Temporada alta en Puente Viejo

A punto de llegar al capítulo 1.400, las historias que protagonizan los habitantes de Puente Viejo siguen enganchando a los espectadores de Antena 3. Ni el verano hace mella en la serie diaria, que el pasado febrero cumplió cinco años. De hecho, durante la época estival es frecuente que El secreto de Puente Viejo esté entre las cinco emisiones más vistas del día, superando a sus rivales de franja horaria y por delante de espacios programados por la noche. En los meses de julio y agosto solo ha bajado del millón y medio de espectadores en un par de días, llegando a superar los 1.700.000 en alguna ocasión cuando su media entre los meses de septiembre de 2015 y junio de 2016 fue de 1.767.000 espectadores. Parece que a los televidentes les gusta pasar el verano en Puente Viejo. ¿Cuál es su verdadero secreto?

"Es una serie que tiene ADN", resume Sonia Martínez, directora de Ficción de Atresmedia. Para ella, el pueblo de Puente Viejo es la clave como aglutinador de las historias de sus habitantes y lazo emocional con los espectadores. "Todas las series diarias hablan de lo mismo: amores, desamores, venganzas, hijos... Probablemente aquí lo diferente sea Puente Viejo en sí", añade Martínez.

Para Josep Cister, director de Boomerang TV Ficción, productora de la serie, otra de las claves es que "no es el mismo Secreto que cuando empezó. Renueva tramas y personajes a la vez que avanza en el tiempo con los personajes más antiguos en estos cinco años". Cister destaca la exigencia que se impone al resultado desde la productora y la cadena, comparable a los estándares que se puede pedir a una serie emitida en prime time pero teniendo que hacer frente a los problemas derivados del ritmo de grabación de una ficción diaria. "Hace años, las telenovelas estaban denostadas. Es un género que puede parecer menor, pero no lo es. Se le ha logrado dar el lugar que le corresponde", añade Cister.

Frente a lo que ocurre con otros programas, para El secreto de Puente Viejo el verano no es temporada baja. Al contrario. Como recuerda Cister, es una serie que siempre ha mantenido el respaldo de la audiencia durante la época estival. Y todo a pesar de que el resto de la oferta televisiva de su franja horaria (17.30-18.30) tampoco descansa durante el verano. Este año, además, sumaban las retransmisiones de los Juegos Olímpicos de Río entre sus contrincantes. La explicación se encuentra en una combinación de varios factores. Por un lado, su emisión coincide con las horas en las que el sol más aprieta, horas de alto consumo televisivo en verano, sobre todo para el público adulto que sigue con más interés este tipo de programas. "Además, no bajamos el listón ni en verano, las tramas están siempre en alto y mantiene el nivel de tensión", añade Cister, que ve julio y agosto como un buen momento para captar nuevo público, aprovechando que los espectadores tienen más horas de ocio.

Pero, sobre todo, los datos de El secreto de Puente Viejo se logran gracias a la fidelidad de su audiencia. "Otras opciones probablemente puedas abandonarlas temporalmente y no sufres tanto por ello, pero si renuncias a Puente Viejo, sientes el vacío", explica Sonia Martínez, que resalta que el seguimiento de la serie no se hace solo en su emisión diaria en antena, sino que también es la más vista en diferido. Está claro que hay Puente Viejo para rato.