La actriz austriaca hacía tiempo que había colgado los miriñaques de Sissi por el 'tailleur' de Coco Chanel dando pruebas de sobra de su ductilidad interpretativa. Actor y guionista, Woody Allen nunca más volvería a tener una compañía femenina de tan alto voltaje como en esta comedia felina y símbolo de los hedonistas años sesenta. Apunten en la lista de “gatitas sexy”: Ursula Andress, Paula Prentiss, Capucine y Romy Schneider suministrando las dosis de romanticismo correspondiente. La parte masculina tampoco estaba coja, Peter O’Toole, Peter Sellers y Woody Allen cerrando el trío.A Cate Blanchett le corresponde el honor de encarnar a la última, de momento, heroína y por supuesto algo neurótica que tan acostumbrados nos tiene el realizador en su álbum familiar. De la comedia al drama psicológico, Woody Allen retrata con crueldad y dicho de paso, sin piedad, a su protagonista más cerca esta vez de la Blanche du Bois, la heroína de 'Un tranvía llamado deseo' que de sus divertidas y alocadas 'partenaires' de otros tiempos. La edad no perdona.Aunque la historia sentimental entre el director y la actriz a punto estuvo de hacer explotar la tercera guerra mundial, reconozcamos que la etapa Farrow-Allen dejó para fans e historiadores del cómico algunos de sus títulos más celebrados. Para Mia Farrow, actriz de carrera más bien errática, supuso una década donde encadenó los mejores personajes que le han ofrecido, y escrito, en la pantalla, ya fuera la soñadora protagonista de 'La rosa púrpura del Cairo' o la vendedora de tabaco de la sala de fiestas de 'Días de radio'.A primera vista todo hacía pensar que la historia no pasaría de un flechazo pasajero, pero la actriz acabó robándole el corazón y como el mago de supense, Woody Allen halló su heroína rubia y recobró de paso parte de su elixir juvenil. Tres películas sellaron el idilio y para la primera entrega, 'Match Point', esta historia de tentaciones y deseos y de crimen sin castigo, el director retomó su mejor músculo a la hora de diseccionar las pasiones humanas. Y gracias a Scarlett, su heroína más carnal en la pantalla.Es conocido de todos el pasado como modelo internacional de la ex duquesa de Feria, menos conocida es su participación en esta comedia descerebrada de Woody Allen con revolucionarios cubanos más cerca de Groucho Marx que de Carlos Marx y guerrilleras tercermundistas en minifalda. Aunque la carrera cinematográfica de la señorita Abascal no pasó a mayores, puede presumir en su currículo del nombre de Woody Allen junto a sus portadas para el 'Vogue' y el 'Harper’s Bazaar' fotografiadas por Richard Avedon.En el santoral de Penélope Cruz el nombre de Woody Allen debe encontrarse entre los santos más venerados por la actriz aunque solo sea por haberle hecho ganar su único oscar. Para su aventura italiana pensó en ella siguiendo la tradición de aquella espléndida generación de 'maggiorate' “abundantemente concebidas” como diría el cómico americano que se extiende de Sophia Loren a Monica Bellucci como símbolos de la generosidad física del país de la Vespa.Para su primera y hasta ahora única incursión en la comedia musical, Woody Allen echó la casa por la ventana y escenarios de cine entre Nueva York, Venecia y Paris. Goldie Hawn se hizo con el papel protagonista en un primer momento reservado para Diane Keaton y consiguió que hasta nos olvidáramos de este detalle .Para nuestro álbum de la película el baile tributo a 'Un americano en París' en los muelles del Sena con fondo sonoro de 'I’m Through With Love' que en su dia cantara Marilyn Monroe en 'Con faldas y a lo loco'. No todos los días tenemos la oportunidad de ver a Goldie Hawn volando como Peter Pan.Si tuviéramos que hacer un ranking de las heroínas más estilosas que han poblado el celuloide 'allesiano' convendríamos que Charlotte Rampling merece estar entre las distinguidas de esa lista de 'sophisticated ladies'. Woody volcó en ella algunas de sus historias y neurosis sentimentales dejándonos otra bella imagen de su iconografía cinematográfica con el beso de la pareja bajo la lluvia y el carrusel de la feria. Para los muy curiosos una de las primeras apariciones de una jovencísima Sharon StoneEn el grupo femenino de Manhattan a Meryl Streep le tocó como se suele decir bailar con la más fea, en el papel de la ex esposa lesbiana enfrentada a un neurótico y acosador guionista de televisión. Aunque las otras protagonistas femeninas se llevaban la parte del león de la película, la Streep consiguió iluminar la pantalla y la fotografía en blanco y negro a pesar de su corta intervención y mover como nadie su larga caballera rubia.Para su tributo a la comedia de detectives de los años cuarenta Woody Allen transformó a Charlize Theron en duplicado de Veronica Lake y Barbara Stanwyck y aquella sensualidad 'femme fatale' del cine negro. Añadamos en el cóctel y para la ocasión un toque de irreverencia por parte de Charlize. La actriz sudafricana se sumaba a la galería de heroínas retro, o si se prefiere 'vintage', del cineasta que ya había dejado ver en obras como 'Días de radio' o 'Balas sobre Broadway'.No sabemos si para el 'look' de Madonna en la película Woody Allen se inspiró en el personaje de la gitana pitonisa interpretada por Marlene Dietrich en 'Sed de mal'. La que fuera Material Girl le dio una nueva vuelta de tuerca a su imagen, y vocación camaleónica, y dejó por un momento su estela más 'glitter' para sumergirse en las luces y las sombras de atmósfera kafkiana de la película. La cantante añadía una estrella más, en este caso, expresionista, a su guía profesional.Woody Allen pasará la historia del agente con licencia para matar como su sobrino más extravagante y bastardo. La saga James Bond hacía un paréntesis para reírse un poco de sí misma, aunque las risas esta vez se quedaron congeladas en el guión original. Por la parte femenina Ursula Andress regresaba a la serie cambiando el bikini por un sofisticado traje de fantasía oriental.Woody Allen se reencontraba con la vena fantástica de 'La rosa púrpura del Cairo' y el Paris de Hemingway y Picasso como paisaje de choque entre la realidad y los sueños. Rachel McAdams le caía en suerte el papel de prometida algo arrogante del protagonista, una vez más el creador, aquí guionista,en crisis frente a las otras heroínas femeninas como una maravillosa Marion Cotillard, amante de Braque y Modigliani o Léa Seydoux como musa de ese cine de autor francés y broche final de la películaLa nieta del escritor solo tenía 16 años cuando rodó 'Manhattan' pero su personaje de Tracy se coló entre los más solares de los retratos femeninos del director de 'Annie Hall'. En medio de la galería de enfermizos y estresados habitantes de la isla de Manhattan la adolescente ponía unas dosis de madurez en esa infructuosa búsqueda de la felicidad o Santo Grial con animación musical de Georges Gershwin.Winona Ryder y Kenneth Branagh, aquí como 'alter ego' del director, dejaron uno de los momentos más románticos de la filmografía de Woody Allen. La canción 'Slow Boat To China' subraya la intensidad emocional de la primera cita entre los dos personajes, el periodista aspirante a escritor y la camarera aspirante a actriz. La fotografía en blanco y negro de Sven Nykvist transforma la secuencia en un momento mágico de la noche de Manhattan.A medio camino entre Judy Holliday y Marilyn Monroe, Mira Sorvino inscribió su nombre en la guía de las prostitutas más tiernas y encantadoras promovidas por Hollywood con permiso de Shirley McLaine. La actriz por su papel se vería recompensada con oscar incluido y ponía de relieve el talento de Allen a la hora de crear personajes femeninos para la pantalla.Para su Amarcord aquí trasladado de las playas de Rímini al barrio de Brooklyn. Woody Allen abrió de par en par su álbum familiar y banda sonora más sentimental. Entre los miembros del clan nos quedamos con esta tía solterona que interpretaba Dianne Wiest y que entraba por la puerta grande en la galería de heroínas cinematográficas del director.
