera de toda especulación está el concierto que dará por finalizados los Juegos olímpicos de Londres de una vez por todas. El escenario, en pleno corazón de la ciudad será una vez más Hyde Park. Allí Blur hará su regreso triunfal acompañado de New Order y The Specials. Y el 9 de septiembre, la maquinaria volverá a rodar. Ese día comienzan los Juegos Paralímpicos, y en la ceremonia habrá otra cara conocida para los londinenses: Coldplay.
Babelia
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