Irene Carucho: “Ya iba siendo hora de que ganara una mujer”

Cuando Malú giró su silla en las audiciones a ciegas y le prometió que si se venía a su equipo la iba a hacer ganadora de La voz 4 (Telecinco), Irene Carucho “guardó las palabras en su corazón”, pero no se lo llegó a creer. Por eso la victoria de la noche del miércoles le llegó totalmente “por sorpresa”, pues su favorita era Thais, del equipo de Alejandro Sanz. Ahora, al convertirse en la primera mujer que gana el programa, asegura sentirse “muy orgullosa, no porque este año no pudiese ganar un hombre, pero por cambiar un poco, que ya iba siendo hora”.

Sin poder dormir en toda la noche por la emoción, pero con apariencia muy tranquila, Irene, de 21 años, confiesa que siente mucho vértigo con todo lo que está sucediendo. A pesar de que leyó muchas veces que era la favorita, siempre estuvo dudosa. “El público puede cambiar en cualquier momento”, dice esta estudiante de Turismo gallega.

Irene, que ya se había presentado a La Voz en la pasada edición, afirma que aún está digiriendo el triunfo. Al igual que con los resultados, se muestra cautelosa al responder cada pregunta, sobre todo las que tienen que ver con su futuro musical. Haber quedado en primer lugar le ha asegurado un contrato con Universal Music, pero no sabe más. “¿En qué te gustaría enfocar tu carrera musical?”. “Principalmente, me gustaría enfocarla”, contesta riendo. De lo que está segura es de que quiere seguir por la misma línea de lo que hizo en el programa: “No me metería a hacer un estilo totalmente diferente porque estoy empezando y no soy nadie. Yo me dejo aconsejar, no me gustaría alejarme del pop, del soul, lo que me gusta hacer a mí”.

En la final de La voz, que alcanzó 3.061.000 espectadores y cerró la segunda mejor temporada en cuota de audiencia del programa, Carucho cantó un tema de Whitney Houston, que sumó a otras canciones de grupos como Metallica o los Beatles. Por su estilo ha sido comparada con la cantante británica Adele, lo cual no le molesta en absoluto, al contrario, le parece “muy bueno”.

Para la estudiante de Cedeira —un municipio de La Coruña con poco más de 7.000 habitantes—, que ha sido definida por su coach Malú como “la voz femenina de las cuatro ediciones de La voz", grabar un disco es “cumplir un sueño”, pero las amistades que ha hecho a lo largo de la emisión son “tremendas”. No cree que haya ninguna clave especial para su éxito, pero afirma que ha trabajado bastante para llegar hasta donde está ahora. “Por ahora esta victoria me la dedico a mí. Mi familia ya sabe todo lo que tiene que saber y mis amigos también. Creo que me esforcé bastante para conseguir esto, que me lo curré mucho y el triunfo va para mí”.