Detenidos los presuntos ladrones de los cinco ‘bacons’ robados en Madrid
La Policía arresta a seis personas y un juez les investiga por robo y encubrimiento, pero las obras valoradas en más de 30 millones de euros siguen sin aparecer
Agentes de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) han detenido en Madrid a seis personas como presuntos autores del robo de cinco cuadros de Francis Bacon, sustraídos el pasado verano en una vivienda particular en el centro de la capital y valorados en más de 30 millones de euros, según fuentes de la investigación consultadas por EL PAÍS. La detención se produjo por orden un juzgado de Madrid que desde hace 11 meses investiga con gran sigilo y hermetismo el que está considerado el mayor robo de arte contemporáneo de España. Los detenidos han quedado en libertad provisional y están acusados de robo con fuerza y encubrimiento. Un halo de misterio sigue envolviendo el caso porque los cuadros siguen sin aparecer.
El robo de cinco magníficos retratos de Francis Bacon pertenecientes a una colección privada se ha convertido en una auténtica novela de misterio con ingredientes que superan la ficción. Miembros de la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía detuvieron el pasado mes de marzo a cuatro personas en Madrid y Cataluña que presuntamente habían intentado colocar los cuadros robados el pasado mes de junio en una casa señorial situada en el centro de Madrid.
A uno de ellos se le intervino un pen drive en el que archivó la fotografía de uno de los cuadros robados. El seguimiento de esa fotografía condujo hasta el dueño de la cámara profesional Canon modelo 5D que la había vendido a una tienda profesional donde había sido a su vez alquilada por un cliente para un trabajo específico. En el albarán figuran el nombre y el segundo apellido que coiciden con el del marchante de arte C. G. C. de unos 40 años y residente en Madrid, que a su vez fue señalado por el dueño del pen drive como la persona que tenía en su poder los cuadros robados.
Los presuntos autores son marchantes y peristas de Madrid y Barcelona
Otro de los detenidos vinculado a un establecimiento de antiguedades cercano al Rastro de Madrid aseguró que dos personas, supuestamente este marchante y un amigo, se interesaron por los cuadros por lo que ambos fueron detenidos dos días más tarde como presuntos autores del robo con fuerza en la vivienda cercana a la Plaza de la Encarnación donde se produjo el golpe. Ninguno de los seis detenidos reconoció su participación en los hechos y todos quedaron en libertad provisional en calidad de investigados. El magistrado del Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid que lleva la causa obligó al marchante a entregar su pasaporte y a presentarse periódicamente ante la Justicia.
La Policía llegó hasta los peristas y marchantes sospechosos porque estos movieron las obras en distintos círculos hasta llegar la información a una empresa británica dedicada precisamente a la recuperación de arte robado. Fue esta organización la que alertó a los agentes y les puso sobre la pista de los cuatro presuntos encubridores que intentaron vender las obras. El hombre que tenía en su poder la fotografía de uno de los cuadros robados fue el que tras ser detenido acusó al marchante C.G.C de tener las obras en su poder. En el registro de su casa no se encontró nada.
Fuentes próximas al principal acusado aseguran que no conocía al dueño de las obras, un español amigo y heredero de Bacon, y niegan su participación en los hechos. Si reconocen que conocía a la persona que le acusa, pero interpretan que este ha podido utilizar su nombre como coartada una vez detenido. El marchante vive en Madrid, pero ha trabajado en Londres y París y vende obras importantes de autores contemporáneos. "Es inocente y han utilizado su nombre y falsificado su firma para alquilar la cámara con la que se hizo la fotografía", afirman.
Una fotografía y la cámara que se utilizó fue clave para descubrirlos
La Policía no ha logrado determinar quién informó a los ladrones de que en la vivienda situada muy cerca del Senado se guardaban las cinco obras del genial pintor irlandés fallecido en Madrid en 1992, a los 82 años, de una dolencia cardíaca. Los cuadros no estaban asegurados y algunos expertos eleven su valor hasta los 60 millones de euros. Los ladrones intentaron vender también las obras por Internet, pero paralizaron momentáneamente su venta cuando el pasado mes de marzo EL PAÍS desveló el robo. Además de los cuadros se llevaron una colección de monedas y antiguedades por valor de más de 400.000 euros. La Policía cree que las obras siguen en España.
La obra de Bacon es una de las más caras y cotizadas del mundo. El tríptico Tres Estudios de Lucian Freud- el nieto de Sigmund Freud- se subastó en 2013 en Christie's y el comprador pagó 142,4 millones de dólares (127,2 millones de pesetas). En 2014 la misma casa de subastas londinense vendió el cuadro La Figura sentada de Bacon por 32 millones en la que se considera la subasta más cara de la historia.
La Policía cree que el robo fue protagonizado por cuatro personas que entraron en la vivienda una zona muy tranquila y vigilada, y aprovecharon la ausencia en su domicilio del propietario, un profesional gran aficionado al arte. Ni el portero de la finca, de cinco alturas, ni los vecinos vieron ni escucharon nada. En el edificio no hay cámaras de seguridad. La vivienda disponía de alarma y estaba contectada, pero los ladrones lograron anularla y se pasearon por la casa con comodidad.
Bacon tenía su estudio en un barrio al norte de Londres, pero era un gran amante de España, de Madrid y visitante del Museo del Prado. Sus últimas obras- seis cuadros y tres trípticos- formaron parte de la exposición de apertura de la Galería Marlborough en la capital de España en 1992, un homenaje al maestro.
Un irlandés en la cúspide del arte
El artista irlandés fue uno de los más importantes del siglo XX. Se caracterizaba por su reconocible estilo desasosegante y una personalidad complicada.
En sus últimos años viajó con frecuencia a Madrid, donde disfrutó con discreción de la vida de la ciudad.
Su obra Tres estudios de Lucian Freud se vendió en noviembre de 2013 por 127,2 millones de euros, el precio más alto alcanzado hasta entonces en subasta.
Babelia
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