El castillo de naipes de la vida

“Félix [Sabroso, el director] quería que el filme fuese un análisis del personaje que nos ha tocado jugar en la vida y si ese es el personaje que nos hubiera gustado, y que posibilidades tenemos para cambiar ese papel o no. Es muy curioso y extraño a la vez, pero a la hora de ver la película comprenderán lo que les digo”, asegura Javier Cámara, protagonista de El tiempo de los monstruos, película dirigida por Sabroso, que se estrena el 30 de septiembre. El actor español y su compañera de reparto Candela Peña mantuvieron un encuentro de la serie de EL PAÍS+ con los suscriptores del periódico en el Teatro del Arte donde charlaron, el pasado miércoles, del filme y respondieron preguntas del público.

El tiempo de los monstruos relata la historia de Víctor (Cámara), un director de cine frustrado que nunca logró estrenar ninguna película. Ya en su lecho de muerte, el cinéfilo decide hacer un último proyecto antes de tomar unas pastillas y morir. Así que deja un mensaje póstumo para que sus allegados realicen su anhelado deseo. En este proyecto post mortem se ve involucrada, entre otros, una actriz en decadencia llamada Andrea, a quien su intérprete, Candela Peña, describe como “una alcohólica que se pasa toda la película en tanga”.

“Mi personaje es un manipulador al que le gusta jugar con los secretos de su esposa y sus amigos, ya que los conoce bastante bien. Él se plantea un juego muy maquiavélico y absurdo que ya se verá desglosado en los acontecimientos de la película”, detalla Cámara acerca de su papel. Por su parte, Peña explica cómo ha tenido que “ponerle huevos” a su personaje. “Algunas veces se realizan papeles difíciles, pero así es nuestra profesión, hay que darse sus coñazos para no hacer siempre lo mismo. Al final del día uno se lo pasa bien, y más con Félix que me da plena libertad para construir mi personaje, incluso para elegir la ropa que llevo”, comenta.

El filme es la primera producción que estrena Sabroso sin el dueto que componía con su esposa, la cineasta Dunia Ayaso, quien falleció en 2014. “Cuando uno realiza una obra, escribe, pinta o hace un disco en un momento concreto de la vida, desea contar unas cosas. Entonces lo que creo es que Félix estaba en un momento particular donde veía que el mundo era un castillo de naipes”, señala Peña, y agrega que “él duró 30 años de su vida al lado de su pareja y compañera de trabajo, y justo antes de que ella falleciera él escribió el guion. Eso ya dice mucho, es un trabajo en carne viva y cuesta explicar muchas cosas”. Cámara resaltó que a pesar de las circunstancias trágicas que rodeaban al director, este logró caminar solo y realizó una autoproducción que define como "bastante difícil".

La película fue rodada sin productoras, lo que le otorgó al director la libertad creativa de liderar el proyecto como se lo planteara. “Sabroso dirigió con puro esfuerzo y la colaboración de los actores quienes en su mayoría no cobraron un duro por participar. Como mucho han recibido algo para comerse un bocata, pero no más”, matiza Peña. “¿Las películas entonces son del productor o del director?", cuestionan desde el público. “¡Las películas son de quien las pague!”, le contesta Peña. La actriz aclara que hay productores valientes y arriesgados que les dan el toque de creatividad a sus trabajos, pero es cierto que filmar con un productor pone ciertas limitaciones sobre lo que se desea realizar. “Creo mucho en la magia del cine y esto no solo debe ser para los grupos que se reúnen a inventar en un despacho para que todo funcione y genere dinero. Hay que ir al cine y ver producciones como las de Sabroso, que te permitan entrar, disfrutar y dejarte sorprender”, agrega la actriz.