El primogénito de Juan Gabriel queda fuera de su testamento
El abogado del fallecido cantante reveló que Alberto Aguilera Jr. no está contemplado en su herencia, por lo que pronto decidirá si inicia una batalla legal
La cuantiosa fortuna del cantante mexicano Juan Gabriel amenaza con volverse la manzana de la discordia, como podía preverse desde su fallecimiento, en agosto pasado. El cantautor dejó una herencia que incluye al menos 30 inmuebles en México y Estados Unidos, sobre la cual se ha especulado quiénes serán los beneficiarios. Su primogénito, Alberto Aguilera Jr. ha quedado fuera del testamento, según el abogado del artista, Guillermo Pous, quien declaró al periodista Raúl De Molina que los únicos nombres que figuran en la lista son los de sus hijos Jean, Hans, Joan e Iván Aguilera, este último, heredero universal.
“El señor Aguilera platicó con sus hijos, platicó con Iván y decidió designarlo como heredero universal, especificándole cuál era la voluntad que quería que se cumpliera", declaró el abogado Pous al programa televisivo ‘El Gordo y la Flaca’. Cuestionado por el periodista respecto a Alberto Aguilera, el primero de los hijos que Juan Gabriel adoptó, el litigante indicó que él no es hijo del cantante, por lo que tendría que presentar pruebas legales en caso de que quisiera pelear por la herencia.
En respuesta, Aguilera Jr. y Silvia Urquidi –amiga de Juan Gabriel que administraba parte de sus finanzas- decidirán en breve si emprenden o no una batalla legal por los recursos que dejó el artista tras su muerte, ocurrida el 28 de agosto a causa de un infarto. Según el diario El Universal, ambos analizan si acatarán o desconocerán la validez del testamento, ya que Urquidi asegura ser la propietaria legal de 14 propiedades del ‘Divo de Juárez’, una de ellas cedida en comodato a Alberto Aguilera Jr.
Juan Gabriel -cuyo nombre real es Alberto Aguilera- tuvo cinco hijos conocidos hasta ahora. A principios de la década de 1980, adoptó a quien sería su primer hijo y a quien dio su mismo nombre. Seis años después, acomodado en la solvencia económica que le brindó el tema Querida (1984) con el que vendió 16 millones de discos, se mudó con Laura Salas, una de sus amigas más antiguas. En 1988, la pareja adoptó un hijo más, Iván Gabriel, quien manejó varios asuntos laborales de su padre en años recientes. Luego llegaron tres hijos más: Joan Gabriel, en 1989, diseñador gráfico; Hans Gabriel, en 1990, músico, y Jean Gabriel, en 1991, hoy estudiante de cine.
Aguilera Valadez siempre fue ambiguo con la prensa sobre sus hijos. Nunca confirmó si habían sido biológicos o no. “Son adaptados a mí porque quieren a su padre tal como es”, dijo a un periodista hace algunos años en una de las escasas entrevistas en las que habló de su familia. También guardó silencio sobre la caótica vida de su primogénito, quien en 2010 fue detenido y encarcelado por asaltar a un familiar, poseer drogas y un arma de fuego. Héctor Alberto Aguilera, su primer nieto e hijo de Aguilera II, también fue detenido por las autoridades ese mismo año junto a Joan Gabriel en El Paso (Texas) por robar una camioneta y una tarjeta de crédito. Héctor Alberto, de 23 años, murió de una sobredosis dos años después.
Se dice que a Juan Gabriel no le gustaba hospedarse en hoteles, por lo que hacía numerosas inversiones en bienes raíces. Tuvo una lista de 30 propiedades repartidas en Estados Unidos y México. Donde más tiempo pasaba el cantante era en Cancún, Quintana Roo y en Miami. También tenía un rancho de 100 hectáreas en Parácuaro, su pueblo natal, y otro más pequeño de 16 hectáreas en Santa Fe, Nuevo México. Contaba con pisos en Santa Mónica y Los Ángeles, casas en El Paso y terrenos en San Carlos (Sonora). Sus cenizas, sin embargo, descansarán en la chimenea de la primera casa que compró en Ciudad Juárez. El mismo hogar que su madre limpió años atrás para una familia acaudalada. El cantante disponía de un avión valorado en 20 millones.
Cinco hombres y su madre, Laura Salas, son los herederos de la fortuna de Juan Gabriel, pero solo cuatro de ellos aparecen en el testamento. Al menos una decena de los inmuebles fueron heredados en vida por ellos y por Silvia Urquidi, su amiga y representante que ahora podría pelear, junto al primogénito excluido, por lo que considera suyo.
Babelia
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