“No entiendo por qué me lo dan”

Esther Ferrer (San Sebastián, 1937) ha obtenido hoy el Premio Velázquez de Artes Plásticas, que concede anualmente el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte al conjunto de la obra de un creador en el ámbito iberoamericano. El galardón, creado en 2002 y dotado con 100.000 euros, está considerado el Cervantes de las artes plásticas. El año pasado lo obtuvo el escultor español Jaume Plensa. La artista, en conversación telefónica desde su casa de París, se ha mostrado muy sorprendida: "Sobre todo, porque soy muy crítica con la desastrosa política cultural del Gobierno".

El jurado del premio ha reconocido a Ferrer "por la coherencia y el rigor de su trabajo durante cinco décadas, en las que destaca como una artista interdisciplinar, centrada en la performance y conocida por sus propuestas conceptuales y radicales". El jurado destaca a esta "pionera del arte de acción en España", cuya obra "ha sido objeto de un reconocimiento internacional destacado en Europa, Latinoamérica y Estados Unidos. Tanto su trayectoria como su actividad reciente revelan a una artista comprometida con el devenir creativo y social contemporáneo. Ferrer ha sido siempre una defensora del arte como único espacio de libertad".

"No he hecho nada para recibir este premio, no entiendo por qué me lo dan", ha dicho Ferrer, una creadora que formó parte del célebre grupo de vanguardia ZAJ a primeros de los sesenta junto a José Luis Castillejo, Juan Hidalgo y el italiano Walter Marchetti. Este colectivo se disolvió en 1996. Ferrer fue colaboradora de arte en EL PAÍS entre 1976 y 1995. En 2009 exhibió su obra en el espacio de este periódico en Arco.

Preguntada si había pensado en rechazar el premio, como han hecho el músico Jordi Savall y la fotógrafa Colita con sus galardones nacionales, Ferrer lo ha descartado. "Cuando me ha llamado [el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle] para comunicármelo le he dicho que sí lo aceptaba y ahora no voy a decir que no. "Cada uno toma la posición que le parece. No juzgo absolutamente a nadie. Yo he dicho que sí con todas las consecuencias".

La artista afincada en París ya obtuvo el Nacional de Artes Plásticas en 2009 y en febrero de este año recibió el Premio Mujeres en las Artes Visuales. A lo largo de su carrera ha expuesto en galerías y festivales de medio mundo.

Ferrer es la segunda mujer, tras la colombiana Doris Salcedo, en 2010, en ser distinguida con este reconocimiento. El director general de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, Miguel Ángel Recio, ha presidido el jurado compuesto por Nekane Aramburu Gil, directora del Museu d´Art Modern i Contemporani de Palma de Mallorca; Zdenka Badovinac, directora de la Moderna Galerija de Ljubljana; Federico Castro, profesor titular de Historia del Arte de la Universidad Carlos III de Madrid; Catherine Aimée David, directora adjunta del Musée National d’Art Moderne, Centre Georges Pompidou; Francisco José González Jiménez, artista; Anna Maria Guasch, catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Barcelona; y Jaime Pulido, conservador del Museo de Arte Moderno de Bogotá.

En 1999 fue uno de los dos artistas que representaron a España en la Bienal de Venecia. Considerada una pionera de la performance en España, la artista rechazaba esta etiqueta en una entrevista en febrero con este periódico: "Yo no me considero pionera de nada". Y añadía: "La performance es un arte impuro, como un albergue español donde puedes meter lo que quieras. Yo no soy nada purista. Los puristas son los que nunca han hecho performance y hablan de la performance. Hacen clasificaciones y definiciones; es su trabajo y está muy bien como método pedagógico, pero si te lanzas al ruedo la realidad se impone".