“El viaje a mi alma es un suspiro lento y agónico”
El actor admira de César sus ganas de vivir y no le molesta que le reconozcan por la calle
Las dos últimas obras de teatro en las que ha participado, Pluto y César y Cleopatra, han sido estrenadas en el Teatro Romano en Mérida. Marcial Álvarez (Madrid, 1966) lleva desde los 15 años subido a las tablas, aunque ha hecho sus pinitos en la dirección de actores. Lo suyo es el teatro, pero ha participado en el cine y en series de televisión. El personaje del subinspector Jorge San Juan, Pope, en El comisario, le permitió estar en antena 12 temporadas. Le gusta la bicicleta, y cuando no está de gira, le encanta recorrer el anillo verde de la ciudad, 64 kilómetros.
Pregunta. ¿Confesarías aquí y ahora algo inconfesable?
Respuesta. Mi primer amor correspondido.
P. ¿Qué espina de la vida llevas clavada?
R. La que todavía no me he llegado a arrancar.
P. ¿Qué es un oxímoron? Y no me diga que un medicamento…
R. No tengo ni idea.
P. ¿A qué te suena catáfora?
R. Una metáfora.
P. ¿Cómo es el viaje al centro de tu alma?
R. Un suspiro, lento y agónico.
P. ¿Qué te hace reír hasta descoyuntarte?
R. Los amigos.
P. Confiesa algo imposible que te gustaría poseer ¡ya!
R. Haber hecho el amor con la luna llena.
P. ¿Qué admiras de César, el personaje que has interpretado en Mérida?
R. Sus ganas de vivir.
P. ¿Le conocen por la calle?
R. Algunas veces. Me dicen: “Eres el de Los hombres de Paco”. Cuando en la serie de televisión en la que participé fue El comisario. Hacía de poli.
P. ¿Le molesta?
R. En absoluto.
P. ¿El teatro salva?
R. No es que salve, es que además enriquece.
Babelia
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