La pasión latinoamericana por el arte recala en Madrid
Los mexicanos Coppel, el peruano Eduardo Hochschild y el argentino Eduardo Costantini exponen lo mejor de sus casas
Son tres colecciones diferentes, muy arraigadas en sus respectivos países y con un denominador común: la pasión personal de sus propietarios. La feria Arco, que se inaugura el miércoles, ha servido para que Madrid reciba una importante muestra del gusto latinoamericano por el arte contemporáneo. De México llega la colección de Isabel y Agustín Coppel (Sala de Arte Santander, en Boadilla del Monte, Madrid, hasta el 11 de junio); de Perú, se muestra la colección de Eduardo Hochschild en Alcalá 31, hasta el 16 de abril; y desde Argentina la colección de Eduardo Costantini, el benefactor que hizo posible la creación del MALBA en Buenos Aires (en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, hasta el 2 de abril). Los tres mecenas serán homenajeados por Arco en esta Academia.
Grandes obras colgadas en la oficina
El coleccionista Eduardo Hochschild cedió ayer todo el protagonismo a los creadores en la cita con la prensa en la sala Alcalá 31. Ni siquiera quiso posar para los fotógrafos con los más de 40 artistas que le han acompañado a Madrid. "Ellos, su obra y su palabra son lo único que importa. Yo disfruto con ellos", dijo el coleccionista antes de recorrer las dos plantas que ocupa la muestra.
Al menos por el momento, su colección no cuenta con una sede permanente. "Están a la vista en los despachos de Eduardo Hochschild", respondió el comisario, Octavio Zaya. "Las obras se prestan a menudo para exposiciones internacionales que lo solicitan", aclaró.
Isabel y Agustín Coppel, propietarios de la cadena comercial del mismo nombre creada en Culiacán (México), comenzaron a adquirir arte en la década de los noventa. Primero, solo creadores mexicanos y después también nombres internacionales. Sin sede de exposición permanente, parte de su colección, en especial la fotografía, se ha podido ver en museos de todo el mundo. Agrupadas bajo el título Punto de partida, en las salas de la Fundación Banco Santander se muestran 120 obras de 58 artistas divididas en cinco temas: Identidad, Territorio, Pedagogía, Comunidad y Economía. Escogidas por Patrick Charpenel y Magnolia de la Garza, subdirectora de la colección, el tema común es el mestizaje, entendido como un encuentro entre muchos mundos. Entre los artistas más conocidos de la exposición se encuentran Leonor Antunes, Joseph Beuys, Abraham Cruz Villegas, Pierre Huyghe, Superflex, Hélio Oiticica, Diane Arbus o Santiago Cucullu. No hay ningún nombre español, aunque los Coppel poseen obra de Juan Muñoz, García-Alix, Ignasi Aballí y Cristina Lucas.
Con predominio de grandes formatos, la exposición arranca con una instalación que los propietarios han podido ver montada por primera vez, titulada Curva de aprendizaje (1993), del californiano Gary Hill. Es una reflexión sobre el conocimiento, en la que se puede ver una gran ola que se proyecta sobre una pantalla colocada sobre un largo pupitre y se estampa contra el mueble escolar una y otra vez.
La colección del financiero Eduardo Hochschild (Lima, 1964) está centrada en arte peruano. Junto a su esposa, Mariana Hochschild inició su colección en 2009. Su primera iniciativa consistió en invitar a grafiteros a pintar las paredes de su despacho, y a partir de ahí nació y creció una intensa relación con los artistas su país. La exposición ha sido comisariada por el crítico canario Octavio Zaya, quien ha escogido 66 obras de 43 artistas entre los que se encuentran Fernando Bryce, Martin Chambi, Elena Damiani, Milagros de la Torre, Fernando de Szyszlo, José Carlos Martinat, Mario Testino o Tilsa Tsuchiya. La pintura, la escultura, la instalación, el vídeo, la fotografía y la obra gráfica son utilizadas para contar historias que hablan del pasado y el presente de Perú.
Babelia
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